EL ECONOMISTA CAMILO TISCORNIA ANALIZA LAS ESTRATEGIAS ECONOMICAS DE LOS CANDIDATOS DE CARA AL BALOTAJE

“La devaluación y el ajuste van a ocurrir”

Sergio Massa busca resolver el corto plazo, pero continuará con el esquema actual. La oposición intentaría resolver las cuestiones de fondo. Las medidas duras de corrección son inevitables, sostiene el experto.

La Argentina no da descanso. Todavía estaban tibios los resultados de las elecciones presidenciales cuando las fuerzas políticas que disputarán el balotaje, Unión por la Patria y La Libertad Avanza, comenzaron a tejer una desesperada trama de alianzas para llegar fortificados a la fecha clave: el próximo 19 de noviembre.

El armado político desplazó por un momento a la emergencia económica. Y tal vez este sea el eje que predomine en el tramo final de la campaña electoral. Sin embargo, la inflación de tres dígitos, el 40% de pobreza, la falta de dólares en el Banco Central y el estancamiento de la actividad económica no son temas a soslayar de cara a lo que viene.

“Creo que sorprendió a todo el mundo este resultado. Sobre todo se nota la sorpresa en el mundo económico, del mismo modo en que también sorprendió el resultado de agosto en las PASO -recalca el economista Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos-. Si uno se para antes de las PASO había una expectativa centrada en que Juntos por el Cambio quedaría primero, y ocurrió que Milei terminó imponiéndose. Eso obviamente desató todo un cambio en los indicadores financieros porque empezó a ganar fuerza la idea de que podía venir una dolarización. De allí la disparada de todos los tipos de cambio que hemos visto desde entonces”.

“Con independencia de quién gane hay que atacar una inflación de más del ciento por ciento; un déficit fiscal

cuasi fiscal, el que está puesto en las Leliqs; y un atraso cambiario muy fuerte”, recalca Camilo Tiscornia.

“Creo que también ese resultado sorprendió al Gobierno, que entró en el modo quemar las naves porque veía que quedaba desprotegido y que podía perder las elecciones. Por eso hizo todo lo que hizo, que desde el punto de vista fiscal y monetario fue totalmente irresponsable. Ahí llegamos entonces a las elecciones de octubre y volvió a haber un resultado sorpresivo. El mercado financiero estaba pensando en que podía ganar Milei e imponer una dolarización y de pronto termina apareciendo Massa, que obviamente está completamente lejos de ejecutar una dolarización. Por eso hemos visto al día siguiente una caída fuerte de varios tipos de cambio y sobre todo de los dólares futuro, es decir de la expectativa que el mercado tiene respecto de lo que pase con el dólar oficial. Creo que el Gobierno tampoco esperaba un resultado tan positivo, pero se dio y fue sorpresivo. Quedaron asombrados los políticos, el mercado financiero y mucha gente también”.

 

¿Y EL PROGRAMA?

-¿No le resulta curioso que, en definitiva, no se sabe cuál es el programa que implementaría Sergio Massa si es presidente?

-Bueno, no hace falta que lo explicite. Es el programa del peronismo. Massa tiene un discurso sumamente ambiguo tratando de capturar gente por todos lados. Por una parte su discurso intenta captar al votante peronista pero por otro lado tiene un discurso en el cual quiere presentarse como una persona pro mercado, seduciendo al mundo empresario. Obviamente tiene ascendente en eso porque es una persona que ha tenido muchos contactos con distintos empresarios, con lo cual se le puede creer también eso. Ahora, la capacidad de que pueda implementar cualquier cosa, más allá de lo que él cree, no se sabe. Va a estar muy condicionado porque él está ganando en gran medida, y el peronismo está ganando, con un gran aporte de la provincia de Buenos Aires donde está Kicillof, que tiene una vinculación muy importante con el kirchnerismo. Va a haber un condicionante muy relevante en lo que sea la gestión de la política económica en un eventual gobierno de Massa. Por más que uno entiende cuál es el paradigma que han venido aplicando últimamente, la pregunta es cuánta consciencia tiene Massa de que la situación económica es muy delicada con una inflación que ya está arriba del ciento por ciento. Es una inflación bastante peligrosa, con lo cual ese esquema de tratar de repetir y corregir muy parcialmente puede terminar siendo peligroso. Veremos si esto Massa lo incorpora y veremos si tiene la posibilidad política desde la estructura que tiene detrás para hacer los cambios que crea que hacen falta.

-¿El triunfo de Massa no terminará por parir el Massismo? Es decir, ¿no se sacudiría de encima al kirchnerismo tal como Néstor Kirchner hizo con el duhaldismo?

