ROMA PROMETE UNA CITA FASCINANTE CON EL MAESTRO DEL CLAROSCURO
Excepcional muestra sobre Caravaggio
Con motivo del Año Santo se presentará en el Palacio Barberini uno de los más importantes proyectos expositivos jamás dedicados a la obra del genio de la pintura. Será un recorrido por una inusual cantidad de cuadros autógrafos, obras poco vistas y nuevos descubrimientos.
Quince años después de la última gran exposición sobre el genio de Michelangelo Merisi, conocido como Caravaggio (1571-1610), Roma inaugura la semana próxima una muestra “excepcional” sobre el maestro del claroscuro, como parte de los eventos culturales para los turistas y peregrinos que llegarán a la ciudad a lo largo del Año Santo.
La exposición Caravaggio 2025 tendrá lugar en el Palacio Barberini de la capital y permanecerá abierta hasta el 6 de julio, según anunciaron sus organizadores.
Será, según prometen, “uno de los más importantes y ambiciosos proyectos expositivos jamás dedicados a la obra” de este genio de la pintura.
La exposición es producida por la Fundación Nacional Galerías de Arte Antiguo, en colaboración con la Galería Borghese romana y con el apoyo de la Dirección General de Museos del Ministerio de Cultura, además del respaldo del socio principal Intesa Sanpaolo.
Contará con un número excepcional de cuadros autógrafos y un recorrido por obras poco vistas y nuevos descubrimientos en uno de los lugares más simbólicos de la relación entre el artista y sus mecenas.
La iniciativa se enmarca en los actos que Roma está llevando a cabo por el Jubileo, un evento católico que durará todo el año y por el que el Vaticano espera recibir a más de 30 millones de personas.
PRESTAMOS
"El título fue elegido no solo por la conexión con el Año Santo, sino también porque la exposición pretende hacer un balance de las novedades surgidas en los últimos años en relación con el artista", explica Maria Cristina Terzaghi, curadora de la muestra con Francesca Cappelletti y Thomas Clement Salomon.
Enriquecida con pinturas difíciles de ver para el público, nuevos descubrimientos y obras que se exponen en Italia por primera vez, así como con préstamos de excepcional importancia, la exposición reunirá un número inusual de cuadros del artista.
Todo para “ofrecer una nueva y profunda reflexión sobre la revolución artística y cultural del maestro” y “explorar por primera vez de forma tan amplia las innovaciones que introdujo en el panorama artístico, religioso y social de su tiempo”, el siglo XVI.
Una de las obras en exposición es ‘Judith y Holofernes’ del Palacio Barberini.
OBRAS
Entre las obras expuestas se encuentran el Retrato de Maffeo Barberini, presentado recientemente al público más de sesenta años después de su atribución al artista, y el Ecce Homo (1605), actualmente expuesto en el Prado de Madrid.
Este último cuadro, es una obra que se verá en Italia por primera vez en siglos.
“La pintura salió de Nápoles por orden de la virreina, esposa del virrey conde de Castrillo, quien, cuando la peste estalló en la ciudad, decidió regresar a Madrid llevándose con ella el cuadro que nunca fue devuelto. Pertenece a un coleccionista particular que lo prestó al Prado, que a su vez nos lo prestó generosamente para esta ocasión", explica Terzaghi.
La exposición se desarrollará cronológicamente "de manera bastante tradicional" también porque hoy los estudiosos pueden disponer de "datos ciertos sobre algunos puntos de inflexión fundamentales en la vida del pintor", subraya la experta.
Entre obras nuevas y obras maestras conocidas, el contenido de esta exposición "es un Caravaggio puro", resume Cappelletti.
"La Galería Borghese -explica la directora del museo romano- está presente con tres préstamos importantes, desde el Baco enfermo hasta el David con Cabeza de Goliat y luego San Juan Bautista, pinturas que probablemente acompañaron al artista en su última huida".
Otros préstamos de gran interés son la Santa Catalina del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, obra maestra de las colecciones Barberini que volverá al Palacio que la acogió, y Marta y María Magdalena del Detroit Institute of Arts, para la que el artista utilizó el mismo modelo que la Judith conservada en el Palacio Barberini, todas ellas expuestas juntas por primera vez.
La exposición será una ocasión para volver a ver juntos también los tres cuadros encargados por el banquero Ottavio Costa, Judith y Holofernes del Palacio Barberini, el San Juan Bautista del Nelson-Atkins Museum de Kansas City y el San Francisco en éxtasis del Wadsworth Atheneum of Art de Hartford.
También habrá obras vinculadas a la historia de la colección Barberini, como Jugadores de cartas del Kimbell Museum, Museo de Arte de Fort Worth, que regresa al palacio romano donde se conservó durante mucho tiempo.
La selección concluye con un importante préstamo de Intesa-Sanpaolo: El Martirio de Santa Úrsula, último cuadro de Caravaggio, terminado poco antes de su muerte.
Por decisión propia no se incluyen las pinturas de Caravaggio expuestas en las iglesias, que permanecerán en sus propios espacios a disposición de los visitantes y peregrinos.
No se incluyen las pinturas de Caravaggio expuestas en las iglesias, que permanecerán en sus propios espacios a disposición de los visitantes. En la foto, ‘La crucifixión de San Pedro’.
EL ARTISTA
Michelangelo Merisi, conocido como Caravaggio, nació en Milán el 29 de septiembre de 1571 y fue bautizado al día siguiente en la basílica de San Esteban. Cuando estalló la peste en 1577, su familia se trasladó al pueblo de Caravaggio (Lombardía), donde pasó su infancia. Su padre y su tío enfermaron y murieron poco después.
A los 13 años, en 1584, Michelangelo fue enviado por su madre al taller de Simone Peterzano (Venecia, 1535 - Milán, 1599), pintor manierista y alumno de Tiziano Vecellio.
Para cuando tenía 21 años, hacia 1592, probablemente poco después de la muerte de su madre, el artista decidió abandonar su natal Milán y trasladarse a Roma, donde trabajó para el cardenal Francesco María del Monte y otros mecenas.
Su temperamento irritable y violento lo obligó a abandonar Roma y trasladarse, huyendo, a Nápoles, luego a Malta y Sicilia, y de nuevo a Nápoles. Desde allí partió con la esperanza de regresar a Roma, pero enfermó y murió en la playa de Porto Ercole.
Siendo de origen milanés, el artista tiene, por lo tanto, una deuda evidente con los talleres de arte romanos y con la ciudad, dado que Roma "fue el eje de su carrera artística", como afirma Francesca Cappelletti, directora de La Galería Borghese, gran conocedora de Caravaggio.
OBRA TITANICA
En palabras del director general de los Museos, Massimo Osanna, Caravaggio 2025 representa "una obra titánica", porque es una prueba de la gran colaboración que requirió de los museos estatales, como el Palazzo Barberini y la Galleria Borghese, pero también de otros, desde Brera a los Uffizi, e incluso Capodimonte.
"Es una exposición -continúa Osanna- que el Ministerio de Cultura podía y debía hacer porque se basa en un proyecto de investigación riguroso y esto la convierte en portadora de conocimiento".
Y esto es más importante que hacer grandes números, lo que, sin embargo, dado el atractivo del evento, no sería una sorpresa: "una exposición de este tipo -dice Salomon- puede atraer a 600-700 mil visitantes, pero hay que tener en cuenta los espacios expositivos; no queremos que el visitante se quede sin aliento, queremos ofrecerle la experiencia de aprendizaje más agradable posible y en ese sentido haremos lo mejor que podamos".