“Hay que hacerle un service al programa, no se puede vivir con estas tasas”
Después de las elecciones el Gobierno tendría que cambiar su estrategia, sostiene el economista Lorenzo Sigaut Gravina. Debería convalidarse un tipo de cambio más alto. Es clave acumular reservas para que baje el riesgo país y fluyan las inversiones.
Hasta que las urnas no se pronuncien la economía continuará con esta marcha temblorosa, marcada a fuego por la incertidumbre. Todo quedará reducido entonces a las medidas destinadas a contener el dólar para no avivar la inflación. Cortoplacismo en estado puro.
Hacer la lectura de lo que puede ocurrir después es tarea de expertos. “Primero tenemos que atravesar este período que es complejo. Hay por delante una buena cantidad de semanas hasta las elecciones legislativas de octubre a nivel nacional. La primera parada será este domingo en la provincia de Buenos Aires”, explica Lorenzo Sigaut Gravina, director de análisis macroeconómico de la consultora Equilibra.
“Si hay un resultado inesperado para el mercado, puede descomprimir o tensionar más el escenario. Este panorama de tasas altas, presión cambiaria, intervención del Tesoro y el Banco Central vendiendo a futuro, lo vemos persistiendo hasta las elecciones de octubre -agrega el economista-. La pregunta es qué pasará el día después de las elecciones y en particular qué service se le va a hacer al plan económico”.
-¿Qué vislumbran?
-Va a depender en parte del resultado electoral. Siempre que un gobierno sale fortalecido tiene más chances, tiene más margen para operar después. Contaría con un mayor instrumental, más espalda para hacer reformas. En cambio, si no le va bien podría verse complicado. ¿En qué podría consistir ese service? Hoy la duda viene por el lado de las presiones cambiarias. Se supone que después de las elecciones el ruido electoral va a desaparecer y vamos a volver a un estado de mayor tranquilidad. No digo tampoco que vaya a ser óptimo. La pregunta es si en ese estado de mayor tranquilidad siguen faltando dólares. Ahí el problema quizás es la conjunción de factores que atraviesa la Argentina. Hay un stock de reservas netas negativo que para cuando pasen las elecciones estará en -u$s 10.000 millones. Hay vencimientos de deuda, sobre todo en 2026, que son más abultados que los de este año.
-El 2026 arranca con todo en materia de vencimientos.
-De alguna manera en 2025 no se acumularon reservas. Probablemente a fin de año se vuelva a relajar la meta pautada con el Fondo, que ya fue incumplida. Arrancamos el año en -u$s 10.000 millones de reservas netas y volveremos a estar en esa cifra cuando pasen las elecciones. ¿Es posible que en los últimos meses del año el Banco Central acumule muchos dólares? Sí, pero cada vez es menos probable que se cumpla la meta. Tendrían que llegar a -u$s 3.000 millones, es decir acumular u$s 7.000 millones en dos meses. No es imposible pero es poco probable. Entonces riesgo país no va a terminar de bajar. Prácticamente ahora está en los mismos niveles que antes del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. En ese momento había tocado los 900 puntos básicos y esta semana casi volvió a la misma posición. Hoy parece que las presiones cambiarias son muy grandes pero parte de eso responde a la estacionalidad típica. Los meses de agosto, septiembre y octubre son los más difíciles para sumar divisas porque cae la oferta de agrodivisas. También está la demanda por las vacaciones. Obviamente en los meses previos a las elecciones la compra de dólares, la formación de activos por parte de particulares es alta. Eso va a bajar un poco. La duda es si igualmente, sin poder abrir el financiamiento externo de corto plazo, no hay que salir de esta encerrona con un tipo de cambio más alto que permita comprar reservas, inyectar un poco de pesos, bajar las tasas y reiniciar la normalidad.
CAMBIO DE PLANES
-¿Hay que cambiar la estrategia, teniendo en cuenta que el sector productivo sufre con estas tasas?
-Seguro. Hay que hacerle un service al programa, no se puede vivir con estas tasas. Estamos hablando de tasas de interés reales positivas de 2% mensuales o más. Y eso no se sostiene. La pregunta es cómo se descomprime esa olla. En parte se va a descomprimir porque la incertidumbre electoral quedará superada.
-¿Que haya una mirada con cierto beneplácito, un guiño del Fondo por no cumplir la meta de las reservas, puede devolver la confianza a los inversores?
-No. Para mí el Fondo ha relajado la meta para fin de año. Lo que interesa es que cada vez que el Banco Central acumula reservas, baja el riesgo país. Cada vez que se estancó la acumulación o el Banco vendió dólares, el riesgo país subió. De hecho lo estamos viendo. Ahora cada vez que interviene el Tesoro se pierden reservas netas. Es lo mismo, el bolsillo de la derecha o el de la izquierda. Eso baja la chance de pagar la deuda en moneda extranjera. Si no hay reservas en el Banco Central no hay reaseguro de que se vaya a pagar esa deuda. Hoy en última instancia le puede volver a colocar una letra intransferible en dólares por los u$s 4.500 millones de vencimientos que hay a comienzos de enero. Eso en la medida en que el Banco Central tenga algo. Tiene los dólares del Fondo, está un poquito mejor, pero bueno… A diferencia de Macri, que arregló con los holdouts y le dieron plata de entrada, acá te están diciendo: “Acumulá reservas, demostrame que podés hacerlo, que hay capacidad de pago en moneda extranjera, y ahí te voy a prestar. No antes”. Hasta que la Argentina no vuelva a acumular reservas será difícil que el riesgo país baje para conseguir financiamiento externo. Estamos en una encerrona. Existe la posibilidad de que luego de las elecciones se decida descomprimir y subir el tipo de cambio real. Lo positivo es que con la disciplina fiscal se está logrando que no haya mucho pass through (pase a precios), es decir que la suba del tipo de cambio no se traslade significativamente a los precios. Tal vez con un 15% alcance para volver a acumular reservas.
