TEATRO: Oscar Barney Finn dirige ‘Muchacho de luna’ en el Palacio Noel

García Lorca: poesía en carne viva


‘Muchacho de luna’ Dramaturgia y dirección: Oscar Barney Finn, sobre textos de Federico García Lorca. Actores: Paulo Brunetti, Ligüen Pires. En el Palacio Noel (Suipacha 1422). Ultimas funciones: viernes 26 y sábado 27 de enero a las 20.


 

El jardín del Palacio Noel, donde funciona el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, ofrece un ámbito ideal. Un aljibe en el centro del espacio escénico sirve como eje de la acción. Al fondo, una hiedra que cubre con su verdor una añosa pared y una lánguida y altísima palmera. Un par de bancos a los costados y una silla en el extremo izquierdo. La correcta iluminación va increscendo a medida que se agotan las luces del día. 

Paulo Brunetti, actor argentino actualmente figura en la televisión, el teatro y el cine de Chile, reconoce el desafío de salir a escena solo, a transmitir la vida y obra de un autor de relevancia mundial, tan cercano a nuestra ciudad -hace noventa años caminó por ese jardín y visitó la casa vecina de Oliverio Girondo y Norah Lange-. Asume el reto. Por momentos veremos al actor, por momentos a Federico García Lorca. Luego de leer e investigar mucho, Brunetti hace presente la sensibilidad que tenía el poeta. Está solo con su alma, memoria y sensibilidad.

Una puesta sencilla, minimalista, sin artilugios, donde la palabra es la principal protagonista. Brunetti se desliza descalzo (chaleco y pantalón del mismo color, la camisa arremangada) de un extremo a otro. Se sienta, se para, enfrenta al público, entrega su voz y su cuerpo y los textos de ‘La casa de Bernarda Alba’, ‘Yerma’, ‘Bodas de sangre’, ‘Doña Rosita la soltera’, junto a una selección de los poemas de ‘Romancero gitano’, ‘Poema del cante jondo’, ‘La oda a Whitman’, ‘Poeta en Nueva York’, ‘Llanto por Ignacio Sánchez Mejía’, entre otros, fluyen con la entonación precisa, expresados con sencillez, colores y matices. Poesía viva en el poema y en el teatro.

Un recorrido dramatúrgico qque Oscar Barney Finn logra concretar no solamente por su experiencia sino, además, por su conocimiento exacto de la vida y la obra del autor granadino.

NARRACION

Si bien no es una puesta biográfica, están presente los títeres, la obsesión por la luna y la muerte. El amor a su madre, a la que le debe todo lo que es. La relación compleja con su padre, un caballero de Granada a quien le rogará que no le corte las alas. Al paso recuerda el vínculo doloroso con Luis Buñuel y Salvador Dalí. La soledad amarga del hombre cuando deja de ser poeta, sus amores y desengaños homosexuales. Estos espacios llevan adelante la narración y sirven de enganche dramático junto a la música que discretamente golpea entre texto y texto.

La presencia de Ligüen Pires aporta con su silencio un momento surrealista con su exótica belleza. “El duende no se repite, como no se repiten las formas del mar en la borrasca”. Y ese duende lorquiano poseyó a ‘Muchacho de luna’, que en poco más de sesenta minutos logra atraparnos por su sensibilidad y buen gusto.

Calificación: Muy bueno