La carne salta con garrocha

Por Juan Manuel Garzón y Franco Artusso *

Las consultoras que monitorean la inflación con una frecuencia diaria y semanal están advirtiendo de una importante aceleración del ritmo de crecimiento de los precios en lo que va de agosto.

Este fenómeno tiene mucho que ver con la fuerte devaluación del peso el día posterior a las elecciones primarias, pero también con otros factores. El traslado a precios finales del salto devaluatorio estaría siendo rápido e intenso en muchos bienes, en una economía que es pequeña, con actores sensibilizados y atentos respecto de lo que sucede con un precio que forma y sirve de referencia para muchos otros precios de la economía.

También contribuyen al fenómeno las expectativas devaluatorias, que se mantienen muy altas a pesar de la corrección cambiaria, en señal que la escasez de reservas del BCRA sigue siendo alarmante y que los números rojos de la balanza comercial tienden a profundizarse a medida que el año transcurre y los dólares que aporta habitualmente el campo no van a estar a consecuencia de la sequía.

Por otra parte, las crecientes restricciones del gobierno sobre las importaciones, sumadas a las expectativas de una nueva corrección cambiaria en el futuro cercano, están generando efectos que retroalimentan el problema inflacionario, caso de paradas de producción, ajustes de precios “preventivos” y retracción en la cantidad de productos en “góndolas”.

No puede dejar de mencionarse el resultado electoral, que no trae certezas suficientes respecto de la orientación que tendrá la política económica futura, de la capacidad y márgenes de acción que tendrá el próximo gobierno para resolver los numerosos desequilibrios que tiene la economía y, en lo inmediato, de lo que puede acontecer en la transición entre gobiernos.

DISPARADA

Durante las últimas semanas se produjo un fuerte aumento en el precio al consumidor de la carne vacuna. El fenómeno se habría iniciado durante la última semana de julio y la primera de agosto, para profundizarse luego de las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).

No se cuenta todavía con estadísticas oficiales respecto

de hasta donde han llegado los precios, pero se estima que el precio podría haber llegado a $ 3.100 por kilo promedio hacia fines de la tercera semana de agosto (tomando como referencia los 18 cortes que monitorea el IPCVA).

De mantenerse estables los precios durante la última semana del mes, el precio al consumidor promediaría aproximadamente $ 2.700 el kilo en agosto, registrando un aumento del 40% nominal y 25% real respecto al promedio del mes de julio. Nótese que el hecho de promediar los valores observados en agosto suaviza el incremento, si se toma la variación de precios punta a punta del mes de agosto, el aumento sería mayor, más cercano al 55%-60%.

Respecto a su impacto en el IPC, la carne vacuna aparece con una participación de entre 5% y 6% en las canastas de consumo que habitualmente monitorean los organismos estadísticos cuando elaboran los índices de precios. Se trata de una referencia que simplifica una realidad heterogénea, la participación de la carne bovina en los gastos familiares del mes puede ser mayor o menor, dependiendo de su composición, de las preferencias de sus integrantes, del nivel de ingresos y de los precios relativos que se enfrentan.

El gasto en otras carnes y en otros productos derivados de la producción animal (chacinados, huevos) agrega algunos puntos porcentuales de participación en la canasta de consumo de carnes de las familias; en el consolidado, el gasto habitual en proteínas animales puede estar cerca del 8%.

Tomando este último porcentaje como referencia, y trabajando con un aumento de precios consumidor de entre el 40% y 50%, el aporte de la carne bovina y las proteínas animales a la inflación de agosto podría estar en un rango de 3,2 y 4 puntos porcentuales.

De todos modos, es muy probable que tengamos en agosto el mayor salto del precio (real) de la carne de al menos los últimos 18 años (2005-2023) y por tanto el mayor aporte a la inflación de este producto en la medición de los organismos oficiales.

LA HACIENDA

La hacienda es el principal insumo y costo en el proceso de producción de carne, por tanto, no debería sorprender que el precio de la hacienda haya tenido una fuerte suba en las últimas semanas. Es decir, el precio de la carne bovina sube mucho en estas semanas por que subió mucho el precio de los animales.

Veamos los datos. Hasta la tercera semana de julio el precio del novillito en el Mercado de Cañuelas (ex Liniers) era de $ 500 por kilo en pie. Sólo un mes después, durante la tercera semana de agosto, ya estaba en $ 856 / kilo (+70% nominal). También en el caso de la hacienda la escalada en el precio comenzó entre la última semana de julio y la primera de agosto y recibió su mayor impulso durante la semana post PASO (+32% nominal semanal).

