Gasalla: al maestro con cariño

Con libro y dirección de Diego Sebastián Oria, se presentó en el CCK un entretenido espectáculo humorístico-musical en homenaje al capocómico.

Con la presencia de su hermano Carlos y otros familiares; de Carlos Perciavalle, compañero de tantos escenarios; de artistas y funcionarios del área de Cultura, se celebró el lunes en el Auditorio Nacional del CCK una función especial del espectáculo ‘Planeta Gasalla’, que junto con una exposición de fotografías y la proyección de algunas de sus películas, rinde tributo a uno de los máximos capocómicos argentinos.

Fue una noche de emociones, claro que sí, por la ausencia del homenajeado debido a su delicado estado de salud; pero también de risas y recuerdos que atraviesan varias generaciones. Valeria Ambrosio, directora del ex Correo Central y a quien el secretario de Cultura de la Nación, Leo Cifelli, le encargó la realización del reconocimiento, confió a su vez en Diego Sebastián Oria la responsabilidad de escribir y dirigir una suerte de music hall con cuadros de baile, proyecciones de filmes y segmentos televisivos, y el remedo de algunos de los hilarantes sketches que Gasalla supo protagonizar.

 

LA HISTORIA

Oria imaginó como hilo conductor la llegada de dos extraterrestre, Urda y Pileta, que aterrizan por estos lares siguiendo la huella del enrulado humorista, al que un despótico mandamás (Perciavalle en versión video) les encomienda encontrarlo. Julián Sierra y Walter Canella componen a esas criaturas inocentes en su ignorancia del lenguaje local, que atraviesan todo el espectáculo y que a su vez van encarnando otros personajes populares de Gasalla como Mamá Cora y su vecina; Flora, la empleada pública, y su inefable compañera González, o los propios Gasalla y Perciavalle en clave de café-concert hacia fines de los años ‘60.

Tan respetuosa es la copia, y tan bien lograda, que no resulta hueca ni ofensiva en absoluto, sino un salvoconducto que permite volver sobre la figura de Gasalla para valorarla en su justa medida y con una sonrisa. Es mérito de Sierra y Canella este acierto, sin duda, y bien merece ser reconocido.

El resto del plantel artístico no les va en zaga: fogueados en las lides del teatro musical, todos sobresalen en algún momento del show, ya sea cantando, jugando pasos de comedia o zapateando. Tal vez el momento más logrado, entre varios, sea aquel en el que, con chapitas en los pies, varias de las criaturas de Gasalla (Soledad Dolores Solari, la Nena, la maestra Noelia, Matilde y más) se lanzan al centro de la escena en un cuadro formidable. Aplausos entonces para Flavia Pereda, Luis López Morera, Laura Silva, Marcelo Amante, Silvina Tordente, Ezequiel Carrone y Claudia Lavalle. Al piano destaca también en ciertos pasajes el maestro Bruno Malinverni.

Bien aprovechado el recurso del mapping, a cargo de Giselle Hauscarriaga (la misma creativa de ‘Querido Evan’), aunque algo esquemáticas las coreografías de Alejandro Zucchi. Iluminación, vestuario y peluquería ayudaron a plasmar en escena de manera acabada ese universo frondoso que germinó en Gasalla y que lo llevó del under al Maipo y al prime time televisivo.

 

ESTA ACA

Marcelo Polino, entrañable amigo del bufo, trajo, tal vez, el recuerdo más cercano del actor prendido a su sonrisa indeleble. Y hasta nos ilusionamos cuando casi sobre el final el guion imaginó al gran Antonio bajando por la platea arropado por el aplauso de la gente.

Bienvenidos sean estos homenajes en vida, respetuosos, sentidos, imaginativos, sin aroma a naftalina. Si hasta el público tuvo la chance de tomar la palabra en un tramo para compartir sus emociones, evocar películas y latiguillos acuñados por el cómico, celebrar su vida y su legado.

Fueron sólo dos las funciones de ‘Planeta Gasalla’ abiertas al público con entrada libre, pero el esfuerzo artístico y de producción amerita que se programe alguna más.