En búsqueda de la empatía

Constanza Macras y la compañía Dorky Park se presentan en el San Martín.

Nuevamente están en Buenos Aires Constanza Macras y la compañía Dorky Park. Destacada coreógrafa formada en Buenos Aires y Europa, creó compañías como Tamagotchi Y2K y en 2003 en Berlín, con Carmen Mehner, la Dorky Park, recorriendo el mundo con una multiplicidad de obras.­

Los temas sociales forman parte de su repertorio. Así, integración, segregación y el desafío de la globalización son motivos que la compañía aborda. Esta vez, al presentar 'I feel you', se ocupa del análisis de los sentimientos en profundidad que despierta la ejecución musical. Y la materia a utilizar son canciones de artistas conocidos y un ecléctico programa musical que abarca desde Albinoni o Haendel hasta el contemporáneo Pink Floyd. A su grupo de bailarines, esta vez se incorpora como invitada a la argentina Constanza Agüero, del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, y en el plano musical a Robert Lippok, singular compositor y artista visual.­

Radicada en Berlín, pero en constante gira por distintos lugares del mundo, Constanza Macras y la compañía Dorky Park con su grupo de artistas de distintos países, acaban de abrir la temporada del Complejo Teatral de Buenos Aires en el San Martín con la presentación de 'I feel you'. La Prensa estuvo con ella.­

 ­

CONTRAPUNTOS­

-¿Qué encontró en la danza cuando la elegió o ella la eligió a usted?­

-Era muy chica. Empecé a bailar a los 8 años y esa no es una edad para tomar decisiones. Pero, a los 18, cuando terminé el colegio, estudiaba teatro y diseño de indumentaria porque tenía miedo de que no iba a poder vivir de la danza, pero después de un año me di cuenta que sólo me quería dedicar a la danza, aunque fuera lo menos factible, así que dejé el resto de las actividades.­

-Fiel a su concepto de búsqueda, cuéntenos qué propone al espectador con su espectáculo.­

-'I feel you' es una pieza principalmente de danza, cuyo único texto son las letras de las canciones. El tema principal de la obra es la empatía. Cómo fácilmente se puede caer en la compasión o la crueldad ante las canciones, sin involucrarse intelectualmente en ese proceso, produciendo un fenómeno de causa común de las redes (la coreógrafa alude a 'Salvar a Britney', la campaña desatada por Internet para apoyar a la cantante en su pedido de librarse de la tutela legal paterna). La empatía ante las canciones se manifiesta en la imitación, en bailar una serie de pasos y sentirnos parte de algo que no se sabe que es, los sentimientos que nos invaden sin que podamos explicar bien porque a través de la música, que es una gran fuente de manipulación emocional. Así composiciones grandiosas terminan en comerciales que cada vez más nos quieren hacer llorar para comprar un auto o un seguro. (Y nos tienen que hacer llorar rápido). En esta obra, particularmente, me interesa el fenómeno de imitación de las emociones, sin pasar por un lugar cognitivo necesariamente. Un año, me reencontré con mi madre, y había perdido completamente la memoria, y cuando no me reconoció me puse a llorar, y ella se puso a llorar también, pero no porque me reconociera, sino por verme llorar. ­

-En su obra 'El Pasado' que también presentó en el teatro San Martín se hablaba de un tema límite como la memoria de la guerra, pero semejante tema convivía con el sentimiento del absurdo y el humor. ¿Sigue trabajando con situaciones antagónicas?­

-Sí. Las secuencias antagónicas son parte de mi lenguaje creativo, aunque en 'I Feel You' se examina más cómo se manipulan los sentimientos por parte de la música.   ­

­

EL FUTURO­

-Desde 1995 vive en Berlín, en un momento cuna de vanguardias artísticas, corazón de la bohemia. ¿Cuál es su impresión del Berlín actual en cuanto al arte y los artistas?­

-Berlín sigue siendo una de las ciudades donde se desarrolla una gran cantidad de trabajos artísticos porque todavía hay apoyo económico por parte del estado para que los artistas creen. Pero lo que sí cambió es que la cultura alternativa que era tan característica de Berlín está desapareciendo.­

-¿Hacia dónde va la danza? ¿Puede hablar de tendencias o características propias, más allá de lo folclórico?­

-La danza encontró un lugar de difusión masivo por la irrupción de las redes sociales y se encuentra en un lugar que no había estado nunca antes, dándoles a los bailarines un alcance de popularidad y de posibilidad de lucrar que antes de la digitalización no existían. Eso les da también un cierto estado de independencia, que hace que un bailarín para poder vivir no tenga que estar asociado necesariamente a una compañía. ­

Las funciones continúan hasta el domingo, a las 20, en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín.­