Historias del conurbano

Incógnitas que se profundizan bajo el temporal

En sus primeros cien días de gobierno, Javier Milei ha ubicado como uno de sus logros haber despejado el espectro ideológico de Argentina. Es decir, quienes están de un lado y quiénes del otro. Trazar una raya donde la batalla contra la Casta es el eje central a sostener a la espera que los resultados de su política económica se puedan palpar con mayor claridad.

Está claro cuál es la estrategia del oficialismo nacional al momento: profundizar la grieta. Su propia grieta, distinta en los enunciados a la que nos tenía acostumbrado el kirchnerismo, aunque con lógicas y metodologías, en ciertos casos, muy parecidas.

El resto del espectro político está sometido a discusión sobre cómo pararse. Aparecen las primeras acciones de reorganizarse con el Congreso del PJ este viernes, la llegada de Macri a la jefatura del PRO y el rol de Axel Kicillof como el gobernador más nítidamente opuesto a la Libertad Avanza. La política argentina, como el tiempo por estas horas, está sumergida en un temporal. O se guarnecen o lo enfrentan.

TENSIONES FUNCIONALES

El sostenimiento de esa construcción discursiva por parte del gobierno, requiere todo el tiempo de constataciones del otro lado para mantenerlo vigente. Por eso, al momento, estas tensiones en el Congreso le son funcionales. Como lo es pelear con Axel Kicillof. Pero tienen un límite: los resultados de las gestiones y sus consecuencias. A medida que los días avanzan, hay menos tiempo para sostener con éxito está manera de encarar la gestión.

El temporal que azotó el conurbano bonaerense por estas horas sirve para abonar esta discusión. E incluso profundizarla. La visión porteña sobre el Gran Buenos Aires, muchas veces es miope. O está distorsionada. Las imágenes sobre calles anegadas o intransitables, son reales. Verdaderos ríos que se acumulan para poner en riesgo la vida de inocentes transeúntes se han multiplicado. Pero, aún el intendente que menos ha trabajado y hecho rendir sus tasas, hizo muchas obras estos años. De lo contrario, la situación hubiera sido trágica.

Un sólo ejemplo de los muchos que se podrían utilizar. La obra de saneamiento e hidráulica del Río Reconquista que atraviesa distritos del oeste y norte del conurbano se inició en 1995 por el Unirec. Hasta ese momento, con la mitad del agua caída esta semana, quedaban bajo el agua barrios enteros. Hay más ejemplos. El arroyo Darragueira, que nace en Pilar, atraviesa Malvinas Argentinas y termina en el delta del Tigre, lo mismo. Hubo obras en la cuenca Matanza-Riachuelo, de lo contrario hoy hablaríamos de inundaciones trágicas.

Es decir, no puede asegurarse sin conocimiento que no se hizo nada. ¿Falta? Claro que sí porque a toda obra se le han incorporado mayor cantidad de demanda poblacional, más infraestructura edilicia y, como consecuencia, la necesidad imperiosa de agrandar servicios. No es cuestión de demonizar la obra pública, sino de controlar en serio que se haga bien y sin sobreprecios.

La falta de inversión en infraestructura, de continuar, llevará a vivir momentos más complejos aún. Es un buen momento si la iniciativa privada, con el Estado alejado totalmente, estaría dispuesto a, por ejemplo, entubar un arroyo en el conurbano. Son temas profundos que deben salirse de los enunciados de campaña.

EL GRAN ADVERSARIO

Mientras tanto, está claro que Milei elige dentro del “peronismo” a Kicillof como su principal adversario. Hasta aquí ha llamado la atención sus diatribas agresivas con dirigentes políticos que habían mostrado, a priori, vocación de colaborar con su gobierno. De todas maneras, el dinamismo en este contexto es la característica más saliente.

La dinámica de ubicarse de un lado o del otro que plantea el oficialismo para la política se derrama también en la sociedad toda. Programado como una máquina, es habitual escuchar, por ejemplo al Presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem decir: “No hay más lugar para la avenida ancha del medio (creación de Massa su Frente Renovador) y éste es el gobierno más legítimo de la historia (Falso, el presidente más votado porcentualmente hablando fue Perón en 1973 con el 60 por ciento de los votos y sin segunda vuelta. Sólo sería válido si se tiene en cuenta la cantidad de votos y no el porcentaje sobre el Padrón). Pero, en términos comunicacionales está bien, es efectivo.

