En los '90, en los Estados Unidos se lanzó el lema: `Hacia un mundo libre de drogas'. La frase célebre de la mujer del Presidente de ese país, Nancy Reagan, fue "solo di no''. Todo esto tuvo éxitos muy limitados. Se descuidaron las políticas preventivas, hubo escasos esfuerzos y las prácticas asistenciales no fueron apoyadas lo suficiente.
Las principales empresas que en los '90 apoyaban a los movimientos preventivos y asistenciales hoy forman parte del carnaval de las bolsas mundiales en la producción del cannabis tanto medicinal como recreativo. Mientras tanto el mundo estaba cambiando ya que el hombre se había convertido solo en una mercancía descartable que debía consumir también drogas. La prevención como sistema inmunológico de una sociedad era `cancelada', o sea atacada. Los intereses económicos eran superiores porque
Así, se llenan los servicios de pacientes con un grado de cronicidad nunca vistos y en edades juveniles y que dependen de una droga como un hambriento de la comida. Nada de esto parece ser escuchado.
La legalización progresiva del cannabis para uso medicinal y recreativo está creando un nuevo mercado legal en carrera descendente por el auge del mercado ilegal que la produce más potente y más barata sin pagar impuestos, que era el argumento de los gobiernos que la promovían.
El NIDA (Instituto Nacional de Drogas de los Estados Unidos), entidad rectora y formadora de muchos de nosotros, hablaba y demostraba que las drogas generaban una enfermedad cerebral con infartos en zonas claves del cerebro, defrontalización (el frontal es el lóbulo cerebral indicativo de las funciones superiores), epilepsias, etc., además de trastornos en todo el metabolismo corporal: cirrosis, hepatitis crónica activa, activación del envejecimiento celular, etc. Daños sociales, aumentos de delitos. ¿Importa esto?
El negocio está capturado por un puñado de grandes empresas de los países más ricos que ven descender sus ganancias y rentabilidades a medida que el mercado ilegal la hace más barata y más potente.
La empresa canadiense Canopy Growth pasó de ser una nave insignia a despedir 800 personas, con cierre de locales e inversiones. Las empresas líderes de producción valen cada vez menos, por ejemplo Curaleaf (canadiense) de 8 mil millones de dólares, hoy vale 2.400 millones. Cuarenta compañías de cannabis están perdiendo terreno y valor. California, en 2016, principal consumidor de cannabis legal para fines no médicos, contempla el autocultivo y las tiendas de venta. Sin embargo, la industria legal del cannabis recreativo está en carrera descendente. El grueso del mercado va para otro lado. Hay un mercado `negro' en manos de narcos y de cultivadores individuales.
Canadá, otro país líder, ve cómo la gente recurre al mercado ilegal, aunque ahora ya esta por asegurar la venta de cocaína en tiendas. ¿Importa la salud me vuelvo a preguntar en forma, quizás, inocente? En Canadá el 61 por ciento recurre al mercado legal y va en aumento los que recurren al ilegal.
En Uruguay, el 41 por ciento va al mercado legal (en farmacias) y el resto al ilegal que es más potente. Además, en todos los países que se liberó sin prevención ni centros de asistencias, estas sustancias aumentaron el consumo de todas las sustancias.
En el cerebro una vez que se descompensan los sistemas de placer naturales no distingue entre la marihuana y otras drogas. En términos futbolísticos: "se va por todo''.
A su vez en la Argentina ya hay empresas con participación mayoritaria del Estado Agro, genéticas que invierten varios millones de dólares, y zonas permitidas de producción de plantines con programas turísticos llamados `cannábico medicinal'. En una provincia cuyana hay 920 hectarias y 5 invernaderos. Decenas de municipios de todo el país tienen plantaciones autorizadas, así como autocultivos en casas.
De lo contrario, pulularán o ya pululan Skid Row, al lado de Beverly Hills, como un campamento de marginales que se asemeja a un `campo de concentración' sin alambrados. Muchos lugares de la Argentina se parecen. Los Angeles no es solo el lugar de las estrellas de Hollywood, avanzando por avenidas fastuosas con coches de última generación; es también Skid Row. Ahí 58 mil personas vagan con múltiples enfermedades en las calles de ese condado de cuatro kilómetros. La esperanza de vida no llega a los 48 años, mientras que el californiano medio llega a los 80 años. Y esto se da en la quinta economía del mundo.
Vamos formando rápidamente una sociedad `sin sujetos' en donde predominan los `ausentes' solo motivados por una sustancia en la cual se les va la vida. Sociedad de sonámbulos que deambulan con una vida regalada.