El mundo desconocido
Me voy a permitir escribir sobre algo que no comprendo. Hace días escribí un artículo recordando a Protágoras y hoy me voy a permitir considerarlo nuevamente ante una realidad que percibo sin saber porqué. Protágoras dijo: "El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son que son y de las que no son". Ese pensamiento lo consideré realista frente a los hechos de la historia.
Al respecto voy hacerme una primera pregunta para la cual no tendría una respuesta. ¿Por qué dijo el hombre y no el hombre y la mujer? Puede ser que históricamente la palabra hombre incluía a los seres humanos. Pero yo me atrevo a decir que al momento histórico de esa frase la mujer era siempre consecuencia y no acción.
Es evidente pues que en la hitoria prevaleció la fuerza sobre la belleza ante el hecho que la guerra era la virtud de la sociedad. Por ello me atrevo nuevamente a considerar que desde el poder se organizaban los harenes. Hoy el mundo ha cambiado y la mujer tambien accede al poder y reina y gobierna pero sigue latente lo que considero una diferencia virtual y que no se trata tampoco de la inteligencia. La estupidez es universal y no sexual.
DIFERENCIA RELEVANTE
Entonces nuevamente a los hechos me remito para rescatar una diferencia sexual determinante. El 17 de noviembre de 1558 Elizabeth hija de Ana Bolena y de Erique VIII pasó a ser reina de Inglaterra. Si no estoy mal informado que yo sepa nunca se le ocurrió hacer un harén de hombres. Y en este mundo moderno en el que se han eliminado que yo sepa los harenes han surgido los prostíbulos. Igualmente es un hecho incontrovertible jamás se ha hecho un prostíbulo de hombres para las mujeres.
Dicho lo que antecede nos encotramos en un mundo insólito respecto a la relación de hombres y mujeres. Al respecto las últimas noticias muestran la existencia del llamado feminicidio. Es decir que se matan miles de mujeres y la historia no muestra la razón de ser de esta criminalidad.
No puedo menos que considerar que estoy ante un hecho que mi naturaleza me impide comprenderlo. Yo no estoy en contra de la homosexualidad. Yo soy un ferviente admirador de David Hume y al respecto dijo: "Nadie puede evitar sentir lo que siente". Creo que la Iglesia Católica fue la primera organización homosexual en el mundo, de otra forma no puedo comprender que se decida que para ir al Cielo hay que abandonar el cielo en la tierra que es la felicidad que nos proveen las mujeres. Y una prueba de esa realidad es que la Iglesia ha tenido que pagar miles de millones de dólares por la pedofilia.
Y para terminar este encuentro inusitado me voy a permitir referirme a mis sentimientos. En mi vida he sentido la pasión por las mujeres y por ello he considerado que nuestra ventaja sobre ellas es que nos gusta mirarlas y a ella no les queda más remedio que vernos a nosotros.
Al respecto me voy a permitir la siguiente consideración: "A las mujeres hay que amarlas no entenderlas por que ese es un proyecto imposible".
Y por ello en mi existencia en la actualidad el fallecimiento de mi mujer me llevó al reino de la tristeza que impera en el alma ante la soledad. ¡Soledad que triste ves la luz de la mañana!