El tango sigue conquistando el mundo

Con 22 artistas en escena, un espectáculo desprendido de una tradicional casa de cena-show gira por ciudades brasileñas. Además de mantener sus filiales en Buenos Aires y Puerto Iguazú, Madero Tango sale a reafirmar de este modo su posicionamiento de marca.

Por primera vez en mucho tiempo, una casa de tango porteña realiza una gira al exterior con un show protagonizado por más de una veintena de artistas argentinos. ‘Tango bonito’ es el nombre del espectáculo que, en calidad de estreno, Madero Tango viene presentando desde comienzos de este mes en las principales ciudades de Brasil.

La propuesta agotó entradas en el Teatro Libertade de San Pablo, se presentó luego en el Fernanda Montenegro de Curitiba y el fin de semana pasado cautivó al público congregado en el Teatro Sao Pedro de Porto Alegre. Se prepara ahora para ofrecer cuatro funciones en el Teatro Dos Grandes Atores de Río de Janeiro, con capacidad para cuatrocientos espectadores.

“Es una aventura grande en la que nos hemos embarcado”, admite y sonríe Cristian Caram, fundador y presidente de la empresa que administra las dos filiales de Madero Tango en el país, y ahora también la compañía en gira.

 

ESTRENO
El elenco que recorre Brasil está conformado por artistas provenientes de las casas que Madero Tango posee en Buenos Aires (desde 2004) y en Puerto Iguazú (inaugurada en 2019). “Son grupos tan numerosos y en constante renovación que todo el tiempo hay gente circulando; fue eso lo que nos permitió conformar una tercera compañía que es la que viajó”, explica el empresario.

Incluso se creó un espectáculo especialmente para este tour, de manera que el espectador brasileño que en poco tiempo viaje a la Argentina no se encuentre con la misma propuesta escénica. Salen al ruedo en cada presentación 22 artistas entre músicos, bailarines y cantantes, los que sumados a los técnicos, personal de logística, vestuario y comercial conforman una embajada de 35 personas en total. Dirigen el show dos históricos de Madero Tango, los bailarines Nicolás Cobos y Paola Jean Jean.

-Cristian, ¿qué lo anima a salir de gira? 

-La verdad es que estamos en una posición de liderazgo dentro el mercado, que incluso ha crecido después la pandemia. Somos la única casa de tango que tiene una sucursal en el interior del país, además de un muy alto nivel de ocupación en Buenos Aires. Esto, sumado al hecho de que Brasil es el país de origen del 80 por ciento de nuestros visitantes, nos alentó a viajar a sus cuatro principales ciudades para consolidar esa primacía. Buscamos un posicionamiento de marca y que el público venga a las funciones, pero también queremos que la industria turística nos conozca. Y la última escala de la gira va a coincidir, justamente, con ABAV, la feria internacional de turismo más importante de Latinoamérica, que se hará en Río de Janeiro entre el miércoles y el viernes próximos.


OPORTUNIDAD
“Esta es nuestra primera gira y la primera vez en veinte años que viaja a Brasil una compañía argentina con este volumen de gente y estas características”, se enorgullece Caram. “Podría abrirse una oportunidad de negocio, incluso una nueva división comercial -anticipa-. Constantemente nos convocan desde distintos lugares del mundo, pero siempre nos piden una o dos parejas de baile, pequeñas producciones; me atrevo a decir que existe un mercado potencial, pero ante todo tenemos que ver cómo superamos este primer desafío”.

Para que la experiencia, aun en teatros, sea completa (“porque Madero Tango no es sólo un show sino un producto artístico-gastronómico”), cada función de la gira es acompañada con una degustación de empanadas y vinos argentinos antes de que el telón se levante.

-Decía que ocho de cada diez visitantes de sus casas son brasileños. ¿De dónde proviene el resto?

-Es un público regional. Chile y Uruguay comparten el segundo lugar; un poco menos, Colombia y México. Y siempre hay un 5 por ciento de residentes locales, beneficiados con el tarifario diferenciado que manejamos, por obvias razones. En Puerto Madero ofrecemos cena-show de lunes a lunes, tenemos capacidad para cuatrocientas personas y la ocupación por estos días alcanza el 75 por ciento. En Iguazú, en tanto, abrimos de martes a domingos, podemos recibir hasta 250 espectadores y la ocupación ronda el 60 por ciento. Noviembre es el mes en que empiezan a llegar los cruceros a Buenos Aires y creemos que vamos a alcanzar ocupación plena. También porque la última quincena de diciembre y la primera de enero viajan muchos latinoamericanos y a nivel local la gente sale más por las Fiestas.


EL NEGOCIO
-Después del mazazo que significó la pandemia, ¿en qué situación se encuentran hoy las casas de tango?

-Están relativamente bien, aunque yo puedo hablar de la mía. En toda nuestra historia, 2019 fue el año de mayor ocupación. Comparado con esa marca, este año, en Buenos Aires, estamos sólo un 8 por ciento por debajo en cantidad de pasajeros, a pesar de que hay aerolíneas que después de la pandemia dejaron de volar y que, incluso las que se recuperaron, todavía no reanudaron todas sus rutas. Ahora bien: tengamos en cuenta que este dato es sólo en cantidad de asistentes.

-La facturación es otra cosa.

-Claro, no es una cuenta de dólares, lo que obviamente no es posible de ser comparado porque el derrumbe ha sido absoluto. Como sector, no escapamos al contexto general de la Argentina. El 80 por ciento de la facturación son intermediaciones de agencias de viajes, por lo cual funcionamos básicamente en pesos, y nuestras tarifas son al tipo de cambio oficial. Pero los costos sufren el incremento inflacionario de alimentos y bebidas, las paritarias de los gastronómicos y más. Es decir, si bien vivimos en una pequeña burbuja en términos de la demanda del público y con una ventaja competitiva por el tipo de cambio, no dejamos de vivir en la Argentina, con sus impuestos, su inflación, sus costos, con la industria del juicio. El pronóstico es bueno, aun en un contexto negativo desde lo macroeconómico, pero nos comprenden las generales de la ley. Con todo lo que eso significa para una pyme de doscientos empleados.