La mirada global

Eramos más felices con Mauricio Macri

En un ránking de 143 países, la Argentina se encuentra en el puesto número 48 del Índice Mundial de Felicidad, que todos los años publican en colaboración Gallup, el Oxford Wellbeing Research Centre, la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU y el Consejo Editorial del Informe Mundial de la Felicidad (WHR por sus siglas en inglés).

Finlandia, en el puesto número 1, y Afganistán, en el 143, están en los dos extremos de la lista basada en encuestas que muestra que, más allá de la violencia narco, el país más feliz de América Latina es México (puesto 25). Los sondeos se hicieron el año pasado.

CONFORME PASAN LOS AÑOS

La publicación coincide con el Día Internacional de la Felicidad (20 de marzo) y se centra este año por primera vez en analizar la felicidad en las diferentes etapas de la vida.

Los autores apuntan que tradicionalmente se asocia la felicidad a la juventud y se piensa en la vejez como una etapa de la vida menos feliz, pero la realidad actual desmiente esas ideas.

“La tendencia global positiva en la satisfacción vital entre las edades de 15 a 24 años acabó con la pandemia del coronavirus”, concluye el trabajo. Al menos, en el Primer Mundo.

Estados Unidos cae por primera vez en más de una década del top 20 de los países más felices del mundo impulsado, especialmente, por la bajada en la percepción de la felicidad de sus jóvenes. El Informe Mundial de la Felicidad 2024 lo sitúa en el puesto 23, mientras que en la edición del año pasado ocupaba el 15.

La población entre 45 y 60 años es la menos feliz en la Argentina.

"Los diez países en la cabecera de la lista siguen siendo prácticamente los mismos desde antes de la pandemia de covid", destaca el informe.

A Finlandia, que lleva en el puesto número uno desde hace siete años, le sigue de cerca Dinamarca y luego van Islandia, Suecia, Israel, Países Bajos, Noruega, Luxemburgo, Suiza y Australia. Después dicen que el dinero no hace la felicidad.

Los últimos son Afganistán (143), Líbano (142), Lesotho (141), Sierra Leona (140), República Democrática del Congo (139), Zimbabue (138), Bostwana (137), Malaui (136), Esuatin (135) y Zambia (134).

Entre los países latinoamericanos objeto del estudio Costa Rica (puesto 12) es el mejor situado, seguido de México (25), Uruguay (26), El Salvador (33), Chile (38), Panamá (39), Guatemala (42), Nicaragua (43), Brasil (44), Argentina (48), Paraguay (57) Honduras (61), Perú (68), República Dominicana (69), Bolivia (73), Ecuador (74), Colombia (78) y Venezuela (79).

Rusia y Ucrania, enfrentados desde 2022 en una guerra sin visos de solución por ahora, están en el puesto 72 y el 105, respectivamente.

De la comparación entre generaciones hecha este año se deduce que, en promedio, las personas nacidas antes de 1965 -boomers y sus predecesores- son más felices que aquellas que han nacido después de 1980 - millennials y generación Z-.

Hablando concretamente de países, el que tiene a los niños y jóvenes menores de 30 años más satisfechos es Lituania y, para los mayores de 60 años, Dinamarca es el país más feliz del mundo.

AL CALOR DE LA CRISIS

Cómo se dijo, la Argentina ocupa el lugar número 48, con 6,26 puntos (Finlandia está en 7,80). En los últimos ocho años, el valor medio para nuestro país fue de 6,30 con un mínimo de 5,93 en 2020 y un máximo de 6,65 en 2016, es decir, antes que comenzara la crisis económica que se extiende hasta nuestros días.

Subimos cuatro lugares en la tabla, en relación al informe anterior. Pero en 2017 -cuando gobernaba Mauricio Macri- estábamos en el puesto número 27 y desde allí, barranca abajo.

El PBI per cápita, la esperanza de vida saludable, tener a alguien con quien contar, libertad para la toma de decisiones, la generosidad y la corrupción son las seis variables claves que hacen a la categoría de "evaluación de la vida", la más influyente en el ránking.

La población menor a los 30 años es la más feliz en la Argentina, mientras que los que se ubican en el rango entre los 45 y los 60 años, ¡ay!, son los menos felices. En términos de la fluctuación en el tiempo, la Argentina cae al puesto 84 mostrando un leve decrecimiento de la felicidad. ¡Es la economía estúpido!, parafraseando la frase de campaña de Bill Clinton en 1992.