"En Argentina la economía ya explotó porque hoy el que trabaja es pobre"

La Prensa dialogó con Martín Menem, diputado de La Libertad Avanza en La Rioja. El hijo de Eduardo Menem y sobrino del expresidente señaló que en la crisis actual hay condimentos del 89, del 2001 y del Rodrigazo. Cree que Massa tiene poco margen de maniobra y asegura que sólo se sale con un giro de 180 grados.

Martín Menem tiene un apellido conocido: su familia ha sido protagonista de la vida política argentina de las últimas cuatro décadas pero hoy intenta hacer su propio camino. Es emprendedor, fundó una firma de alimentos dietéticos (Gentech S.A.) y actualmente se encuentra dentro de La Libertad Avanza como diputado provincial por La Rioja. Con Javier Milei, la cabeza del partido, no sólo comparte una misma visión ideológica sino que también dona su sueldo, y asegura que para sacar a la Argentina de esta crisis económica ``hay que hacer un giro de 180 grados'' porque ``los culpables están acá, no en el exterior''. Así se lo expresó a La Prensa en una entrevista por Zoom sobre los cambios en el gobierno de Alberto Fernández.­

-Las últimas semanas fueron caóticas para el país. ¿Cómo ve el escenario con Massa como ministro? ¿Hacia dónde vamos?­

-Yo me preguntaría primero cuál de todos los Massa veremos. Porque hay muchos: desde el que empezó como candidato a diputado en la Ucedé con Alvaro Alsogaray hasta este último del 2022. Hubo mucho ida y vuelta en su vida política e ideológica, con lo cual qué es lo que va a hacer... Yo creería que va a intentar ir hacia una reforma promercado porque no tiene mucho margen de maniobra. El espacio que representa está muy marcado por la izquierda, que está en contra de la libertad económica, por eso será difícil que cambie el rumbo de la Argentina más allá de que el mercado haya reaccionado de forma positiva. Además, esta situación no se modifica con cambio de nombres sino con un cambio de modelo y de cohesión ideológica, por lo menos con 4 o 5 pilares.­

-Algunos dirigentes tomaron su nombramiento con expectativa y otros señalaron que seguirá la misma política monetaria del kirchnerismo.­

-Hay muchos sectores del Gobierno que estarían en contra de un cambio de rumbo. A ellos les gusta este modelo, gastar más de la cuenta y crear derechos, derechos y derechos, pero nunca te dicen quién los va a pagar. Les gusta aumentar impuestos, se sienten cómodos en esa postura antiemprendedora y antiempresaria. Aunque quiera, creo que Massa no va a ser la salida. Ojalá que sí porque yo soy argentino y a pesar de pertenecer a otro espacio político, quiero que le vaya bien porque me identifico con el bienestar general.­

-¿Cómo se acercó a Javier Milei?­

-Como me gusta la economía y estoy en el rubro empresarial desde chico, siempre quise estar vinculado con economistas que van hacia el mercado libre. Algunos le llaman libertad económica, otros lo llaman liberalismo, otros libertarios, pero yo creo que la poca regulación genera grandes avances y crecimiento. Tengo muy buen vínculo con él, un afecto personal y una admiración profesional, y lo que me llamó la atención fue que siempre reivindicó lo que se hizo en los '90, en la época del gobierno de Carlos Menem. Mi tío tuvo coraje e hizo las transformaciones más grandes de la Argentina, con algunos errores por cierto. Y no es que yo me aferro a ese modelo por parentezco, sino que creo que es la única manera de alcanzar un bienestar mayor al que se ha vivido en los '80 y con el kirchnerismo.­

-El afirma que la mejor etapa económica se vivió con el menemismo.­

-Sí, lo define así. Me parece bien porque primero están los datos. A mí me vas a convencer así. Y los números de los '90 fueron los mejores de la historia. De hecho hay un trabajo de índice de presión macroeconómica que se llama Passing the back donde claramente muestra que la primera gestión del '89 al '95 fue la mejor en esos términos de toda la historia argentina. No es un relato ni una opinión puntual, sino datos de la realidad.­

-Su padre Eduardo dijo en una entrevista reciente que más importante que la política local es la exterior porque es la imagen y respeto que damos al mundo.­

-Uno de los factores más importantes que tiene un país, además de la economía y del bienestar general, es la política exterior porque ayuda mucho a que esos índices progresen. El intercambio de bienes existe desde que hay mundo, y estamos en una etapa donde se le ha perdido el respeto. El chico Cafiero no está capacitado para manejar la Cancillería, no ha demostrado las habilidadades necesarias, y bueno el papelón de Batakis también lo refleja: fue a negociar con el FMI con todo el respaldo del Gobierno y que asumía el Ministerio de Economía; cuando volvió ya estaba echada. La idoneidad, la conducción y la cohesión del equipo de trabajo son importantísimos, porque ahora tenés a dos bandos en el Gobierno que se pelean por diferencias ideológicas y estos son los resultados.­

-A todo esto se agrega la batalla cultural. Ejemplo de ello fue el caso de la chica que quería vivir eternamente del Estado. ¿Cómo se cambia eso?­

