“Ojalá que llueva café en el campo”  canta Juan Luis Guerra en uno de sus temas más bonitos y famosos. Y el lunes, en el Four Season de Buenos Aires, vaya si no hubo litros de esta bebida para degustar, más sabiendo que nuestro campo no es capaz de producirlo y hay que importarlo desde otras partes del mundo.   

Durante toda la jornada, que culminó a las 21, más de cuatro mil personas se acercaron a Posadas 1086 para conocer todo el proceso de tostado del café, como así también concretar negocios, aprender de los baristas y de los diversos talleres que se celebraron en los salones: experiencias con cócteles, cupping de cafés y un workshop de maridaje con queso donde se mezclaban los distintos sabores de cada especialidad.

“La verdad que volver a tener Exigí Buen Café es maravilloso. Tenía mucho temor (de no realizarlo) porque no sabía si en agosto de 2022 iba a haber un nuevo virus, pero nos jugamos y toda la industria nos acompañó con esto. Hubo nuevos jugadores que entraron del país, tanto cafeterías como tostadores, y también gente del exterior que llegó con novedades. O sea, más allá de toda la situación de la pandemia y la economía, el café sigue creciendo más allá de que se diga que no va a haber. La gente sigue consumiendo, estará un poco más o un poco menos caro, y lo ves no sólo por la cantidad de expositores sino también por el público que no para de entrar” señaló a La Prensa Sabrina Cuculiansky, periodista gastronómica y directora del evento. 

Como ejemplo de esos nuevos actores estaba el stand de McDonald’s con su marca McCafé, cuyos empresarios quienes dialogaron con este diario sobre el café de especialidad que utiliza este sector,  que ya tiene 10 años en el mercado argentino.

“El grano que utilizamos es un blend de Cabrales que tiene la particularidad de que está certificado. ¿Qué significa esto?  Que se cosecha en lugares sustentables, y es de los pocos blends que se venden en el país con estas características. El Super Cabrales es un blend que se hace exclusivamente para McCafé, que es diferente del que se vende en el mostrador. Con él hacemos 6 tipos de cafés entre los capuchinos, expresos y frappés.  Esta es la primera vez que participamos en Exigí Buen Café y estamos muy contentos: es una oportunidad única porque podemos demostrar que estamos a la altura de las mejores cafeterías de especialidad”, señalaron empresarios de Arcos Dorados presentes en el evento.

MARCAS PRESENTES

Casi 30 expositores cafeteros se hicieron presentes en el prestigioso hotel. Hubo baristas, restaurantes y propietarios de cafeterías de especialidad que llegaron de Corrientes, Rosario, Santa Fe, San Luis, Córdoba, La Pampa y Mar del Plata, que estuvo representada por las firmas Eurocafé y Cabrales, cuya familia viene trabajando hace 8 décadas con cada vez más presencia y reconocimiento mundial. Así lo explicó Pilar Cabrales.

-Pasaron dos años desde la última feria. ¿Cómo se sienten luego de 2 años de parate?

-Estamos muy contentos de volver a encontrarnos con el mundo del café. Este es un lugar donde están los amantes del café, hay público nuevo, los competidores, y le hace muy bien a la industria ver que haya nuevos chicos formándose como baristas. Nosotros en nuestro stand estamos promocionando los cafés de origen y de la línea tradicional de Cabrales.

-Teniendo en cuenta la situación económica donde se hace más caro importar café. ¿Cómo están ustedes con el stock?

-En realidad es un día a día. Nosotros tenemos stock, no mucho pero tenemos. Pero creo que con el tiempo se va a ir regularizando, y nuestros clientes se pueden quedar tranquilos porque café van a tener.

-Cabrales es casi una marca registrada de la cafetería argentina…

-¡Sí, totalmente! Este año cumplimos 81 años, ya somos cuarta generación de una empresa nacional y marplatense, muy familiar. Trabajando con los conceptos y valores que supimos manejar, y comprando el mejor grano para brindarles a los clientes. La calidad es uno de los pilares y en eso no bajamos los brazos. Invertimos en nuevas maquinarias en el parque industrial de Mar del Plata y siempre innovando para estar a nivel mundial. Hoy tenemos café de Brasil, Colombia, Costa Rica, Honduras, México, Perú, la verdad que el abanico se abrió mucho y la gente está aprendiendo a tomar mejor calidad de café. Sabe elegir. Por eso nos viene bien esta feria, porque instruye y educa al consumidor, sobre todo aprender a tomar café tostado, que es puro y sin agregado de azúcar. 

