El mundo
Reclamó trasladar la sede a una ciudad internacional a crearse, en su colorido discurso
El sistema de la ONU ya no sirve para nada, dijo Chávez
El presidente venezolano se convirtió en la "vedette" de la segunda jornada de discursos. Pidió más tiempo para hablar, pretextando que Bush se había excedido.
Nueva York (AP, ANSA y EFE) - “El sistema de las Naciones Unidas está agotado, sufre una crisis terminal y no sirve para nada”, disparó ayer el presidente venezolano Hugo Chávez al hablar ante la asamblea general del organismo, para el que sin embargo reclamó una “nueva sede en una ciudad internacional a crearse, ajena a la soberanía de cualquier Estado” y que debería estar “en el Sur, donde se crucen varias fronteras”.
Para el polémico mandatario, “hace rato que el poder imperialista norteamericano deslegitimó a la ONU, que cada día se halla más alejada de los pueblos”. Por eso, requiere “una revolución interna”.
También cargó contra el documento que refrendaron sus pares, al que tildó de “fraudulento e inconsulto”, razones por lo cual aceptarlo dejará abierta la puerta a Estados Unidos para “justificar cosas como la guerra preventiva o la supervisión de los derechos humanos en el continente, cuando en realidad el pueblo norteamericano es el que necesita protección, porque carece de un gobierno que lo proteja de los desastres anunciados de la naturaleza” (obvia referencia a la tragedia de Katrina).
“Si vamos a aprobar esto estamos perdidos: apaguemos la luz y cerremos las puertas”, añadió mientras agitaba el documento de 35 páginas.
Tras señalar que el propósito inicial de la cumbre -evaluar los avances para el cumplimiento de las Metas de Desarrollo del Milenio-, “ha sido desvirtuado totalmente”, aclaró que no le rehuía “al viejo esquema” de Naciones Unidas. En ese contexto, propuso ampliar el Consejo de Seguridad, mejorar los métodos de trabajo para aumentar la transparencia institucional, suprimir el veto de las potencias y fortalecer el papel del secretario general.
LOS MINUTOS
El polémico dignatario se excedió de los 5 minutos que le corresponde a cada expositor, pero le pidió al titular de la asamblea, el premier sueco Goran Lindahl, más tiempo para poder terminar su alocución (consumió otros 7 minutos). Y recordó que George Bush había dedicado 20 minutos a su discurso.
Esa no fue la única alusión al jefe de la Casa Blanca: lo fustigó por la guerra en Irak y lo acusó de “estimular” el magnicidio, dado que el pastor evangélico estadounidense Pat Robertson, quien recientemente pidió el asesinato de Chávez, “sigue libre”.
La presencia del presidente sudamericano estuvo en duda hasta último momento, porque Washington negó las visas a varios miembros de su equipo médico y de seguridad.
“Eso no se resolvió, estamos en presencia de una violación al derecho internacional -protestó-. Mis médicos y el jefe de mi guardia personal están a 200 kilómetros de acá, porque no les permitieron bajar del avión”.