-¿Hay que salir del esquema de bandas cambiarias?
-El tema de las bandas se puede reformular. El tema es el techo. Si un tipo de cambio más competitivo, que permita acumular más rápido reservas, está por encima del techo, entonces el techo no sirve. Porque van a terminar vendiendo reservas y se necesita comprar. Se puede reformular el esquema. Se puede terminar de liberar el cepo para las empresas, se puede ir hacia una flotación administrada. De fondo lo que se necesita es volver a acumular reservas y tener una tasa de interés razonable.
-Si se corre el techo todo el tiempo también se pierde credibilidad.
-Por eso puede ser una oportunidad para cambiar el esquema, liberar el mercado cambiario y después veremos qué se hace. Ese es un service que se necesita. Antes de los escándalos de corrupción el escenario que proyectaba el gobierno era hacer una buena elección y eliminar el llamado riesgo Kuka. Eso ratificaría a Milei como candidato con muchas chances en 2027 y ayudaría a bajar el riesgo país y facilitar el ingreso de capitales. Lo que sí me parece es que con un riesgo país en 900 puntos y una elección que creo que el gobierno ganará en octubre a nivel nacional, pero no tan contundentemente, ha bajado la probabilidad de tener ese escenario virtuoso.
-Mirando el escenario de vencimientos de deuda en enero, ¿hay riesgo de caer en default?
-No porque en última instancia están los u$s 14.000 millones del Fondo Monetario. Eso es un reaseguro que de última instancia el Tesoro le coloca una letra intransferible y listo. Tienen capacidad de pago con ese dinero. Después hay que repagarle al Fondo. Lo que debe ocurrir tras las elecciones es que el Banco Central vuelva a acumular reservas netas. Sino baja el riesgo país no ocurrirá por la cuenta capital sino por la cuenta corriente, y esto significa un tipo de cambio real más alto que incentive las exportaciones y desincentive las importaciones. Otra forma de generar divisas es con recesión. Pero tampoco es algo deseable. Argentina viene de 12 años de estancamiento con inflación elevada.
DISCIPLINA FISCAL
-El Gobierno ha hecho un estandarte de la disciplina fiscal. ¿Cuán sostenible en el tiempo es este ajuste si la economía no se pone en marcha?
-El ajuste fiscal se hace más complejo si hay una recaudación que cae en términos reales. Si gracias a la política monetaria contractiva y una política fiscal de equilibrio o sana ayuda a bajar el pass through, la salida lógica podría ser descomprimir por el lado de un tipo de cambio más alto y tasas más bajas para volver a crecer. Para mí con este nivel de tasas de interés en este tercer trimestre ya estamos en recesión. En julio la actividad fue menor a junio, y agosto viene peor. Eso continuará hasta octubre. Se puede llegar así a las elecciones pero no mucho más.
-Mirando hacia adelante, ¿puede cambiar la matriz económica argentina con el aporte del sector energético? ¿Tendrá en breve Argentina los dólares que tanto le hacen falta?
-La verdad es que este año tendremos u$s 6.000 o u$s 7.000 millones de superávit energético. Es un número interesante, sobre todo pensando que hace cinco años teníamos déficit. En alguna medida esto se debe a una política de Estado de la Argentina que se plasmó en 2013 con el acuerdo YPF-Chevron con Kicillof como ministro de Economía. Luego siguió con Macri y con Alberto (Fernández). De alguna manera lo continuó y usufructuó Milei. Creo que eso está y la pregunta es a qué velocidad se dará esto. Ahora lo que hay que exportar es gas y para eso hace falta infraestructura para llegar a puerto, y allí hay que tener los buques regasificadores. No se van a construir las plantas, al menos no en el corto plazo. Desarrollar eso llevará un tiempo pero las perspectivas están. Y en minería, donde lo más interesante es el cobre, hay mucho movimiento en el marco del RIGI (Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones) pero faltan 5 años para que sea operativo. Es decir que hasta 2030 no habrá un salto en las exportaciones mineras, al menos de cobre. La minería es una apuesta para después de 2027. Lo único que puede dar más dólares es el agro, si le sacan las retenciones. Algo de eso ha hecho el Gobierno.
-A partir de las necesidades fiscales, ¿queda margen para seguir bajando las retenciones a las exportaciones?
-Sacarse de encima la restricción externa es importante porque sino se necesita más tipo de cambio. En la medida en que el campo reaccione e invierta más el Estado puede recuperar por mayores volúmenes exportados. También se necesita que acompañe el clima.