El martirio de Federico
“Los últimos seis meses han sido de los más duros que me han tocado vivir como ser humano. Convivir con pensamientos de dejar el tenis por completo, de realmente cuestionarme si todo esto realmente vale la pena y hasta incluso en reiteradas ocasiones pensamientos suicidas de no querer vivir más y dejar este mundo“. Muchos cocnocieron a Federico Gómez el fin de semana pasado luego de un desgarrador posteo en su cuenta de Instagram. El argentino es un habitué del circuito del ATP y su mejor año fue… 2024. Sus palabras encendieron varias alarmas.
No solo el mundo del tenis se conmovió tras el largo escrito del tenista nacido en Merlo, en el Oeste del conurbano bonaerense hace 28 años. Gómez sacudió al mundo del tenis y del deporte de alto rendimiento en general también. Sobre todo porque puso luz sobre un tema oscuro que pocos llegan a ver. Pero que es más común delo que se supone. Ese rincón de presiones y autoxigencias que se imponen muchos atletas (y les imponen agentes externos) para estar a la altura de lo que se espera de ellos. Y allí aparece el mal tratado tema de la salud mental. Pasa mucho en el tenis, pero también en el fútbol, en la gimnasia artística…
Gómez llegó a su techo el año pasado. El 29 de junio de 2024 ganó el primer challenger de su carrera, en Milán. Ya tenía 27 años cuando levantó su primera Copa. La fama le llegó tarde porque, antes, se había dedicado al tenis universitario.
Gómez jugó siempre en Estados Unidos representando a la Universidad de Louisville, en Kentucky. En el país del Norte recibió el título en Administración Deportiva. Quizá, ese logro, demuestra que le sobra inteligencia. Que entiende todo. Que sabe que el tenis es simplemente un deporte y que no vale la pena poner en riesgo nada por un mal resultado. Pero, no es sencillo dominar los laberintos de la mente...
EN EL CIRCUITO
Tras dedicarse casi por completo a sus estudios, recién decidió regresar al circuito en 2021. Desde entonces fue puliendo sus golpes y, de a poco, fueron llegando los triunfos. Se hizo experto en polvo de ladrillos y conquistó, demás del torneo italiano, otros nueve challengers la temporada pasada. Desde marzo del año pasado hasta ahora conquistó diez torneos (cinco jugando en singles y los otros cinco, en dobles). Así llegó a su debut en torneos ATP, escaló posiciones y trepó al número 133, ránkig que alcanzó el 3 de febrero de este año, hace justo un mes. Fue su mejor momento… para los de afuera, que son de palo.
Cualquiera podría pensar que al chico le sobran motivos para ser feliz. Pero cada persona procesa lo que vive a su manera y, por algo, Gómez despachó ese pedido de auxilio en su red social. “Creo que es la mejor decisión que pude haber tomado en este momento para sacarme este gran peso que siento encima y me come la cabeza 24/7. Todo esto no lo escribo buscando algún minuto de fama, sino que lo hago para que sepan y entiendan que todos tenemos luchas internas que estamos viviendo a pesar de no ser demostradas u ocultadas en el día a día”, agregó el chico en su valiente testimonio.
Tan fuerte resultó su grito que lo escucharon, entre otros, el mismísimo Novak Djokovic, quien le dedicó una sentida respuesta al posteo. “Fuerza amigo. Siempre hay luz al final del túnel”, escribió el ahora número siete del mundo, pero que supo reinar en el deporte blanco durante años y es considerado uno de los mejores de todos los tiempos. También salieron a alentarlo colegas suyo como Juan Martín del Potro (quien muchas veces habló de sus emormes sufrimientos por las lesiones) Diego Schwartzman, Guido Pella y Federico Coria, entre los más conocidos del ámbito local.
En medio de la conmoción y las muestras de apoyo, pero solo él con su alma y raqueta en mano, Gómez salió a la cancha el martes de esta semana y perdió a manos del estadounidense Rudy Quan por 6-4 y 7-5. Fue en la primera ronda de la qualy, después de una hora y 40 minutos de juego. Fue su regreso a las canchas con la ilusión de llegar al Masters 1000 de Indian Wells. Quedó eliminado.
Viene cuesta abajo en los resultados. En lo que va de 2025, el joven que mide 1,91 metro, cayó en siete de los nueve juegos que disputó en el circuito. Lo que le pasó esta semana se replicó cuando no pudo ingresar al cuadro principal del Abierto de Australia, los ATP de Dallas, Delray Beach y Acapulco. Apenas tuvo un éxito: logró meterse en Brisbane luego de superar las dos instancias de clasificación pero cayó en la ronda inicial frente al estadounidense Reilly Opelka.
Por ahora los resultados no se le dan a Gómez este año. Y tuvo el coraje de compartir sus sentimientos más profundos con el público y, tal vez, con otros muchos deportistas que pueden estar atravesando situaciones similares. Habrá que estar atentos. Su entorno lo deberá contener. Ayudarlo a atravesar el momento. Y recodar que nadie está exento de vivir una situación similar por más éxito con el que se esté codeando.