El rincón de los sensatos­

Hacia la sovietización del Ejército Argentino­

­El ministro de Defensa de la Argentina Jorge Taiana, montonero y procastrista, acaba de firmar un convenio por el cual los oficiales argentinos van a recibir entrenamiento en las academias militares de la Federación Rusa

 

Obviamente, además de entrenamiento van a recibir adoctrinamiento.­

Ya en 1982, durante la guerra de Malvinas, entre las condiciones que puso Moscú para ayudar militarmente a la Argentina, figuraba que nuestros oficiales fueran a formarse a la Unión Soviética. Lo que fue rechazado hace 40 años, será implementado ahora, representando así el primer paso hacia la sovietización de las Fuerzas Armadas de la Argentina. Porque la ideología de Putin y su ejército sigue siendo esencialmente soviética.­

Pruebas al canto. El dueño del Kremlin ha vuelto a poner al ejército ruso bajo la bandera roja comunista, también las gorras de los oficiales rusos lucen ahora la estrella roja de cinco puntas. Putin ha vuelto a poner la hoz y el martillo en las alas de los aviones de Aeroflot, sigue manteniendo en la principal plaza del país el mausoleo con la momia de Lenin, el feroz perseguidor de los cristianos de Rusia, pero sobre todo ha impulsado una impresionante campaña de rehabilitación y justificación del culto a la personalidad del tirano comunista José Stalin. Prácticamente no hay semana en que no se le dedique un nuevo monumento. Para el mandatario moscovita -lo ha dicho públicamente muchas veces- Stalin fue un gran gobernante, no importándole nada las decenas de millones de personas inocentes que el tirano asesinó en Rusia; a muchos, por el sólo hecho de profesar la religión cristiana.­

De hecho, la ideología de Putin es la misma de la Unión Soviética: el enemigo es Occidente y hay que ampliar las zonas de influencia del Kremlin en el mundo, apoyando a los regímenes de ultraizquierda, tal como sucede hoy en los casos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.­

Por ese motivo, es tan esencial para Putin el adoctrinamiento político de los militares, propios y ajenos.­

Al respecto, en el 2018, hubo una noticia que pasó bastante desapercibida en el mundo; tan solo el diario francés Le Monde recalcó su importancia. Putin recreó la Dirección Política dentro de la estructura del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, y nombró al frente de la misma al general Andrei Kartapalov, implicado en el derribo de un Boeing de Malaysia Airlines, con 298 personas a bordo en julio del 2014 sobre la región de Donetzk.­

Es decir, en la Federación Rusa ha renacido el ominoso instituto del comisariato político, creado por Lenin en 1918 y disuelto en 1991, al desintegrarse la Unión Soviética.Como es sabido, los comisarios políticos cumplían la misión de ser policías del pensamiento de los oficiales de las fuerzas armadas.­

Y al recrear este organismo de control y lavado de cerebros, no sólo no se trató de disimular su nefasto origen, sino que se subrayó la continuidad con la criminal policía política de la Unión Soviética.­

Alexandr Kanshin, alto funcionario del Ministerio de Defensa, declaró que era coherente volver a crear este instituto político-ideológico "en base a la estructura heredada de la GPU".­

GPU, CHEKA, NKVD, KGB, ahora FSB, son los distintos nombres a lo largo del tiempo de la mismo sanguinario órgano de represión política de la Unión Soviética. Donde, precisamente, comenzó su carrera Vladimir Putin, especializándose en venenos.­

Según Kanshin, el ejército debe tener "un poderoso sistema de educación ideológica". Sistema al que ahora van a ser sometidos los oficiales argentinos que viajen a la Federación Rusa...­

La Argentina se encamina así a formar parte de la órbita de un estado dictatorial -el de Putin- que nada tiene que ver con la identidad nacional y occidental de su pueblo, ni con sus valores de libertad.­