Por otra parte, Carolina Baudracco, socia de Modo Barista, explicó todas las variedades que tiene la marca y cómo es el paladar del consumidor argentino. 

“Nosotros somos tostadores de café de especialidad. En este momento trabajamos con más de 11 variedades de diferentes partes del mundo y lo que buscamos es la trazabilidad. Ver desde el origen a la taza y que esté certificado con más de 80 puntos, es decir que las fincas trabajen con sustentabilidad y cuidado del medio ambiente”.

-¿Cuál es su café estrella?

-Por paladar argentino los que más se adaptan son los de Brasil y Colombia, más que nada por el sabor del café. Pero si nos vamos al mundo de la especialidad, los más exóticos son Kenia, Costa Rica, Etiopía, que son para paladares más exigentes. La verdad que estos cafés son alucinantes y los argentinos se están animando a probar algo distinto.

-¿Y el café exótico que empieza a probar el argentino?

-Como café exótico nosotros sumamos ahora el café orgánico. Trabajamos con una finca de Brasil que se llama Klem y también con otro micronano lote, que son pequeñas partidas de café en una reserva natural de la UNESCO en Ecuador, que es el que más nos resalta y sorprende porque es de otro nivel.

INTERNACIONAL

Además de las compañías nacionales, fue clave el apoyo de Probar Brasil, main sponsor de Exigí Buen Café, que difundió su propuesta de intercambio cultural gastronómica que llegó de la mano de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios Argentino-Brasileña.

No obstante, nuestro vecino no fue el único ‘extranjero’ sino que también se pudo apreciar el café de El Salvador, un país productor por excelencia que tiene mucha competencia en el Caribe frente a sus pares de Costa Rica, Honduras, Guatemala y Nicaragua.

“Realmente nosotros tenemos muchas bondades en nuestro café porque proviene de suelo volcánico, eso nos ayuda mucho a tener unas sierras muy fértiles que les dan una nota muy fuerte a nuestro café. Estamos por primera vez en Buenos Aires ofreciendo cafés de especialidad y es algo que nos emociona porque ustedes son muy cafeteros” resalta Ernesto Samayoa Denys, productor salvadoreño de cuarta generación y cofundador de la marca L’Etranger.

-¿Cuánto es lo que exportan hacia el mundo?

A la Argentina nunca hemos exportado. Y por eso hemos venido a esta feria, a buscar nuevas oportunidades, nuevos socios y amigos. Hemos tenido una mañana muy buena con muchas reuniones y actualmente estamos exportando a Europa, Medio Oriente y a Chile.

-¿Las condiciones económicas de la Argentina les son favorables?

Sabemos que hay condiciones desfavorables para los tostadores argentinos, pero donde hay crisis siempre hay oportunidades. Somos optimistas de que pueda haber una salida a esta crisis que los argentinos están viviendo para que nos permita ingresar nuestro café.

Marcelo Alas, otro de los productores salvadoreños que promueve la Marca País, cree que “el gran desafío es romper esa barrera donde solamente se consumen los cafés colombianos y brasileños. Los cafés de El Salvador, de Nicaragua, Honduras o Guatemala deben tener su puesto marcado en la escena cafetera local. Para nosotros es importantísimo que la gente nos conozca y diga “yo probé el café de El Salvador”.

-¿Qué es lo que diferencia al café de El Salvador con los del resto del Caribe?

-Cada país tiene sus particularidades, pero El Salvador es un país volcánico lo que hace que su tierra tenga notas exóticas. Una de las variedades que se creó es el Pacamara, que es un híbrido muy conocido en el mundo. Es equilibrado entre la acidez, notas frutales y de chocolate, con un grano bastante grande, denso, con lo cual los tostadores se sienten muy cómodos. El Pacamara siempre va a caer bien.