Fracaso de la oposición “dialoguista” en su búsqueda de consenso para completar el tribunal

El peronismo del Senado insiste con enjuiciar a la Corte Suprema

En un plenario de comisiones convocado para analizar varias Iniciativas de ampliación del tribunal el kirchnerismo llamó a imitar a Néstor Kirchner cuando destituyó la Corte menemista.

La gran expectativa generada por el tratamiento en comisiones del Senado de un aumento del número de integrantes de la Corte Suprema de Justicia duró poco. Lo había promovido el opositor “dialoguista” Juan Carlos Romero para facilitar el “consenso” mediante el aumento del número de cargos que pueden ser repartidos entre sectores políticos, pero esa intención se derrumbó esta tarde apenas tomó el micrófono el kirchnerista José Mayans para lanzar una feroz catilinaria contra el Poder Judicial en general y proponer en particular que el Congreso imite a Néstor Kirchner cuando en 2003 sometió a juicio político y destituyó a los ministros de la Corte nombrados por Carlos Menem.

Fiel a su estilo, recordó el enfrentamiento de la Corte con el ex presidente por la pesificación asimétrica y el discurso en que este pidió hacer tabla rasa con el tribunal. “Lo hicimos, no quedó ninguno, puntualizó. La decisión política fue cambiar a los jueces de la Corte porque no estaban a la altura de las circunstancias”. No es la primera vez que los legisladores que responde a Cristina Kirchner intentan destituir a la actual Corte Suprema que no les responde automáticamente.

En su durísima crítica Mayans acusó al alto tribunal de haber violado la Constitución, de no tener credibilidad y de estar sometido al poder económico. También cargó contra la Cámara de Apelaciones de Comodoro Py que ratificó la condena de cárcel e inhabilitación a su jefa política, Cristina Kirchner, por corrupción en la “causa vialidad”. Otro de sus blancos fue el Consejo de la Magistratura cuyo número de miembros fue ampliado por una norma que consideró “ilegal”. 

Acusó a los ministros de la Corte de ineptos y corruptos y de no merecer estar en sus cargos. Esta respuesta constituyó un revés para la estrategia de Romero que antes del plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia había admitido no haber recibido ningún mensaje de la Casa Rosada sobre una movida de semejante magnitud política. Asimismo econoció que tampoco conocía la opinión del peronismo y se manifestó interesado en saber qué tenía que decir Mayans –fiel vocero de Cristina Kirchner-sobre la cuestión.

La Corte Suprema funciona actualmente con tres de sus cinco miembros, es decir, con quorum estricto y para fallar necesita que se por unanimidad. En caso contrario debe habilitar conjueces. Romero ve en esto el peligro de que el fallo de los conjueces no respete la “tradición” y jurisprudencia del tribunal, lo que a su criterio provocaría inseguridad jurídica.

Después del rechazo de los pliegos de los candidatos Ariel Lijo y Manuel García Mansilla el Ejecutivo cerró el tema hasta después de la próxima renovación parlamentaria de diciembre, por lo que llamó la atención la iniciativa de poner en discusión el tema en pleno año electoral.

La Comisión de Asuntos Constitucionales continuará con su tarea de análisis de las varias iniciativas -que elevan desde siete y hasta quince los jueces de la Corte-- convocando a experto sobre el tema, pero la posibilidad de llegar a un consenso y de emitir un dictamen con amplio respaldo pareció diluirse. La comisión invitará también a expertos para que opinen sobre el proyecto de modificar la ley de Auditoría General de la Nación, otra cuestión vinculada con cargos políticos de elevada jerarquía en el Estado.