Entusiasmo, superstición e inseguridad: la compleja relación de los usuarios con la tecnología

La multinacional de servicios informáticos Kaspersky acaba de difundir un informe global basado en una encuesta, en el que indaga sobre la interacción entre los consumidores y el mundo digital. Con un enfoque singular, este trabajo nos muestra una relación marcada por una mezcla de entusiasmo, superstición e inseguridad. El documento (titulado “Entusiasmo, superstición e inseguridad: cómo los consumidores globales interactúan con el mundo digital”) se compone de tres partes que analizaremos a continuación.

La primera parte (“Supersticiones digitales”) describe cómo la tecnología digital está transformando la vida cotidiana de las personas mediante una comodidad y una conectividad que no tienen precedentes en el mundo moderno. Según el informe, el 75% de los usuarios encuestados confirma que la tecnología ha facilitado su vida de distintas maneras, que van desde la automatización de tareas tediosas hasta el acceso inmediato a entretenimiento y comunicación. La automatización de tareas diarias, el acceso a entretenimiento sin fin o la capacidad de mantener contacto en vivo con seres queridos en cualquier parte del mundo, son tres de las posibilidades más valoradas por los usuarios encuestados por Kaspersky respecto a la tecnología digital.

Sin embargo, el avance de la tecnología también plantea algunas dudas. Los consumidores se enfrentan a desafíos que generan incertidumbre, como la velocidad de los avances tecnológicos y la dificultad para mantenerse actualizados en un entorno que cambia constantemente. Esta sensación de desactualización es compartida por un 61% de los usuarios encuestados, lo que contribuye a la aparición de creencias o supersticiones digitales. Con este último término Kaspersky define a “los temores sobre el mal funcionamiento de dispositivos o aplicaciones que no se utilizan adecuadamente”. Las cifras muestran que un 35% de los encuestados atribuye factores “casi místicos” a estos fallos tecnológicos, lo que muestra una relación ambivalente con la tecnología.

A pesar de estas dudas, la aceptación de la digitalización continúa en aumento: un 68% de los encuestados afirma que prefiere vivir en un mundo cada vez más conectado, a pesar de las posibles amenazas de seguridad que empiezan a emerger. En una actitud marcadamente humana, los consumidores necesitan sentir que están en la vanguardia y por eso aprovechan la conectividad y disfrutan de las ventajas inmediatas, aunque la falta de un conocimiento profundo sobre ciberseguridad y el manejo seguro de computadoras, tablets y smartphones ensombrecen esta tendencia.

En “Supersticiones digitales: mitos y realidades en la era de la tecnología”, el informe explora el curioso fenómeno que mencionamos algunas líneas atrás. Aunque la sabiduría popular vincula las supersticiones con aspectos culturales o irracionales, Kaspersky muestra cómo los usuarios aplican este tipo de creencias al uso de dispositivos y redes digitales. Un 29% de los encuestados cree que sus dispositivos pueden fallar si no siguen ciertos rituales o patrones de uso, como reiniciarlos cada día o evitar sobrecargarlos con demasiadas aplicaciones. Un ejemplo común es la idea -errónea- de que los teléfonos o computadoras tienen “personalidades” y, por ende, algunos dispositivos “deciden” funcionar mejor o peor dependiendo de ciertos factores. Este tipo de creencias nos muestra que todavía existe una falta de comprensión acerca de los procesos técnicos detrás de la tecnología.

Estas supersticiones también orientan decisiones de compra y comportamientos de uso. Por ejemplo, un 40% de los encuestados en mercados emergentes cree que descargar aplicaciones en horarios específicos o mantener ciertos patrones de uso puede optimizar el rendimiento de sus dispositivos. Aunque estas prácticas no tienen ninguna validez técnica, el informe muestra que estas “supersticiones” ayudan a las personas a sentir que tienen algo de control en un ecosistema digital que suelen percibir como caótico.

En realidad, estas creencias poco ortodoxas ocultan una creciente preocupación por la ciberseguridad. Un 58% de los usuarios teme ser víctima de algún tipo de ciberataque y este temor los está llevando a desarrollar conductas para protegerse que rayan en lo supersticioso, como evitar conectar los dispositivos a determinadas redes públicas o realizar transacciones online en momentos específicos del día, lo cual, desde ya, no siempre se trata de una práctica de ciberseguridad efectiva.

El tercer y último capítulo del informe (“La inseguridad y la ciberseguridad: el talón de Aquiles del mundo digital”) aborda uno de los temas más complejos y críticos: la inseguridad en torno a la privacidad y los datos online. A medida que los consumidores se van integrando a su entorno digital, las preocupaciones por el robo de información, el espionaje o las brechas de seguridad también van aumentando. Según el informe, el 73% de los usuarios afirmó que se siente preocupado ante la posibilidad de que sus datos personales sean robados o utilizados sin su consentimiento. Además, un 67% se muestra escéptico ante la posibilidad de que las empresas tecnológicas puedan proteger de manera efectiva su privacidad.

El punto más revelador del informe nos muestra cómo, a pesar de las preocupaciones por la seguridad, muchos consumidores se niegan a adoptar medidas básicas para protegerse. Por ejemplo, un 43% de los encuestados admite que sigue utilizando contraseñas débiles o fáciles de adivinar, mientras que un 47% no utiliza autenticación de dos factores para acceder a sus cuentas más sensibles, como correo electrónico o homebanking. Si bien existen trabajos que dan cuenta de algunos avances en materia de concientización popular con la ciberseguridad, el reporte señala la falta de actualización de software y la omisión de medidas de seguridad básicas como los dos problemas más comunes. Para Kaspersky, la mejor manera de contrarrestar esta desventaja está en la educación en ciberseguridad y en la necesidad de desarrollar hábitos digitales responsables, especialmente en un contexto donde las amenazas parecen evolucionar a toda velocidad.

Tras repasar brevemente los tres ejes del trabajo de Kaspersky, ¿qué podemos hacer nosotros, los usuarios? El informe cierra con un llamado a la acción: debemos ser más proactivos y tomar la iniciativa en la gestión de nuestra propia seguridad digital. Esto implica la adopción de medidas simples pero efectivas, como el uso de gestores de contraseñas, estar siempre pendientes a las últimas actualizaciones de software y evitar compartir información personal innecesaria: incorporar estos tres hábitos a nuestro entorno digital puede marcar una diferencia fundamental. No obstante, eso representa sólo la mitad de la solución. La industria tecnológica tiene la responsabilidad de diseñar dispositivos y aplicaciones que sean más intuitivas y accesibles para fomentar una cultura de ciberseguridad confiable: de acuerdo al informe, es lo que más de la mitad de los usuarios considera necesario para sentirse seguros en su entorno digital.

(*) General Manager para el Grupo Dinatech.