El desafío de la privacidad en los ‘autos inteligentes’

Aunque ciertamente, y por ahora, parece un problema del primer mundo, un reporte publicado por Kaspersky esta semana aborda un tema que recién está comenzando a explorarse: la seguridad de datos en torno a los automóviles inteligentes.

En la era de la conectividad, nuestros autos se están convirtiendo cada vez más en una extensión de nuestra vida digital. Ante este panorama, Kaspersky se planteó la siguiente pregunta: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a ceder nuestra privacidad a cambio de la comodidad y la tecnología en nuestros autos? El título del informe, “Is my car spying on me?" (“¿Mi auto me está espiando?”), es bastante directo y busca desentrañar los desafíos que debemos enfrentar a medida que nuestros autos se van volviendo cada vez más y más inteligentes.

El informe revela que muchas de las marcas más populares de autos recopilan más datos personales de los necesarios y tienen el derecho de compartirlos o venderlos a terceros. De hecho, el reporte muestra que ninguna de las veinticinco marcas de autos investigadas cumplía con estándares mínimos de seguridad de datos. Esto plantea preocupaciones muy serias sobre la posibilidad de que ciberdelincuentes puedan explorar algunas vulnerabilidades en los vehículos conectados o, lo que es peor, que puedan manipular o robar datos personales.

La investigación de Kaspersky desentrañó un panorama inquietante, especialmente sobre la naturaleza de esos datos. Estas marcas de autos importantes pueden recopilar desde patrones de viaje hasta hábitos de consumo de medios, preferencias sexuales e incluso información genética (sic). Este nivel de intrusión plantea dudas sobre la necesidad real de estos datos y si se están recolectando de manera ética y segura.

Como complemento a esta investigación, Kaspersky llevó adelante una encuesta en noviembre de 2023 para ahondar en las opiniones que los conductores estadounidenses tienen sobre la recopilación de sus datos personales por parte de estos vehículos inteligentes. Con dos mil participantes, la encuesta reveló la falta de conciencia y las preocupaciones de los conductores sobre la privacidad, especialmente en un contexto donde la tecnología de los autos puede compartir datos con compañías de seguros y anunciantes. Los riesgos asociados con la recolección y distribución de datos personales por parte de los autos conectados son abundantes, y van desde preocupaciones sobre la privacidad hasta posibles violaciones de datos y accesos no autorizados. La brecha entre la tecnología y la seguridad, en el caso de los vehículos inteligentes, parece estar ampliándose.

En cuanto a las amenazas percibidas por estos conductores estadounidenses, éstas incluyen la posibilidad de que los datos sean compartidos con terceros sin el conocimiento o consentimiento explícito de los propietarios del auto. A su vez, la falta de conciencia y control por parte de los conductores sobre qué datos se están recopilando y cómo se están utilizando crea un vacío que puede ser fácilmente explotado. Para Kaspersky, la seguridad cibernética y los protocolos de protección de datos deben convertirse en la prioridad número uno de los grandes fabricantes. Lo que está en juego es la confianza del consumidor, por eso es crucial que la industria establezca estándares sólidos que garanticen la privacidad y seguridad de aquellos que confían en la tecnología de sus autos.

Aunque el dilema que plantea Kaspersky parece alejado de nuestra realidad cotidiana, el caso nos ayuda a repensar y reevaluar cómo equilibramos las facilidades que nos brinda la tecnología con la protección de nuestros datos más personales. Los autos podrán ser cada vez más inteligentes, pero la responsabilidad sobre nuestra información depende de decisiones éticas que en algún momento deberán asumirse.