-Es una especulación política. Realmente cualquier cosa puede ser. Habrá que ver cuando ocurra. A priori es una posibilidad, pero también lo mismo se especulaba que podía ocurrir con Alberto Fernández en 2019 y hemos visto que no pasó. A lo que se dirá que Sergio Massa no es igual a Alberto Fernández y es cierto. Así que existe como posibilidad. Si uno piensa desde el punto de vista de lo económico, las decisiones se toman en gran medida en base a expectativas. Y el problema es que si uno ve el pasado y tiene que proyectar al futuro para formar esas expectativas, bueno, a priori da la sensación de que pensar que habrá un cambio muy fuerte en el esquema de política económica en un gobierno peronista es difícil. Por más que esté Massa.

-El escenario es muy complejo y aparentemente es inevitable tomar medidas para reordenar la economía y volver a crecer. ¿Por dónde debería ir el programa?

-Creo que Massa da alguna idea de noción de que la situación es compleja y por eso ha remarcado que para encarar la situación fiscal él quiere eliminar varias exenciones impositivas. Esto se ha enviado como un anexo al presupuesto 2024. Imagino que muy probablemente haya ajuste de tarifas, que es un tema central. Lo habrá por más que que haya habido toda esta campaña sobre el precio de los servicios públicos con Massa o con Milei. Es inevitable que el gobierno no haga ajuste de tarifas el año que viene. Tal vez sea más acotado que el que plantearía la oposición pero el ajuste de tarifas va a estar. Me parece que este es el camino por donde él quiere atacar el tema fiscal, que es crítico. Fuera de ello no creo que estén pensando en grandes modificaciones de la política económica. Sí va a tener que devaluar. La devaluación es inevitable. En algún punto la urgencia de la situación macroeconómica va a condicionar a cualquiera que sea el presidente. Una devaluación va a ocurrir y un ajuste fiscal va a ocurrir también. Y si no ocurre, las consecuencias podrían ser muy peligrosas.

-¿Massa debería dar una señal de su rumbo económico, por ejemplo anunciando su ministro de Economía, para sembrar certezas?

-Si uno ve la experiencia, ¿qué poder tiene un ministro de Economía frente a la parte política, el presidente o quien detente el poder? El ministro de Economía no es autónomo. Basta ver el caso mismo de Massa, que no es que hizo lo que quiso en materia económica. Llegó hasta donde se lo permitió Cristina Fernández de Kirchner, que es la que manejaba el poder. Por eso la pregunta será: ¿quién tendría el poder en un hipotético gobierno de Massa? ¿Lo tendrá Massa o lo tendrá Cristina Fernández? La influencia del kirchnerismo va a ser muy fuerte porque probablemente ellos estén especulando con el año 2027. Me parece que, aunque él quisiera, Massa tampoco va a poder hacer la política económica en el vacío. Siempre habrá un condicionamiento muy fuerte. Eso es mucho más importante que ver a quién designa como ministro de Economía.

EFECTO BUMERAN

-Destacaba el tema de la irresponsabilidad fiscal, este quemar las naves antes de las elecciones con el Plan Platita. ¿Puede tener un efecto búmeran sobre una hipotética gestión Massa?

-Sí, sin dudas. Acá con independencia de quién gane hay que atacar una inflación de más del ciento por ciento, que es muy peligrosa; un déficit fiscal y cuasi fiscal, el que está puesto en las Leliqs, que también es importante; y un atraso cambiario muy fuerte. Esto en el aspecto macroeconómico de corto plazo. Estos son desafíos para quien sea que gane. Y la solución de esto es una combinación de devaluación con ajuste fiscal y en las tasas de interés habrá que ver qué pasa. La oposición tiene una idea por completo distinta, que es enfrentar esto pero tratando de resolver el problema de fondo que tiene que ver con eliminar el déficit fiscal. Incluso quieren reducir el gasto público. Pienso que eso nunca va a estar en los planes de Massa. Massa apuntará a cerrar la parte fiscal por la vía del aumento de impuestos, que no creo que sería el camino que tomaría la oposición; devaluar contenidamente y seguramente seguir con todas estas restricciones cambiarias. Por ahí algo más atenuada si la cosecha es buena y en todo caso seguir con un esquema como el que hay hasta ahora pero con un service. No creo que haya un cambio drástico de nada.

-¿Massa juega todas sus fichas al viento a favor en cuanto a la cosecha y el crecimiento de Vaca Muerta?

-Eso va a estar para cualquiera. Si el tiempo acompaña, y parece que las lluvias de ahora ayudarán a la cosecha que estaba medio complicada. Si el clima se normaliza esto será favorable para cualquiera.

-Pero se puede tener estos recursos y no hacer el ajuste, o tener los recursos y además hacer el ajuste.

