El impacto del body shaming en la salud y el bienestar de niños y adolescentes

El bullying y el acoso escolar son problemáticas que afectan a millones de estudiantes en todo el mundo. Según la UNESCO, uno de cada tres alumnos ha sido víctima de acoso escolar, lo que representa un desafío significativo para la salud mental y el desarrollo integral de niños y adolescentes. La Lic. Malena Casasola, especialista en psicología deportiva de DIM Centros de Salud, advierte sobre la fundamental importancia del diálogo con familiares y amigos y de generar una red de contención para detectar a tiempo posibles secuelas.
En la Argentina, el ciberacoso es una preocupación creciente: el 77% de los adolescentes de entre 13 y 17 años reportaron haber tenido experiencias negativas en línea, incluyendo el ciberbullying. De hecho, nuestro país ocupa el quinto lugar entre los países con más casos de bullying y ciberbullying, con un reporte anual de 50.250 casos. 
Los factores que con mayor frecuencia están asociados al acoso, tienen que ver con la edad, con una prevalencia mayor durante la adolescencia, especialmente en la escuela secundaria (26,3%). También influyen cuestiones de género, en donde las estudiantes mujeres sufren más que los varones (aproximadamente un 22% contra un 17%). Representan otro factor clave la orientación sexual y de género, con un 42% de los casos a nivel mundial. Y, la Salud mental, que es determinante, ya que las víctimas de acoso tienen el doble de probabilidades de sufrir de soledad severa, insomnio y pensamientos suicidas. 
No menos importante, en tal sentido, son las redes sociales y sus modelos impuestos. En ese contexto, una forma particularmente dañina de acoso es el body shaming o humillación corporal, que consiste en criticar o burlarse del aspecto físico de una persona. Esta práctica puede tener consecuencias devastadoras en la autoestima y la salud mental de los jóvenes.
"El body shaming es una forma de violencia simbólica que puede adoptar múltiples formas, desde comentarios hirientes hasta expresiones sutiles de desaprobación", explica Casasola.
CONSECUENCIAS
Entre las principales consecuencias del body shaming en la salud de los jóvenes, la especialista menciona:
* Baja autoestima: Los comentarios despectivos pueden hacer que los jóvenes cuestionen su valía personal.
* Ansiedad y depresión: El miedo a ser juzgados por su apariencia puede generar angustia y aislamiento social.
* Trastornos alimentarios: La presión por cumplir con estándares de belleza puede conducir a relaciones disfuncionales con la comida.

"Es fundamental promover una cultura de aceptación y respeto hacia la diversidad corporal", enfatiza Casasola.
ESTRATEGIAS 
Para abordar y prevenir estas problemáticas, es esencial implementar estrategias educativas y de concientización que promuevan una cultura más empática y respetuosa. Algunas recomendaciones incluyen:
*Fomentar la aceptación de la diversidad corporal: Promover mensajes positivos sobre la diversidad de cuerpos y apariencias.
*Educar sobre el impacto del body shaming: Incluir en los programas educativos información sobre las consecuencias del acoso y la humillación corporal.
*Establecer límites claros: Enseñar a los jóvenes a identificar y rechazar comentarios ofensivos sobre la apariencia física.
*Crear espacios seguros de diálogo: Fomentar entornos donde las personas puedan expresar sus preocupaciones y experiencias sin temor a ser juzgados.
"Debemos revisar nuestras propias prácticas y lenguaje cotidiano para erradicar el body shaming y construir una sociedad más inclusiva", concluye Casasola.