De mantenerse el precio durante la última semana del mes, el novillito estará promediando $750 por kilo en agosto, un aumento del 48% nominal y del 32% real respecto al mes de julio.

La pregunta relevante pasa a ser entonces la siguiente: ¿por qué aumentó tanto el precio de la hacienda? Otra pregunta importante sería, ¿seguirán aumentando en los próximos meses? O también, ¿en los próximos meses quedará la hacienda con precios estancados perdiendo contra la inflación, como ya ha sucedido, hasta que vuelva a producirse un salto de precios?

Se trata de preguntas difíciles, los factores que están por detrás de los movimientos de precios pueden ser de varios, algunos de naturaleza microeconómica, otros más vinculado al contexto macro o la política económica, también influyen las expectativas, la demanda exterior.

Respecto de este último salto, el abc económico diría que, para que los precios suban, el mercado tiene que haberse encontrado con un desequilibrio presente o esperado entre demanda y oferta, es decir, enfrentando un exceso de demanda y/o a un déficit de oferta.

A continuación, se presentan algunas variables del mercado que pueden dar algunas pistas a los efectos de poder responder los interrogantes planteados.

Uno de los motivos de la suba del precio de la hacienda podría ser una combinación de factores estacionales, un menor flujo de ciertas categorías de animales (en particular vacas de descarte, vacas de baja calidad), que se topa con una demanda por este tipo de animales relativamente sostenida, en este caso, la exportación.

Si bien los mercados están segmentados, en el sentido que los animales que se envían a la exportación, particularmente China, no son los mismos que se destinan al mercado interno, existen muchos vasos comunicantes y un desequilibrio en uno de los dos submercados lleva automáticamente a un desequilibrio en el otro.

Las exportaciones de carne vienen creciendo al 8% interanual (primer semestre) y, como se sabe, la mayor parte de las ventas se dirigen a China desde hace varios años. El tipo de carne que desembarca en el gigante asiático es por ahora de calidad inferior a la que se vende en el mercado interno (o en otros mercados de exportación como Europa, por ejemplo).

Sin embargo, dada su importancia en las exportaciones, su mayor (menor) demanda se traduce en un factor alcista (bajista) no solo para los precios de la hacienda con destino a China (vacas regulares / conserva), sino también para las restantes categorías de animales que se ajustarán en términos relativos ante las nuevas señales de precios.

El inicio del proceso de aumento del precio de la hacienda podría haberse generado en la revalorización de la hacienda con destino a China, que derivó luego en un ajuste de precios relativos en todas las categorías.

ENVIOS A FAENA

Un menor flujo de animales enviados a faena, suponiendo una demanda relativamente estable, podría estar por detrás de una escalada o reacomodamiento de precios. Por el momento, no se tienen datos de lo sucedido con los envíos a faena en lo que va de agosto, pero sí se cuenta con información de meses previos, que puede ilustrar la tendencia que venía mostrando esta variable.

Las estadísticas oficiales indican que en julio 2023 se faenaron en el país unas 178.000 cabezas más que en igual mes 2022 (+16% interanual), con un aumento aún mayor de las categorías más representativas del mercado interno (novillitos, vaquillonas), que crecieron en conjunto al 20% interanual; y que en los primeros 7 meses del año, el flujo de animales enviados a faena fue considerablemente mayor al del año pasado (+13%), es decir el mercado viene siendo muy bien abastecido, al menos en perspectiva a lo sucedido en el 2022.

FEEDLOTS

La expectativa de un posible menor flujo de animales en el futuro cercano puede actuar también sobre los precios del presente. Esta expectativa puede estar basada en distintas cuestiones, una de ellas, al deterioro de las condiciones económicas de los eslabones que intervienen en el proceso de producción de la hacienda, entre ellos, los engordes intensivos a corral (feedlots).

¿Qué viene pasando con los números de estos establecimientos? Los engordadores entraron a agosto con márgenes reducidos por la dinámica de precios relativos de las categorías de hacienda (aunque no tan bajos como en otros momentos), y la suba del precio del maíz. Además, enfrentando una situación financiera difícil en cuanto a tasas de interés y condiciones de financiamiento. Este combo puede haber generado también presión a la suba de los “gordos”, a los efectos de recomponer los números del negocio.

 

* Economistas del Ieral de la Fundación Mediterránea.