El mundo del psicodrama de Jacob Levy Moreno

Jacob Levy Moreno, nacido el 18 de mayo de 1889, fue un psiquiatra de gran renombre, principalmente por fundar la escuela psicológica del psicodrama. De origen rumano y criado en Viena, Austria, ciudad célebre por el psicoanálisis, estudió psiquiatría en la Universidad de Viena, graduándose en 1917. Sin embargo, Moreno se apartó de las teorías de Freud, desarrollando un enfoque propio que priorizaba lo grupal sobre lo individual.

El psicodrama tiene que ver con su historia personal: de niño, una vez que sus padres lo habían dejado solo, se quedó en el sótano de su casa jugando con unos amigos a ser dios y sus ángeles. Apilaron varias sillas, como para representar el gran trono, él se sienta sobre esas sillas siendo dios, sus amigos jugaban a que volaban alrededor, cuando le preguntan por qué él no vuela, cae de las sillas y se fractura un brazo. 
De esto toma la enseñanza, de que hasta el ser más importante necesita de otros para actuar una escena de manera adecuada. Ya de adulto, siendo psiquiatra, invitaba a niños a trabajar en grupos, representando escenas de sus vidas y trabajando con ellos.
Para Moreno, la fuerza terapéutica del psicodrama permite hacer que la catarsis pase de ser secundaria, de ser algo hablado, a poder ser actuada por la persona, convirtiéndose en una catarsis activa, experimentada por los protagonistas. 
Se deja de “hablar sobre” para poder actuar las escenas traumáticas, y vivirlas en el “aquí y ahora”. Estos conceptos son posteriormente tomados por muchas escuelas de psicología, como la Gestalt y la Programación Neurolingüística entre otras.
Jacob Levy Moreno se mudó a los Estados Unidos en 1925, donde realizó presentaciones de teatro espontáneo y psicodrama en el Carnegie Hall y posteriormente en Broadway. Allí desarrolló tanto el psicodrama como otros instrumentos en relación con el estudio de grupos, como la sociometría. Asimismo, realizó teorías sobre formas de psicoterapia grupal en general, e individuales partiendo de una mirada diferente, que rechazaba el determinismo y desarrollaba la improvisación, como por ejemplo el role playing y la imaginería. 
En esta escuela, suele trabajarse con grupos de alrededor de 12 personas. En cada encuentro que se realiza hay un protagonista explícito, que es hacia quien se orienta la sesión, mientras que las demás personas son miembros que ayudan en esa actuación espontánea y que, en otras sesiones, se convertirán en los protagonistas de su propio espacio. 
La sesión psicodramática tiene tres momentos: 
El caldeamiento: el terapeuta propone actividades para que las personas se desinhiban, tomen consciencia de la sesión, de sus propios cuerpos, del vínculo con los otros y así estén más predispuestas a poder expresarse mediante acciones, que en otro contexto resultarían difíciles de expresar.

La acción: una persona del grupo cuenta el problema por el cual está en la sesión. El terapeuta busca que el paciente elegido explique el modo en el que percibe su problema en el presente, las emociones que le produce esta situación, más que sus detalles de la misma. Luego comienza la dramatización, en la que el/la protagonista es acompañada por el resto del grupo, que interpretan diferentes roles, y todos improvisan escenas relacionadas con el problema, sin seguir un guion fijo, sino que se basa en la improvisación, guiada por técnicas que el terapeuta va introduciendo. Son muchas las herramientas que el terapeuta posee para que surja la catarsis en esta etapa.


El cierre: los miembros del grupo expresan sus emociones al actuar, y como repercute en ellos mismos lo hecho. Es importante que nada se interpreta desde afuera, sino que cada uno hace una interpretación de sí mismo y sus emociones.
Para el psicoanálisis los problemas son inconscientes, mientras que el psicodrama brinda la oportunidad el problema sea reproducido por la actuación, guiados por la parte consciente; el problema se actúa, pero esta vez el desarrollo es orientado por la consciencia, permitiendo que sea la misma persona quien se apropia del conflicto que estaba bloqueado y lo puede integrar a su personalidad de manera saludable.

Jacobo Levy Moreno murió el 14 de mayo de 1974, en Nueva York, acompañado por su esposa, Zerka y su hijo Jonathan, dejando una enorme cantidad de discípulos, que continuaron con su teoría y práctica trasmitiéndola hasta el día de hoy.

Dr. Flavio Calvo
Doctor en Psicología, docente, tallerista y autor (M.N.66.869)