SIETE DIAS DE POLITICA

Funcionaron las instituciones y la confusión política es total

La debilidad de la dirigencia permitió que la justicia actuase sin interferencias de los otros poderes y ratificase la prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos de Cristina Kirchner.

 

“La soberanía es un término de poder y quien lo use como un término legal llegará siempre a conclusiones insostenibles”. Ludwig von Ruchau, Fundamentos de Realpolitik (1835).

La condena a prisión de Cristina Kirchner y su inhabilitación para ejercer cargos públicos tuvo causas políticas y legales, pero las decisivas fueron las primeras. Fue su pérdida de poder lo determinante para que la justicia le aplicase el Código Penal como a cualquier ciudadano raso.

En los 17 años que duró el trámite de la causa la suerte electoral de CFK tuvo altibajos, pero el triunfo de Javier Milei en 2023 aceleró su ocaso. Tras el fracaso del gobierno que integró con Alberto Fernández y la abrumadora derrota de Sergio Massa, las señales de su creciente debilidad resultaron inocultables. Hicieron aún más notorio ese deterioro las elecciones provinciales realizadas en lo que va de este año y el lanzamiento de su candidatura a diputada por La Matanza. Quedó claro que su único objetivo era conseguir fueros para no ir presa por corrupción.

Cometió además otras torpezas. El envío al Senado por parte del Ejecutivo del pliego de Ariel Lijo para cubrir una vacante en la Corte Suprema era la oportunidad para encontrarle una salida a su compleja situación judicial.

Hubo numerosos trascendidos de que el ministro Ricardo Lorenzetti manejaba la negociación con la expresidenta por los votos de Unión por la Patria a favor de Lijo. El objetivo era, según estas versiones, cambiar la composición del tribunal para que Lorenzetti recuperara la presidencia perdida a manos de Horacio Rosatti, al mismo tiempo que CFK se beneficiaba con un trámite más lento de la causa que ya la tenía doblemente condenada y a la espera del pronunciamiento de la Corte.

Cualquiera haya sido la veracidad de eso rumores, lo cierto es que los senadores que obedecen sus instrucciones hundieron las candidaturas enviadas por el Poder Ejecutivo, fortaleciendo indirectamente la presidencia de Rosatti. Un grave error de la expresidenta cometido por arrogancia y por un cálculo falso sobre el verdadero alcance del poder que le quedaba.

Otro error consistió en no haber aceptado la mano que le tendieron en el Senado con la excusa de aprobar un aumento de los miembros de la Corte Suprema. El corazón de la propuesta era ampliar el tribunal para tener más cargos que repartir. Sin embargo, en la primera reunión de comisión su vocero, José Mayans, arremetió con un fulminante ataque contra todo el fuero federal e insistió con la destitución de la Corte.

Ese fue el penúltimo clavo en el ataúd de la expresidenta. Su candidatura a diputada fue el último. Obturado el camino del proyecto de ficha libre restaba solo el del pronunciamiento de la Corte y la Corte se abroqueló. Las evidencias de corrupción eran abrumadoras. La condena resultó unánime.

Hasta ahí, los antecedentes de la eliminación de Cristina Kirchner del escenario electoral. Sus consecuencias están por verse. En principio, la “pueblada”, el añorado 17 de octubre del 45 no se produjo, ni llegaron a la plaza los obreros de Berisso y Ensenada. Un gremialista de los mecánicos propuso una huelga general y desde la CGT le dijeron que la convocara él a ver cómo le iba. Los cortes de calle se disolvieron y el pico de violencia estuvo a cargo de una breve turba de La Cámpora contra un canal de televisión. Nadie cruzó el Riachuelo. Puerta de Hierro sigue en Madrid.

Más allá del ruido que el fallo generó en los medios y la relevancia de su valor histórico, la mayor parte de la sociedad lo vio como un asunto ajeno, algo propio de la esfera de los políticos. Se espera una marcha multitudinaria para el día en que inicie el cumplimiento de la pena. Se espera también que el apoyo del peronismo vaya perdiendo intensidad con el paso de los días.

Entretanto, la confusión en el peronismo es total. Si bien mucha dirigencia territorial se sacó un activo tóxico de encima, el liderazgo vacante complica el armado de listas y hay dirigentes como Axel Kicillof que no saben dónde ponerse. Cuando periodistas amigos le preguntaron si indultaría a la Cristina Kirchner en caso de llegar a la Presidencia de la Nación se hizo tal nudo que tuvieron que cortar la entrevista a causa de su peligroso abatatamiento. Tampoco parece dispuesto a reunificar las elecciones en su distrito.

La inhabilitación de CFK es disfuncional para Milei. Apostaba a polarizar contra la dirigente que tiene una de las imágenes más negativas del peronismo, pero deberá cambiar de estrategia. Es probable que haga campaña con los resultados obtenidos en macroeconomía, más específicamente, con la brusca baja de la inflación, la principal promesa de la campaña de hace dos años (ver “La inflación de los más pobres”). No es como competir contra CFK, pero tampoco una mala noticia.