CINE. ‘Una femmina. El código de silencio’

Historia de empoderamiento con el trasfondo de la mafia

’Una femmina. El código de silencio’ (‘Una femmina’, Italia, 2022). Dirección: Francesco Costabile.Guión: Lirio Abbate, Serena Brugnolo, Adriano Chiarelli, F. Costabile.  Actores: Lina Siciliano, Fabrizio Ferracane, Anna Maria De Luca, Simona Malato. Duración: 120 minutos. Clasificación: apta para mayores de 16 años.

Las películas basadas en casos reales tienen el plus de la veracidad. No es fantasía, no es ficción, no es capricho de un productor ni historias descartadas de filmes anteriores, sino que lo que se ve, sucedió. Eso sólo ya las pone en otro plano. Y por detrás de la realidad, el tema en cuestión: en ‘Una femmina’, la mafia en Calabria, Italia, y el rol de las mujeres que tuvieron la voluntad de torcer el destino y salir de lo esperado.

Basado en la novela de Lirio Abbate ‘Fimmine Ribelli’ (‘Mujeres rebeldes’), el filme dirigido por Francesco Costabile cuenta la historia de Rosa, una joven que ya desde niña es testigo de cómo su familia se mueve entre las sombras de la apariencia. Con un recuerdo angustiante de su madre y conviviendo en una anormalidad opresiva junto a su primo, abuela y tíos. Nada de lo que cree es lo que realmente es, hasta que descubre los hilos que mueven al jefe de su familia y asume una personalidad hasta ese momento inesperada, que en definitiva se estaba cocinando a fuego lento.

EMPODERAMIENTO

‘Una femmina’ no escapa del todo a las típicas películas donde el sello ‘Ndrangheta (mafia calabresa) se hace presente, pero es en la tensión y en los constantes giros que se vuelve interesante. Las sucesivas situaciones contradicen a las anteriores y así la historia se desarrolla de forma secuencial aunque cortada, como si fuesen micro capítulos de un todo que bien podría ser más fluido.

Es que todo es solemne en la mente de Costabile y ahí reside tal vez lo adormecedor del relato, anteponer lo estético por sobre lo narrativo. Por suerte, las actuaciones equilibran lo pretencioso de esta majestuosa fotografía animada de 120 minutos de duración; y a la inquieta calma de su protagonista Rosa (Lina Siciliano) la atraviesan personajes contundentes como su primo Natale (Luca Massaro), su tío Salvatore (Fabrizio Ferracane) y su contrapunto Ciccio (Vincenzo Di Rosa).

Al lenguaje de hoy, podríamos decir que es una historia de libertad y empoderamiento femenino bajo las leyes de sangre, esas que los hijos varones heredan de sus padres en el descendente y criminal árbol genealógico de la mafia italiana. El final es casi eclesiástico, sacro, teatral. Digno de esas óperas que erizan la piel.

Calificación: Buena