La respuesta de Axel Kicillof al Presidente Milei por su apoyo a José Luis Espert de convocar a la rebelión fiscal pone en relieve una tensión que se traslada políticamente a los territorios. No debería olvidar Javier Milei que la provincia de Buenos Aires respaldó en todas las instancias electorales al peronismo y el conurbano es gobernado mayormente por ese sector político. Esto podría engendrar una resistencia que, por ahora, se demora ante la incertidumbre del devenir del gobierno nacional y a la crisis de liderazgo del peronismo tras la derrota del 2023. El próximo viernes se realizará el Congreso del PJ Nacional para empezar a ordenar la transición hacia una nueva conducción, ya que la presidencia estaba en manos de Alberto Fernández quien no regresará al cargo. Luego será el turno de la discusión en el ámbito bonaerense donde las críticas y la resistencia a Máximo Kirchner van en aumento. Por estas horas, discuten un cambio de apoderados y se presume un fuerte diatriba de Fernando Gray cuando concurra a Ferro.

Las reuniones entre los peronistas del GBA se multiplican permanentemente y analizan los pasos a seguir. Les atraviesa una misma sensación: La política es poco lo que puede motorizar ahora sin que antes lo haga la gente. Y para eso, el enojo debe crecer exponencialmente. Nada asegura que eso pase pronto. O que pase en algún momento.

MASSA Y CFK

En tanto, Sergio Massa prepara el congreso del Frente Renovador para re calcular su pertenencia a la coalición del gobierno provincial donde las diferencias con Axel Kicillof han quedado muy claras.

Por ahora, la presencia del massismo en el gabinete se limita al Ministerio de Transporte bajo la órbita de Jorge D´Onofrio. Y no más que eso, ya que se cayó la llegada de Martín Marinucci a Aubasa y Malena Galmarini nunca asumió en el Bapro.

Por su parte, Cristina Kirchner se mantiene activa y se reúne con intendentes del conurbano que le llevan el termómetro de la temperatura social.

Ella sigue parada en su postura que por ahora Javier Milei tiene mucho apoyo y un arrojo digno de ser admirado, pero pone las mismas dudas sobre el sostenimiento en el mediano plazo de este escenario. Por tal razón, levantará el perfil sólo cuando crea muy necesario e imprescindible hacerlo para estar en posición cuando la situación se ponga más tensa. Pero tiene muy en claro que una jugada de más provocará que la clase media castigada refuerce su apoyo a Milei.

Será difícil poder quitarse de encima el peso de La Cámpora y la imagen negativa que gestó. El caso del PAMI de esta semana es una muestra de lo que viene. ¿Estuvo Macri reunido con Milei en Olivos y ahí se activo la avanzada contra el organismo? Rumores.

JxC EN CRISIS

También el poder territorial de Juntos por el Cambio está en crisis en el GBA. Los intendentes que quedaron, ya muestran alineamiento del gobierno nacional. Al menos en lo discursivo. El más activo para intentar construir algo es Diego Valenzuela al que le atribuyen las intenciones de operar también sobre la legislatura bonaerense. Otros distritos como San Isidro con Ramón Lanús se muestra alineado a la idea de bajar gastos innecesarios. Políticamente Lanús siempre estuvo cerca de Macri que ahora volverá a presidir el PRO. En tanto, el intendente de San Miguel Jaime Méndez dio un fuerte respaldo a las políticas de cambio de Milei. Sus intenciones de proyectarse en el escenario provincial son una incógnita.

Por ahora, no hay clima de estallido social. Sí una muy fuerte demanda cada vez más marcada de comida y asistencia como de crecimiento en la atención de los hospitales públicos.

La coincidencia en la caída del consumo es total en todos los rubros y hasta descendió un rubro que tuvo mucho auge hasta finales de 2023: la actividad en las cuevas cambiarias, donde se van a vender más dólares de los que se compran. Efectos lógicos de la licuación y la caída del ahorro.