Lo que vendrá

Hay intendentes con mucho miedo; en el macrismo no quieren a Macri

A escasas dos semanas de realizarse las PASO, la campaña electoral se ha convertido en una batalla de dudas y sospechas. Las encuestas han perdido la credibilidad porque los propios analistas confiesan que está todo muy confuso. Tal vez donde el fuego calienta más es en conurbano donde los intendentes que alguna vez fueron los fundadores del Grupo Esperanza y pretendieron lanzar la candidatura a gobernador de Martín Insaurralde, se sienten despechados y temerosos.

Reuniones por ahora secretas donde se sacan conclusiones políticas y económicas que los hacen temblar de zozobra. Ocurre que aquella iniciativa los enfrentó a Verónica Magario que dijo a mediados del año pasado que "Cristina va a elegir", siempre pensando que sería ella la señalada por la ex presidente.

Finalmente como siempre, la viuda de Kirchner no pudo con su genio y sin consultarlos impuso a Axel Kicillof. Magario peleó por lo suyo y consiguió ser candidata a vice gobernadora con la anuencia de La Cámpora. Los otros, que se sienten traicionados, bajaron la cabeza y con la boca grande aseguran que apoyarán las fórmulas Fernández-Fernández y Kicillof -Magario, pero con la boca chica aseguran que si triunfa el kirchnerismo, muchos se verán perjudicados por sus enfrentamientos con Máximo Kirchner y la cúpula camporista que les había prometido lugares en las listas provinciales, algo que obviamente no sucedió y los viejos "barones" se quedaran masticando rabia. Otro tema que les preocupa es que durante la gestión de María Eugenia Vidal recibieron fondos como nunca les había dado el kirchnerismo y temen que los K puedan castigarlos por sus pretensiones lo que se vería seriamente afectada su gestión al frente de los municipios. 

LOS MACRISTAN TAMBIEN DUDAN

Los ediles que respondieron a Cambiemos y ahora apoyan al Frente Juntos por el Cambio, también tienen dudas sobre la presencia del presidente en los actos de campaña. Ellos buscan la foto junto a María Eugenia Vidal pero preferirían que Macri no se haga presente porque para ellos le quita fuerza a la gobernadora. Desde la mesa organizadora de la campaña provincial aseguran que resulta imprescindible ganar las elecciones en Hurlingham e Ituzaingó y planean "sugerir"  que sea Miguel Angel Pichetto quien represente la fórmula presidencial del Frente para evitar que la "fiebre anti Macri" haga más daño entre los electores. La tercera opción era conquistar el distrito de San Martín, pero allí la relación entre Gabriel Katopodis y Alberto Fernández alejaría cualquier intento de éxito.

"Es más preferimos que venga Rodríguez Larreta que nos sirve como ejemplo de gestión", comentan los encargados de la campaña. Al parecer María Eugenia Vidal no desestima la posibilidad de perder las PASO contra Kicillof y lo dice casi públicamente; si bien muchos suponen que esta actitud forma parte de una estrategia que busca motivar a los votantes el Frente Juntos por el Cambio para que no dejen de ir a votar el 11 de agosto, la verdad es que la preocupación de la gobernadora es que sabe que debe romper el techo de votos y es consciente que Macri resta en lugar de sumar.

Ante estas dudas y aun a casi dos semanas de votar las primarias, los asesores de Vidal ya preparan la campaña pos Paso, que será, aseguran, mucho más duda que esta porque al conocerse las tendencias las estrategias deberán ajustarse a las medidas de las necesidades. Las encuestas, aunque pocos creíbles, encienden luces rojas como las de la tercera sección donde ven que la ventaja de Vidal sobre Cristina disminuye día a día. Lo que desde Cambiemos no cambiarán será el cierre de campaña de las PASO en la provincia que ya está decidido será en Vicente López, una tierra sin dudas. 

TODOS TIENEN QUE EXPLICAR

Algunos candidatos como Alberto Fernández está absolutamente obligado a tener que explicar cuáles son sus intenciones pero también cuáles son las de Cristina Fernández, además de buscar razones a su extraño silencio, algo que no  termina de comprenderse muy bien. Esto tiene irritado al elegido por la ex presidente para encabezar la fórmula presidencial, que se enoja con demasiada facilidad. No debe ser fácil para Alberto explicar lo que ni siquiera le explican a él.

También Pichetto debe responder a lo imprevisto de su cambio de bando, aunque él encontró una frase que repite con insistencia, "Estoy muy feliz de haber hecho lo que hice". De todos modos el kirchnerismo parece haber roto su campaña en tres partes, tal vez por la negativa de CFK de no hacer presentaciones públicas que no sean la presentación de su libro y su mala relación con algunos de sus propios candidatos como Sergio Massa, con quien se ha negado a sacarse la foto de campaña, tal vez deba hacerlo en el acto del Frente de Todos en la ciudad de Tigre, donde Massa todavía tiene peso político a pesar de haber perdido la intendencia. En la Cámpora no son tan optimistas y dudan sobre si Cristina irá o no al acto o hará que bajen al tigrense del escenario, al menos mientras esté ella.

Massa por su parte está dispuesto a tragarse todos los sapos que sean necesarios para conseguir esa foto porque sería como un certificado de reconocimiento.  La ex presidente en cambio, no puede digerir las cosas que su ahora aliado, dijo de ella después de dejar su gobierno como jefe de Gabinete, además de haberle infringido una dura derrota electoral. Por cierto capital de votos que Massa perdió en la peor jugada política de su vida. 

LA ENCUESTA DE LOS MERCADOS

Si los guarismos de los consultores dan como resultado alguna ventaja para Alberto Fernández en una supuesta segunda vuelta, los mercados se tornan cautos y comienzan a priorizar la toma de ganancias. Por el contrario si el que está por encima es Mauricio Macri con opciones de ganar el ballotage, surge una repentina euforia bursátil. Pongamos como ejemplo lo ocurrido el pasado viernes cuando se conoció una encuesta de Elypsis en la que se demuestra que la aprobación del presidente viene mejorando de forma tal que conseguiría la reelección en la segunda vuelta con una diferencia de 2,5 puntos, unas ocho décimas más que en el sondeo anterior, este solo dato bastó para hacer subir los papeles de los bancos más del 10% y el Merval un 5,3%. Así de sensible está el tema. Campaña con dudas, con miedos, con rencores y con preocupación del capital.