La Cámpora provoca una grieta peligrosa; Durán Barba sin perdón.

Después de la marcha multitudinaria en apoyo a Mauricio Macri, que mostró a un presidente recargando pilas, por el "!Sí, se puede!", en las oficinas de Alberto Fernández en la calle México, muchos aseguraban que "El pueblo se manifiesta en las urnas", como queriendo contrarrestar la mala noticia para ellos que significó el apoyo popular al jefe de Estado en varias ciudades del país.

En esas oficinas una guerra por ahora desarrollada en voz baja, está desatada. Máximo Kirchner no pudo evitar la ruptura de la relación entre Eduardo "Wado" de Pedro y Andrés "El Cuervo" Larroque los dos dirigentes de mayor peso de La Cámpora después del hijo de Cristina Fernández.

De Pedro hace varios días que no pasa por los despachos del Instituto Patria, sede de los cristinistas, y para el día operando y colaborando con el candidato a Presidente. Por el contrario, "El Cuervo" se mantiene en la sede de CFK y no pierde oportunidad que dejar sentir su malestar con el moderado discurso de Alberto Fernández, su tendencia al dialoguismo.

De hecho Larroque está convencido que el candidato elegido por la viuda de Kirchner ha firmado pactos políticos con personajes a los que él considera "traidores" y disgustado por sus críticas a Guillermo Moreno y Eve de Bonafini, a quien "El Cuervo" considera "cristinistas de la primera hora".

El silencio de Cristina incomoda a unos y a otros porque todo se moderaría con una definición suya sobre el tema. Ni siquiera su hijo Máximo puede convencerla que tome partido o busque una solución a un conflicto que puede terminar muy mal. El dirigente social Juan Grabois, quiso jugar este partido y salió mal parado, no lo quieren los hombres de Alberto Fernández y tampoco los miembros de La Cámpora.

El amigo del Papa  por el momento se quedó sin tribuna. El episodio que generó estos chispazos fue la visita del presidente de Mercado Libre, Marcos Galperín a Alberto Fernández, algo que fue repudiado por el propio Grabois y por los sindicalistas Hugo Moyano y Sergio Palazzo. En el Instituto Patria también trabajan con muy bajo perfil dos viejos ?amigos? de la viuda de Kirchner, Oscar Parrilli y Carlos Zannini, que no tienen una buena comunicación con Alberto Fernández, como no la tenían cuando eran parte del gabinete de Néstor Kirchner y de su esposa. Tal vez este sea el motivo por el que ninguno de los dos kirchneristas está en los planes de Alberto Fernández para llegar a la Casa Rosada. No los quiere porque sabe que tienen un fuerte rechazo social. Esta división de La Cámpora debe encontrar una solución rápida porque puede ocasionarle un mal trago al candidato a presidente del Frente de Todos.

La pregunta es por qué Cristina no arregla el tema, qué busca, en qué se beneficia con esta nueva grieta interna. Muchos creen ver en esta movida, la intención de la ex presidente de hacerle saber a su propio candidato quién manda. 

JUSTICIA Y PREFERENCIAS

Alberto Fernández como asesora en materia jurídica a la abogada Marcela Losardo. Es amiga del candidato desde hace muchos años. Se conocieron cuando ambas cursaban la carrera de abogacía y desde entonces siempre estuvieron en contacto. Fue Alberto el que la ingresó a la administración pública y quien la tuvo cerca durante toda su gestión en el gobierno del matrimonio Kirchner. Después de ocupar varios cargos, Losardo se convirtió en la Jefa de Asesores del recién nombrado Jefe de Gabinete. En 2005 la nombró secretaria de Justicia, la segunda en el Ministerio. En 2009, cuando los Kirchner comienzan por echar a Alberto Fernández primero y luego realizar una verdadera cacería de "albertistas" dentro del cuadro de funcionarios, Marcela Losardo es expulsada de la administración pública.

Ahora vuelve a estar al lado de su amigo con muchas posibilidades  que en caso de ganar Junto con Todos, se convierta en secretaria de Legal y Técnica de la Presidencia o tal vez ministra de Justicia. Otro frente para el candidato a presidente que deberá imponerse  a quienes quieren como titular de esa cartera a León Arslanian. Hoy, Losardo sería el nexo entre Alberto y los jueces federales.

NUEVA GRIETA EN EL GOBIERNO

Los miembros de la coalición Juntos con el Cambio se han dividió en dos grupos más definidos después de las manifestaciones de apoyo a Mauricio Macri del pasado sábado. Uno de los sectores aseguran que revertir el resultado de las PASO sería un milagro y lo suponen una batalla perdida y sugieren que lo correcto sería cerrar la gestión macrista con una transición en orden al menos hasta el 10 de diciembre cuando deberá asumir el ganador de las elecciones.

El otro grupo insiste en aumentar la fuerza de la campaña y están absolutamente persuadidos que se puede forzar una segunda vuelta. A juzgar por el entusiasmo que demostró Macri el sábado desde el balcón de la Casa Rosada, todo hace suponer que ganarán la batalla los que optarán por no rendirse.

Para que este posibilidad sea factible y llegar al balotaje, la diferencia entre Fernández y Macri debería ser menos de 10 puntos y que Alberto no alcance el 45%. Es decir, 44,99% contra 35%. Las ecuaciones son varias y las anteriores elecciones sirven como referencia. No es sencillo revertir semejante diferencia de 15 puntos, aún teniendo en cuenta los votos en blanco y los votantes que no acudieron a las urnas  en las PASO. Ahora el círculo más cercano a Macri deberá tomarse el trabajo de hacer cambiar de idea de los dirigentes que piensan que es mejor una transición transparente y entregar el gobierno en orden.

Aun no se sabe si el asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba, participará de esta batalla electoral. Por ahora Macri está desilusionado y dolido con quien fuera su "gurú" electoral porque no se olvida que dos días antes de las PASO, Durán Barba y Marcos Peña le aseguraron que había un ?empate técnico? con el kirchnerismo. Por ahora el ecuatoriano no será de la partida y el Presidente quiere que le expliquen con detalle por qué perdió el voto de la clase media. Hasta estos momentos nadie sabe qué decir y muchos le advierten a Macri que debe reaccionar urgente porque con este plan de campaña el 27 de octubre volverán a perder.