Páginas de la historia

Federico Fellini

En el siglo XX el cine italiano produjo grandes directores: Vittorio De Sica, Rosellini, Antonioni, Visconti, Ettore Scola. Pero hubo otro, que es el número uno indiscutible: Federico Fellini.

La obra total de Fellini, compuesta por docenas de películas contiene algunas de excepción por lo que están ya incorporadas a la historia del cine universal. ¿Ejemplos? ‘La strada’, ‘Amarcord’, ‘La dolce vita’; y en cada una de estas, y de las demás, siempre está presente su biografía.

Reflejan repito, su propia realidad de pibe provinciano. Y se lo recuerda en la escuela primaria de Rimini, donde nace un 20 de enero de 1920, como un pequeño histrión siempre dispuesto a llamar la atención. En otras películas Fellini rememora su adolescencia en un colegio religioso, severo y triste. Y aparece en varias películas su primera juventud todavía en Rimini con sus monótonos paseos invernales a la playa fría y desierta.

También le quedó en la mente y lo traslada al cine, el Fellini de 20 años que observa la llegada del circo a su pequeña ciudad; su amistad con el payaso, con el que huye de su hogar siguiendo al circo. Pero descubierto por sus padres, debe regresar. Pero ya ha respirado el maravilloso aire de la libertad, sensación que no se le irá jamás.

Era Fellini un joven bohemio, ocioso, un dolor de cabeza para sus padres. Tiene 23 o 24 años cuando se va a vivir a Florencia. Hace caricaturas en los cafés. No es exactamente un mendigo pero tampoco es un artista. Se va luego a Roma. Allí hace caricaturas y periodismo en el diario ‘Il Popolo’.

Y un hecho anecdótico cambia su vida. Fellini está almorzando en un restaurante. Ha calculado mal y no le alcanza el dinero para abonar la consumición. En una mesa cercana almuerza un famoso actor del momento, Aldo Fabrizzi, que generosamente lo saca del apuro pagando por él. Simpatizan. Posteriormente lo introduce a Fellini en el mundo del cine.

Comienza escribiendo letras de canciones y pequeños monólogos. Conoce a una modesta actriz con la que se casa: Giulietta Masina.

Se vincula a Rosellini quien le encarga el guion de una nueva película: ‘Roma ciudad abierta’, en la que Fellini recrea el género de moda: el neorrealismo. Pero le agrega poesía y romanticismo. La dirige Rosellini.

ESCRIBIR Y DIRIGIR

Corre el año 1945. Fellini tiene sólo 25 años y le llega, como argumentista de ‘Roma ciudad abierta’, la fama. Ya quiere, no tanto escribir, sino dirigir. Y lo hace con mediana repercusión. Pero a los 34 años dirige ‘La Strada’ que obtiene muy buena repercusión. Y a los 40 la consagración total como director: crea ‘La dolce vita’, con Marcelo Mastroianni y la sueca Anita Ekberg. Ahora está y para siempre, en la historia del cine.

Fellini fue muy consecuente. Sus actores fueron casi siempre los mismos, como sus técnicos y argumentistas. El ejemplo máximo es el del compositor musical Nino Rota, al que eligió para todas sus películas, hasta el fallecimiento del músico en 1979. Fellini le sobrevivió casi 15 años.

Su último film –tenía más de 70 años- fue ‘La voz de la Luna’, que un canto al silencio. Es un homenaje al cielo estrellado de su infancia y a la felicidad que se encuentra en la soledad, cuando es voluntaria.

Un premio que lo enorgullecía fue el Oscar otorgado en 1963 en los Estados Unidos a la Mejor película extranjera por su película ‘Amarcord’.

En opinión de muchos el siglo XX nos dio dos mitos en la dirección cinematográfica: un sueco, Ingmar Bergman y un italiano, Federico Fellini, un hombre corpulento, de voz suave y trato gentil, salvo en el set de filmación.

Un día de junio, de 1993 un aneurisma de aorta, durante un paseo por Suiza, impone una intervención quirúrgica. Tres meses después, el 31 de octubre de 1993, muere Federico Fellini. Y un aforismo final para este genio del cine: “Este mundo viejo, sigue creando hombres nuevos”.