-Yo creo que esa chica es una víctima del sistema, no hay que cargarle la culpa. Piensan así por un modelo que comenzó (y lo digo con nombre y apellido) con Néstor Kirchner en 2003. El no apuntó al crecimiento de la economía sino al crecimiento de su poder. Tampoco aprovechó el aumento de los commodities como la soja y tuvo un exceso total de dinero de las arcas estatales. Construyó una fenomenal estructura de poder en base a destruir la cultura del trabajo. Y esta chica es una pobre víctima pero amparada por sectores políticos que generan que una persona que se rompe el traste todo el día gane lo mismo que alguien que no hace nada. Eso genera un quiebre y una grieta cultural. No nos olvidemos que todos somos hijos o nietos de inmigrantes que trabajaron para construir el país. Y al paso que vamos, si no volvemos a esas raíces, vamos a ser padres o abuelos de emigrantes. Lo que quiere Javier es ir contra ese modelo de la envidia de la izquierda que ataca al éxito e iguala para abajo. El mérito vale.­

-¿A qué protagonistas de la política le gustaría ver en su espacio?­

-Yo no hablaría de protagonistas sino de alianzas que tengan que ver con lo ideológico. No me gustaría ver que nuestro espacio crece por alianzas electorales porque eso está condenado al fracaso. Ya le pasó a Macri en el 2015, a Fernández en 2019 y al radicalismo en el 99 con Chacho Alvarez. No quiero un rejunte electoral, sino que estemos de acuerdo todos en cuatro o cinco cosas que no vamos a negociar nunca. Debe haber cohesión ideológica.

-Uno de los postulados de La Libertad Avanza es abrirse al mundo pero tenemos un contexto internacional que no ayuda... ­

- Estoy harto de escuchar excusas. Que si no es la crisis de los efectos financieros de los tigres asiáticos son los americanos que hicieron tal cosa, que si no es la hambruna por la guerra con Ucrania fue la pandemia o la crisis de las hipotecas. De una vez por todas tenemos que mirar para adentro porque los culpables están acá. Hay contextos que ayudan, pero no son los escenarios externos los culpables sino las decisiones políticas y económicas que venimos pifiando hace 20 años.­

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LA CRISIS ACTUAL­

-¿La situación que tenemos hoy es comparable a la hiperinflación de 1989?­

-No hay dos crisis iguales en la historia. Todas tienen condimentos distintos. Esta tiene algunas cosas del 2001 como son los índices sociales, con números de pobreza e indigencia muy altos, pero no vas a tener un corralito porque tenés un Banco Central que no para de emitir papel moneda, tal como pasaba en los '80. O sea, ya tenés condimentos del 2001, del '89 y de lo que pasó en los 70 con el Rodrigazo.­

-Y por eso la gente en la calle se pregunta cuándo explota todo.­

-Es que ya explotó la economía. El índice de pobreza: más del 40%; el de indigencia, más del 10%; el de desempleo -bien medido- es entre el 20 y el 26%. Y sumale que el 40% de la gente que trabaja es pobre. ¡El que trabaja es pobre! Son los peores números de la historia argentina. ¿Qué no explota? ¿Que no haya conflicto social en la calle? Es muy malo lo que nos está pasando. Ojalá que salgamos adelante pero dudo que sea con este Gobierno porque son una máquina de mentir todos los días. Falsificaron la realidad, estuvieron de joda en la Quinta de Olivos cuando la gente estaba encerrada, demoraron las vacunas. Todo lo que hicieron hasta ahora ha sido espantoso a nivel gubernamental.­

-¿Y cómo se soluciona si su espacio llega al poder?­

-Lo primero que va a hacer Milei es arreglar la economía, que el país vuelva a crecer, con empleo y estabilidad económica. Ello no quiere decir que sin inflación se resuelvan todos los problemas, pero es el puntapié inicial. Es el modelo ordenador de la economía.­

-Pero ante este panorama la herencia será dura...­

-Argentina tiene que hacer un giro de 180 grados, sin dudas. Un país no puede progresar si no tiene moneda. No tenemos cómo intercambiar bienes y servicios de manera ordenada, no tenemos cómo ahorrar. Estos modelos socialistas y del populismo del siglo XXI siempre gastan más de lo que tienen. Un país que no da crédito, para darlo tiene que salir a emitir, y si sale a emitir sale con el curro de las tasas subsidiadas que lo único que hacen es un agujero a largo plazo. Ahora estamos viviendo el mediano y largo plazo de los agujeros que dejaron tiempo atrás. Es un círculo vicioso. Hay que cambiar hacia un modelo más productivo y orientado al ahorro para que tengamos un sistema financiero más sólido que le dé crédito al que produce y da riqueza. Eso dará credibilidad, pero también hay que bajar más los impuestos, flexibilizar las normas laborales y achicar el gasto donde realmente se pueda achicar. Que la gente no le tenga miedo al achique de los planes sociales ni nada de eso, el ajuste del que habla Milei es el gasto de la política.­