Esta semana también fue interesante para el analista de mercados. Las nuevas cifras de Estados Unidos muestran una aparente calma en el proceso inflacionario pero persiste la sensación de que la tasa de interés (que, como recordará, escaló de cero a un 5 por ciento en tiempo récord) se encuentra en un nivel insostenible para la correcta marcha de los negocios y para evitar una recesión que se nos vienen encima.
Esos números indican que la principal economía mundial ha entrado entrado en una meseta. Los próximos días veremos la cifra crucial de desempleo. Si se repite el deterioro, todo el mundo celebrará la posibilidad de que la Reserva Federal modere las restricciones monetarias como respuesta, pero el enfriamiento del nivel de actividad no será cosa sencilla ni rápida de resolver. Y debemos tener en cuenta que a pesar de un año seguido de subas indiscriminadas de la tasa de interés, la inflación cayó solamente del 8,5 % al 6% anual. No es mucho teniendo en cuenta los daños que está causando el desmesurado viraje de la Fed. La crisis bancaria puede o no haber sido atajada, pero ahora todo indica que el mercado deberá lidiar con una fuerte caída en la actividad.
La significativa baja registrada en febrero de los indicadores de Ingreso (+0,3%) y de Gasto de Consumo Personal de los estadounidenses (-0,1% ajustado por precios) debería hacerlo reflexionar, amigo lector, respecto de sus inversiones. La Fed nos lleva al abismo. Recuerde el concepto de inercia: algo cae porque algo o alguien lo empuja. Y para peor estamos en el peor de los tres escenarios de desaceleración: el de pendiente negativa. Es la caída de la bola de nieve por una ladera. Estemos atentos.
Mirando este escenario asustante ahora un 52 % de los consultados en Wall Street esperan que la Fed no suba la tasa en mayo. Un 48 %, apuesta por un incremento del 0,25 %.
Respecto al mercado local, el anuncio del Ministerio de Economía que procederá a liquidar bonos en dólares de las entidades públicas tuvo como consecuencia un pequeño movimiento inicial a la baja en el dólar contado con liqui pero el viernes ya estaba otra vez en torno a los 403/404 pesos. Y como guinda, el fallo contra la Argentina en Estados Unidos por la reestatización de YPF. Nos cuestan carísimo a los ciudadanos de este bendito país esos malditos políticos populistas que creen que pueden hacer cualquier cosa por encima o por debajo de la ley.