Horror en la Ruta 228: un hombre asesinó a su familia y se suicidó

Fernando Dellarciprete, un empleado municipal de Tres Arroyos, protagonizó uno de los crímenes más estremecedores de los últimos tiempos en la provincia de Buenos Aires. Mató a su esposa, Rocío Villarreal, en su domicilio, luego asesinó a sus dos hijos pequeños en la Ruta 228 y finalmente se quitó la vida arrojándose frente a un camión.

Un crimen premeditado

Todo comenzó en horas de la mañana, cuando Dellarciprete, de 44 años, asesinó a Rocío Villarreal, de 33, en la casa familiar de la calle Larrea al 160. Según fuentes policiales, la mujer fue asfixiada mecánicamente. Posteriormente, el femicida subió a sus dos hijos al vehículo familiar y se dirigió hacia la Ruta Nacional 228.

En un tramo cercano al kilómetro 75, a la altura del paraje San Mayol, Dellarciprete detuvo el auto. Allí, ejecutó a los niños, de 8 y 4 años, y abandonó sus cuerpos al costado del camino. Minutos después, se suicidó arrojándose bajo las ruedas de un camión en movimiento. Murió en el acto.
Investigaciones en curso.

La causa está siendo investigada por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N.º 16 del Departamento Judicial de Bahía Blanca. La fiscalía intenta reconstruir la secuencia de los hechos y establecer si existían antecedentes de violencia de género en el entorno familiar.

Aunque no se habían registrado denuncias previas, allegados a la víctima indicaron que la relación entre Rocío y Fernando era conflictiva, con situaciones de control y aislamiento. Ella trabajaba en el área de salud, mientras que él era empleado del área de Servicios Públicos del municipio.
Consternación en la comunidad

El crimen generó una profunda conmoción en Tres Arroyos, donde tanto la víctima como el agresor eran personas conocidas. Las autoridades locales declararon duelo y suspendieron actividades oficiales. Organizaciones feministas y de derechos humanos convocaron a una concentración en la plaza central para exigir justicia y visibilizar la violencia machista.

“Es un caso brutal que nos golpea como sociedad. No podemos seguir naturalizando el silencio frente a la violencia de género”, expresó una vocera de la organización local Ni Una Menos Tres Arroyos.

Un contexto alarmante

Este caso se suma a una preocupante estadística nacional. Según datos de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en 2024 se registraron 247 víctimas letales de violencia de género en Argentina, lo que representa una tasa de 0,95 víctimas directas de femicidio cada 100.000 mujeres .

Además, el Observatorio de las Violencias de Género “Ahora Que Sí Nos Ven” informó que entre el 3 de junio de 2015 y el 25 de mayo de 2025 se contabilizaron 2.827 femicidios en el país, lo que equivale a un femicidio cada 31 horas. En el 85% de los casos, el femicida pertenecía al círculo íntimo o era conocido de la víctima .

En lo que va de 2025, se han registrado al menos 93 femicidios en Argentina, lo que equivale a un crimen cada 31 horas .

Llamado a la acción

A diez años del surgimiento del movimiento Ni Una Menos, las cifras reflejan una realidad cruda y persistente. A pesar de logros como la tipificación del femicidio en 2012 y la implementación de una ley de reparación para hijos de víctimas, el desmantelamiento de políticas públicas y la reducción presupuestaria han debilitado la prevención y atención estatal .

Organizaciones de derechos humanos y colectivos feministas exigen al Estado la implementación efectiva de políticas públicas que garanticen la prevención, protección y reparación integral para las víctimas de violencia de género y sus familias.