Guerra en Ucrania: la cuestión demográfica

Ucrania y Rusia están enfrascadas en una guerra de trincheras, pero las tropas rusas avanzan lentamente. La última actualización de situación podemos resumirla así: actualmente estamos presenciando ataques a lo largo de todo el frente y, a pesar de las grandes pérdidas, también incursiones exitosas y, en algunos casos, avances locales por parte de los rusos.
En la zona sureste de Kupyansk fue posible penetrar cinco kilómetros de profundidad en las posiciones defensivas ucranianas cerca de Tabaivka. Al parecer, el objetivo aquí es llegar al río Oskil y apoderarse de toda la zona al este. Más al sur, cerca de Terny, las tropas rusas avanzaron un kilómetro y luego se detuvo el ataque. También presenciamos intensos combates en las regiones de Svatove, Lyman, Bakhmut y Marjinka. Los ucranianos habían ganado terreno cerca de Bakhmut durante la ofensiva de verano, y ahora los rusos lo están recuperando metro a metro. En Avdiivka los rusos ganaron espacio al norte y al sur de la ciudad.

DESVENTAJA UCRANIANA
En cuanto a los soldados disponibles, actualmente tenemos una cierta paridad en el frente, por lo que la situación es equilibrada. Sin embargo, los ucranianos se encuentran en una enorme desventaja en lo que respecta a la munición disponible, tanto para artillería como para tanques de batalla principales y sistemas antiaéreos. Y el factor determinante es el recurso humano escaso.
Poco se habla en los medios de comunicación y en los círculos de análisis de la guerra europea acerca del “factor demográfico”.
Sabemos que la composición de la población, su estructura y su dinámica están fuertemente interrelacionadas con el recurso humano disponible para la defensa de una nación.
Entre las dimensiones contempladas no podemos dejar de tener en cuenta a la población y a los cambios que ocurren de forma continuada en su volumen y en sus características ante una guerra que lleva muchos años como guerra hibrida e irrestricta y dos años de guerra abierta. Esto, sin dudar, altera inevitablemente la estructura de las sociedades ucraniana y rusa, a la vez que, de forma dialéctica, genera cambios en los distintos sub-sistemas de la sociedad (economía, tecnología, cultura, política, educación) e influye en sus variables demográficas.
Recordemos que, ya en el siglo XIX, Emile Durkheim consideraba que las modificaciones en la población constituían un importante factor de cambio en las sociedades.
De esta forma y con solo una breve reflexión vemos que los llamados componentes demográficos, como la mortalidad, la fecundidad y las migraciones producen un impacto en el poder de combate de las naciones en pugna. Así, las cosas para el ejército ucraniano empeoran día a día, en forma más violenta que en el bando ruso.

