Umbrales del tiempo

Hugo Sofovich

Hugo Sofovich fue un prolífico libretista de televisión argentino que nació en Buenos Aires en 1939 y falleció en la misma ciudad en 2003. Era hijo del periodista Manuel Sofovich y hermano del guionista Gerardo Sofovich.
Hugo junto a Gerardo fueron en el inicio de sus carreras coautores de programas cómicos como ‘Balamicina’ y ‘Operación ja ja’. A partir de la década del ‘70 Hugo se distanció de su hermano mayor y comenzó a escribir y dirigir películas humorísticas protagonizadas algunas por Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Susana Giménez y Moria Casan.
A la pantalla chica volvió con ciclos muy recordados como ‘No toca botón’ (con Alberto Olmedo) y ‘Rompeportones’, que aún se emite por la señal Volver todas las noches.

ALGO PERSONAL
Tuve la suerte de entrevistar a Hugo Sofovich dos veces para dos libros distintos, y en ambas ocasiones me citó en el conocido bar La Biela.
Yo tenía un interés especial en conocer los resortes intelectuales del sketch cómico y en ese sentido inicié la conversación, siendo esta una de sus primeras respuestas: “Al sketch lo definiría como una comedia corta. Lo ideal para mí es un sketch con una situación muy generosa que permita que se extienda a lo largo de las semanas con los mismos personajes y con esa gran situación, pero con variantes del estilo del sketch de Rogelio Roldán, Costa Pobre, Chiquito Reyes, todos esos tipos de personajes o lo que fue en un principio ’La peluquería’, que después se destacó como programa, pero empezó siendo sketch, como una rutina y con una repetición de personajes. Lo que cambiaba semana a semana eran los chistes, la entrada de personajes, y se renovaba la sorpresa, pero sin perder la situación madre, que es lo que hace que el público se encariñe con un sketch y que uno arme un éxito como programa. El sketch corto, aislado, o largo y aislado, era el que hacían Delfor y (Aldo) Cammarota en un principio. Es un sketch que pasa y no deja nada. En cambio, por ejemplo, el sketch del arbolito de ‘La tuerca’ era lo mismo, todos los días lo mismo: el tipo tenía que hacer un trámite para poder plantar un arbolito y cada vez le ponían trabas y más trabas. Parece ser que el público se encariña con eso, quizá esperaba toda la semana a ver qué cosa rara le iba a pedir al personaje de Joe Rígoli, el empleado municipal que hacía Tino Pascali. Ya se sabía cómo era, pero sin embargo cada semana que lo veía, el público estaba atento a qué le iba a pedir, a qué traba le iba a poner”.

OLMEDO
Posteriormente quise saber cuáles eran los personajes que escribió para Alberto Olmedo que, según él como autor, gustaron más y contestó: “El Manosanta, el Mayordomo Perkins, el dictador de Costa Pobre, Gorostiaga y Pérez, Álvarez y Borges, el psicoanalista que atendía a Susana Traverso, que se volvía loco y le salía humo de las manos y fuego de la cabeza; también Chiquito Reyes, que hacía de extra de riesgo; el nenito que hacía Olmedo, al que la madre le hacía el puré de Pisadito Pisadito; Toostie, los alumnos que hacían Pirulo, Moria y Olmedo al principio de ‘No toca botón’, etc. Creo que nadie ha hecho más personajes famosos que Olmedo en este país. En general, la mayoría de los cómicos tienen un personaje. Olmedo hizo treinta.”
Volví a preguntarle pero esta vez por la trascendencia de los personajes que hizo para Jorge Porcel: “En televisión, ‘La peluquería’. También Spizzicuzzi en ‘Operación ja ja’, el empleado que siempre llegaba tarde porque había tenido un percance por comer mucho y había tenido que ir al baño.”
Ya terminando nuestros cafés, y pese a que estábamos a fines del año 1999, me referí a la escasa posibilidad laboral de los autores (similar a la de 2023) y de los actores, y su contestación final podría parecer que este reportaje lo hice hoy: “El problema de los autores es el mismo que el de los actores. Donde hay actores hay autores y hay trabajo. Pero hoy casi no hay programas de ficción. Tiene que haber muchos más programas de ficción. Hay un canal de aire que hoy, a fines del ‘99, no tiene absolutamente ningún programa de ficción, se ha convertido en un canal de cable”.