-Claro. Por eso digo que acá hay un tema de fondo superpuesto con un coyuntural. Efectivamente el gobierno pone mucho el foco en que las cosas han sido particularmente malas por la sequía. Y en parte algo de razón tienen. Lo que pasa es que la sequía se sumó al desastre macroeconómico que ya estaba producto de la política económica del gobierno. Ante esto hay dos aspectos, uno de corto plazo y otro más de fondo. El de corto es tratar de estabilizar y recuperarse después de este año terrible. A eso va a ayudar una buena cosecha y el famoso gasoducto con el gas de Vaca Muerta y, eventualmente, bajas en las tasas de interés internacionales. Aunque esto último está más en duda. Podría llegar a ocurrir el año que viene. Pero hay una dimensión más de fondo que es: ¿queremos cambiar el esquema de política económica que viene teniendo la Argentina desde el año 2011 o simplemente queremos seguir como estamos? Ahí está la diferencia. Pienso que Massa simplemente quiere resolver el problema coyuntural y se va a apalancar en las cosas que decía antes, sin cambiar nada de fondo. Mientras que la oposición quiere algo más profundo porque entiende que hay que reducir el tamaño del Estado, ir a una situación distinta en materia de apertura económica, el funcionamiento del sistema cambiario y el tema tarifas, entre otros. Es mucho más profundo. La oposición quiere aprovechar el contexto positivo y hacer las correcciones para ir a otro esquema de política económica.

DOLARIZACION

-¿Es viable el esquema de dolarización para la Argentina?

-Para mí siempre fue una mala idea.

-¿Milei podría moderar su postura y adoptar el programa bimonetario con el sello de Carlos Melconian?

-Desde el punto de vista de la oposición si Milei quisiera capturar algunos votos más tendría que moderarse en varios aspectos. Si uno ve las últimas entrevistas, queda claro que intenta moderarse. Pero fue muy tajante con el tema que no negocia el cierre del Banco Central. Esto es bastante complicado. La dolarización es un tema muy conflictivo que él tendría que revisar si quisiera hacer algún tipo de entendimiento. Se podría resolver planteando arrancar con el bimonetarismo, la idea de una canasta de monedas que él mismo defiende. Que la dolarización sea algo que entre en el radar en algún momento. Puede tranquilamente contemplar su idea de dolarizar pero al mismo tiempo no hacerlo de una forma tan tajante. De todos modos me parece que aunque hubiera ganado o aunque ahora gane, no sé si tiene en mente dolarizar desde el momento cero. Esas opciones que proponía para conseguir dólares las considero muy difíciles. Lo de la dolarización es más un slogan de campaña y un Norte para marcar un horizonte determinado pero me parece que no iba a ser una realidad de corto plazo. Podría tener entonces una postura más flexible. Y entonces ahí, si sale del esquema dolarizador, lo que proponía Juntos por el Cambio es una solución intermedia que Milei podría adoptar tranquilamente. Personalmente estaba más a favor de un esquema de transición en el arranque de un nuevo gobierno para aliviar el tema de las Leliqs y después eliminar el cepo y trabajar con un Banco Central independiente.

-El enorme desafío de las Leliqs.

-Justamente la amenaza de que eventualmente si se intentara eliminar el cepo, que creo que es importantísimo, el gran riesgo es que haya una estampida de salida de capitales que provoque un estallido del tipo de cambio y un salto inflacionario brutal. Ocurre que no se puede hacer con la misma velocidad el ajuste fiscal. Hagamos un ejercicio de imaginación: supongamos que el 11 de diciembre se pudieran dar vuelta las cuentas fiscales y pasar del déficit al superávit, en ese contexto liberar el cepo no sería riesgoso. Por eso el esquema de transición de Melconian sería viable y hasta Cavallo lo propone. Yo estoy en esa línea aunque hay economistas que sostienen que esos esquemas terminan funcionando mal, que hay que liberar todo. Puede tener un impacto social o tal vez no. Si se generaran expectativas en la comunidad de negocios y la gente cree que puede mejorar la situación, tal vez no haya esa estampida. Pero si ocurre no habría recursos para detener la corrida porque no hay reservas. Además, la tasa de interés ya está puesta en el 140% y no se puede llevarla hasta el infinito. La oposición entiende que le cepo es malo y que hay que eliminarlo. Esto no está en el peronismo. Para mí Massa no va a pretender eliminar el cepo sino continuar pero con correcciones. En ese esquema se les facilita el control de las Leliqs y del tipo de cambio oficial. Van a pagar el costo en que seguirán con el esquema perverso que no nos ha permitido crecer en más de diez años. Que la victoria de Massa no nos opaque porqué perdió el peronismo en agosto. Viene gobernando desde al año 2003, con excepción del período de Macri, y la economía hace más de diez años que no crece. Este esquema no sirve para nada desde el punto de vista económico y se sostiene con esta expansión creciente del Estado que le permite subsistir a un montón de gente, pero en condiciones muy mediocres en calidad de vida económica. La oposición plantea algo superador, pero como la transición tiene costos, ya estamos viendo que hay gente que tiene miedo al cambio. Entonces se refugian en lo que conocen, que ya sabemos que es malísimo.