Con la participación especial del pianista Nelson Goerner, en el Teatro Coliseo

Festival Rachmaninov

Festival Rachmaninov Sesión de apertura con los Conciertos para piano Nº 1en Fa sostenido menor, Op.1 y Nº 4 en Sol menor, Op.40 , y el poema sinfónico La Roca, Op.7. Dirección: Srba Dinic. Solista: Nelson Goerner (piano). Con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. En el teatro Coliseo.

En un año de acontecimientos pianísticos en nuestro medio, ya comentados, se añade este festival dedicado a Sergei Rachmaninov (1873-1943) compositor ruso, nacido en Novgorod, que abandonó su país por la era comunista para radicarse en Suiza y después definitivamente en los Estados Unidos, en California, donde falleció.

En virtud entonces, de la condición de cumplirse el sesquicentenario de su nacimiento, su recuerdo viene también a ponerse de relieve con su estilo romántico, continuador de la tradición rusa y sus condiciones de virtuoso intérprete del teclado que subyugaban al público por su natural elocuencia.

 

CAUTIVANTE

De ahí que la jornada de apertura de este ciclo, denominado ‘El Colón en la Ciudad’, tuviera como protagonista y recreador al pianista compatriota Nelson Goerner, de 47 años, que recibió recientemente una nueva distinción de la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina por su desempeño del año anterior y que viene consolidando una carrera de verdadero mérito.

A su vez, la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires volvió a recibir en el podio al maestro de origen serbio Srba Dinic, egresado de la Academia de Música de Belgrado y conocido de intervenciones anteriores en nuestro medio.

Ambos consolidaron de una manera impecable su labor conjunta, en esta lucida sesión con la OFBA, desde el primer concierto de Rachmaninov que abrió la velada (el Nº 1,en Fa sostenido menor) escrito en plena juventud, que precisamente aun lo muestra un tanto impersonal (lo compuso antes de los veinte años) pero avizorando ya su virtuosismo en el piano, en su aleación con una orquesta que niveló los planos sonoros con el teclado, donde Goerner volvió a brillar en el ‘allegro vivace’ final, con digitación cautivante y virtuosa.

La segunda parte se inició con el poema sinfónico ‘La Roca’, op 17, una composición de cerca de un cuarto de hora, donde la textura polifónica orquestal toma rasgos ilustrativos poemáticos, sobre una nube y una roca, inspirada en el poema homónimo del poeta romántico ruso Mijail Lérmontov. La ejecución del maestro Dinic con la OFBA dio una sutil y pulcra traducción a esa temática.

Entrados en la última parte del concierto, volvió a aflorar el Rachmaninov virtuoso del piano en su cuarto Concierto (el op.40 en Sol menor) que muestra su madurez y su efusión romántica tan festejada por los públicos, y sobre todo en los dedos de Goerner esa pirotecnia (vale el término) del ‘allegro vivace’, el tercer movimiento, que impactó al público plenamente. Los aplausos reclamaban su nueva presencia en el piano, lo cual fue con el compositor homenajeado, a través de ‘Lilac, Op 21 Nº 5’, una sutil página para la despedida.

 

Calificación: Muy bueno