Desde el 19 a la noche se respira otro aire. La mayoría del pueblo argentino se inclinó por un cambio profundo, inédito en estos cuarenta años de gobiernos elegidos por el voto popular. Volvimos a sentir algo que hace tiempo habíamos perdido: la esperanza.
El miedo al continuismo del peronismo kirchnerista y las alentadoras propuestas de una fórmula presidencial constituida por un liberal y una conservadora, volcaron a muchos a participar en el acto eleccionario no solamente con su voto, si no como nunca antes había ocurrido, ofreciéndose para fiscalizar para la fórmula de La Libertad Avanza. Fue un hecho inédito. Jamás una agrupación política que casi no tiene estructura recibió tantas adhesiones de ciudadanos que no son militantes políticos para fiscalizar. Es así como hombres y mujeres grandes y jóvenes que apenas tienen edad para votar, se ofrecieron para tan importante tarea sin pedir nada a cambio. La gente vio que estaba en juego el futuro de su familia y de la patria, y tomó conciencia del riesgo: un gobierno kirchnerista encabezado por el matrimonio Massa-Galmarini y su vocación de adueñarse del poder.
La corrección política se vio sorprendida. Esa "corrección incorrecta", hizo que una multitud silenciosa actuara con firmeza y decisión para frenar toda esta locura cultural globalista impuesta por la casta política y mediática.
Gran parte de la gente se hartó del relato setentista y del todos y todas. ¡Qué lindo que es volver a escuchar a un presidente y una Vice que en su mensaje a la ciudadanía digan simplemente argentinos!
La corrección política alejó a la gente de los políticos y de los medios tradicionales. Con el relato no se come ni se llega a fin de mes.
LA LUCHA PROVIDA Y SUS FRUTOS
Como siempre, Argentina es imprevisible y hace dos años ni podíamos siquiera imaginar este escenario. Sin embargo, un antecedente mediato podemos rescatarlo de la movida que en 2018 se realizó desde los grupos provida. Nos dimos cuenta de que nada se cambia si no se llega a lugares de poder y que juntos podíamos ser muy poderosos.
La titánica tarea que intelectuales como Agustín Laje, Nicolás Márquez y otros emprendieron para llevar a muchos jóvenes a reflexionar, formarse y estudiar las consecuencias del progresismo, fue un impulso renovador y fresco de la nueva derecha.
Aprendimos que, para reformar la sociedad, la batalla política sin la cultural, se muere en el intento, pero que la cultural sin la política queda pataleando en el vacío.
CAE EL PRIMERO DE LOS MIEDOS
La campaña del miedo caló con fuerza. A veces tomando algunas afirmaciones fuera de contexto, otras tergiversando los discursos, otras simplemente creando una narración surrealista, la cuestión es que algunos que creyeron en todo lo que insistentemente se decía en los medios. Incluso quienes votaron por La Libertad Avanza se debatieron entre dos miedos. La elección pasaba por el menos peligroso y el miedo a la continuidad kirchnerista fue más fuerte.
Esperamos que de a poco esos temores vayan cayendo uno a uno, a medida que el tiempo avance y la verdad vaya quedando a la luz. El primero ya cayó: “El papa Francisco no será recibido y se cortarán las relaciones con el Vaticano”, decían. Ok. El Presidente electo y el Papa mantuvieron una conversación telefónica cordial en la que el segundo lo felicitó por su logro y el primero lo invitó a venir, aclarándole que será recibido con los honores correspondientes. Primer mito, caído.
VALENTÍA, PERSEVERANCIA Y PACIENCIA
La alegría de los nuevos vientos no nos impide ver que no se llegará a la resurrección de la Argentina sino a través de una dolorosa pasión. Que vendrán tiempos duros, nadie se atreve a negarlo. Decía el famoso logoterapeuta Viktor Frankl, citando a Nietzsche que “quien tiene un para qué puede soportar casi cualquier como”. De eso se trata. Saber que al final del camino, algo mejor nos espera.
Tres virtudes tendremos que ejercitar. Valentía, para enfrentar lo adverso, perseverancia para no claudicar ante los primeros fracasos y paciencia para reconocer que, como dijo alguna vez CFK (hay que reconocerlo): “no es magia” Y fueron muchos los años de destrucción para pretender que de repente se recupere todo lo perdido.
La visión realista no nos puede faltar. Seguramente también habrá entre los que asuman lugares de poder algunos impresentables, otros amigos de lo ajeno y lobos con piel de oveja. Los hay en todos lados. La cuestión es que no sean mayoría. Lograr un gobierno en el que los “buenos” también lleguen, es un avance.
Una visión realista que también nos permita ver los desvíos, marcarlos y ayudar a corregirlos. Las “cabezas de termo” y los “justificadores de todo”, sean del signo que sean, son también un mal a erradicar.
CORDEROS Y LEONES
Quizás sea necesario, -y lleve tiempo- una reforma de fondo social y personal. Dijo Milei en más de una oportunidad: “No vine a guiar corderos, vine a despertar leones”. De todos dependerá proteger la vida, la familia, la propiedad y la libertad. Ojalá estemos a la altura.
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