RECLUTAMIENTO
Ucrania ha desperdiciado tantas tropas en esfuerzos imposibles, desde la defensa de Bakhmut hasta la absurda “contraofensiva” contra las inexpugnables líneas rusas, que ahora se le dificulta mantener sus líneas defensivas. Hace seis semanas, el exsecretario de Defensa británico, Ben Wallace, instó al gobierno ucraniano a reclutar a más jóvenes para cubrir las filas: “La edad media de los soldados en el frente es superior a los 40 años. Entiendo el deseo del presidente Zelensky de preservar a la juventud para el futuro, pero el hecho es que Rusia está movilizando a todo el país sigilosamente. Putin sabe que una pausa le dará tiempo para preparar un nuevo ejército. Tal como lo hizo Gran Bretaña en 1939 y 1941, tal vez haya llegado el momento de revisar la escala de la movilización de Ucrania”.
En una entrevista reciente con Pravda ucraniana, el columnista de The Economist, Shashank Joshi adoptó una posición similar: “Pregunta: ¿Existen recursos para aumentar el entrenamiento de los soldados ucranianos en el extranjero? Respuesta: Yo diría que uno de los mayores desafíos ahora es, en primer lugar, poder movilizar a más jóvenes ucranianos, lo cual, como ustedes saben, es un desafío, una cuestión política y una cuestión social”.
La ignorancia manifestada en estas posturas británicas se hace evidente cuando se echa un vistazo a la demografía de Ucrania: Cuando la Unión Soviética se disolvió, a finales de los años 1980, la economía de Ucrania se aceleró. De repente la gente se encontró muy pobre y sin trabajo disponible. Por eso se abstuvieron de tener hijos. Otros huyeron cuando comenzó la guerra y algunos de los jóvenes murieron en la guerra.
Mientras que actualmente hay alrededor de trescientos mil ucranianos de cuarenta años, hay menos de cien mil ucranianos de veinticinco años. Hay pocos hombres y mujeres en edad reproductiva y pocos recién nacidos. La independencia representó una catástrofe social y económica para Ucrania que perseguirá al país durante los próximos años.
El ejército ucraniano no puede reclutar soldados más jóvenes simplemente porque no hay más jóvenes. Los pocos miles de jóvenes que frecuentan Kiev son en realidad estudiantes universitarios cuyo conocimiento y trabajo son necesarios para afrontar las próximas décadas. Reclutarlos acabaría con cualquier perspectiva positiva que aún pueda tener Ucrania.
Después de que el gobierno ucraniano, por órdenes de los Estados Unidos, no estuviera dispuesto a hacer la paz con Rusia, el presidente ruso Vladimir Putin ordenó a sus tropas "desmilitarizar y desnazificar" Ucrania. Así, se hizo evidente que el principal objetivo ruso era desgastar al ejército ucraniano y no conquistar sus territorios. Y esto lo estamos explicando de diferentes maneras en La Prensa hace casi dos años, tratando de disipar la que hemos llamado ‘La Niebla de la Guerra 2.0’.
Ya algunos medios atlantistas van torciendo su opinión para tratar de no dar un golpe tan drástico y no poder justificar “los espejitos de colores” que nos vendieron durante casi dos años. Por ejemplo The Washington Post nos dice: “A casi dos años de la invasión rusa, las esperanzas de Ucrania de salir victoriosa se están desvaneciendo. El Kremlin controla aproximadamente una quinta parte del territorio reconocido como ucraniano por Occidente. La heroica resistencia de las tropas reclama mayor ayuda internacional”.

CONTRAMEDIDAS ADECUADAS
Siguiendo con el factor demográfico, podemos observar que los líderes políticos y militares ucranianos no han adoptado contramedidas adecuadas. En lugar de adoptar una actitud defensiva detrás de líneas sostenibles, ordenaron a sus tropas que atacaran implacablemente las líneas defensivas rusas. Como resultado, las pérdidas rusas fueron mínimas, mientras que las pérdidas ucranianas fueron inimaginables.
De acuerdo con la relación de poder de combate entre ambos contendientes, era previsible que todo esto acabaría mal en esa fallida contraofensiva. Actualmente, las fuerzas rusas están llevando a cabo ataques exploratorios a lo largo de toda la línea del frente. Cada vez que una línea defensiva local ucraniana ceda, lo cual es sólo cuestión de tiempo, los rusos avanzarán y cubrirán nuevos terrenos. Si no se toman medidas adecuadas por parte de la OTAN y su aliado Ucrania, las gotas que se escapan se convertirán en un arroyo, luego en un río y en una inundación que empujará al ejército ucraniano a una retirada total. Esta no es una expresión de deseos ni mucho menos, es solo una simple observación y análisis de la realidad.
El gobierno de Ucrania y sus partidarios todavía pueden impedirlo, pero esto requiere el reconocimiento del estado de situación en forma cruda y realista.
Pedir que se reclute a más jóvenes ucranianos (como lo hacen los funcionarios anglo-americanos) para morir representa la opción opuesta.
Sumado a estos problemas, en varios medios de comunicación ucranianos (en ruso) informan sobre planes para despedir a tal o cual general. Divisiones internas cada vez más marcadas.
Andrei Yermak, el jefe de la oficina de Zelensky y la eminencia gris detrás de él, se encuentra actualmente en los Estados Unidos, aparentemente buscando aprobación para la destitución del comandante en jefe del ejército ucraniano, general Zaluzny.
“Parece obvio que dos facciones rivales están tratando de prevalecer entre sí en la esfera de los medios de comunicación occidentales. Zaluzhny disparó su tiro en un artículo no autorizado de The Economist, y parecería que los partidarios de Zelensky están ejerciendo su propio contraataque paralelo”.
Lo dice CNN: “Zelensky se dispone a anunciar la destitución del máximo comandante de Ucrania en unos días a medida que crece la división por la guerra, dice una fuente”.