EL PULSO DEL LOS MERCADOS

El overshooting no será el último

El lunes pasado, el mercado amaneció con una megadevaluación del 22 % que llevó la cotización del dólar oficial a los 365 pesos. El blue tocó los $800, pero luego bajó a 720 en una semana tumultuosa. El sismo llevó al contado con liqui a $ 770, pero el MEP se mantuvo en $ 650.

Debo destacar que el primer disparo del blue a 800 pesos cumple con lo pronosticado -gráficos mediante- por esta columna en más de un artículo.

Considerar el reciente overshooting como algo transitorio sería un error; el movimiento alcista del tipo de cambio se mantiene firme. Dicho esto, no descarto un descanso en la cotización del blue con un piso en torno a los 700 pesos y un techo precario en 750. Una pax cambiaria de algunas semanas sí, tal vez; pero con una escalada inflacionaria que llevaría el alza del costo de vida del presente mes al orden del 12 %, complicando aún más las posibilidades del candidato oficialista en octubre.

En mi opinión, la disparada del blue no tuvo que ver con el triunfo de Javier Milei en las PASO. Antes bien, los inversores valoran el avance de los postulantes promercado. Sin embargo, temen un mayor desborde fiscal de Sergio Massa (¿otro Plan Platita?) que siga avivando la hoguera inflacionaria que consume a buena parte de los argentinos. Si así fuera, no descarto, no muy lejos en el tiempo, un dólar en torno a los 1.200 pesos.

Con respeto a los bonos argentinos, me parece probable que -atento a la posibilidad de nuevas manganetas del Gobierno para dibujar una realidad virtual y a un efímera pax cambiaria- puedan seguir recuperando valor en el corto plazo. El AL30D podría ir hasta la cota de 33,5/34 desde el 31,70 del viernes. Pero son rebotes de corto plazo; en la opinión de quien esto escribe es una oportunidad de salida, no me gustan los bonos argentinos en cartera en estas circunstancias.

Desde un plano más filosófico, soy un ferviente seguidor del más exitoso inversor del mundo, al menos de los conocidos. Me refiero, claro, a Warren Buffet. Una de sus enseñanzas es que nunca usted debe invertir en aquello que no quiera asociarse. El traiding no está permitido en su política. El oráculo de Omaha apuesta sólo a aquellos activos que quiere asociarse, mantenerlos en el tiempo, tener alguno de sus hombres en el directorio. Amo a mí país, pero no quiero ser su socio. Las actuales autoridades económicas no me dan la suficiente confianza como para que destine parte de mi patrimonio o de las personas que asesoro. Dios quiera que en algún momento esto cambie.