El costado farsesco de Donizetti

‘Il campanello’. Opera en un acto de Gaetano Donizetti. Director musical: César Bustamante. Regie: Mariana Ciolfi. Cantantes: Guadalupe Barrientos, Iván Garcia, Felipe Carelli y otros. Orquesta Académica del Colón y coro del ISATC. El jueves 29 en el teatro Coliseo.

En el marco del ciclo Divina Italia, la Opera de Cámara del teatro Colón presentó su segundo programa de la temporada, en el teatro Coliseo, con ‘Il Campanello’, una manifestación más del compositor bergamasco Gaetano Donizetti, una de los pilares del belcantismo italiano del siglo XIX, que compartió con gran habilidad y profesionalismo, en sus más de setenta óperas, lo serio y trágico, como también el género buffo.

‘Il campanello’ (‘La campanilla’) es, precisamente, un producto breve -obra en acto único, apenas mayor a una hora- estrenado en el año 1836 en el llamado teatro Nuovo de Nápoles, con libreto propio, basado en el vodevil francés ‘La sonnette de nuit’, de Mathieu-Bartewlemy Troin Brunswick y Victor Lhérie, en esa sala menor de la ciudad patenopea. En el recuento de entonces ya había estrenado más de cincuenta títulos, en una fructífera carrera de más de setenta.

Como dato curioso, el músico volvía hacía poco de su admirable ‘Lucia di Lammermoor’, para pasar a esta farsa lírica contrastante con la ópera seria y dramática, lo cual demostraba esa variedad de matices y prodigalidad del compositor bergamasco. La breve ópera, que tuvo éxito entonces, encaja en el género buffo y en el Colón, como recordamos, se estrenó en 1973 con la dirección de Enrique Sivieri y régie de Marcos Cubas, y se volvió a repetir el año siguiente.

DESTAQUES

La versión ofrecida ahora, dirigida por Cesar Bustamante, muestra ese ángulo farsesco (a pocos días de la trágica ‘Anna Bolena’ ofrecida en el Colón), en una ejecución musical de ponderable nivel por parte de la Orquesta Académica del teatro, dando a los momentos de la partitura su complexión humorística, con los cantantes bien preparados y ensamblados.

Empezando por la desopilante labor de la mezzosoprano Guadalupe Barrientos en el personaje de Rosa, dando un sesgo diferente de sus tan ponderadas actuaciones operísticas. Iván Garcia, por su lado, dio autoridad vocal y escénica a Don Annibale Pistacchio, y fueron eficaces la labor de Felipe Carelli, Ana Sampedro y Pablo Truchjiak, más dos actores figurantes, Nicolas Baroni y German Haro. Tal vez la puesta en escena de la imaginativa régisseur y actriz Mariana Ciolfi, intencionadamente llevada a una visión actualizada, con la escenografía de Nicolas Otárola y el variado vestuario de Stella Maris Muller, con movimientos permanentes, gags y acciones veloces y variadas, en el sentido de aggiornarlo, si cabe, fue saturando un tanto la intencionalidad del relato.

Bien respondieron los integrantes del juvenil coro del ISATC, preparado para esta breve propuesta lírica donizettiana.

Calificación: Buena