Fue elegido por Italia para la reparación de su fragata insignia, la Américo Vespuccio
"El Astillero Rio Santiago debe ser una herramienta productiva para el país"
El titular de la naval bonaerense, Pedro Wasiejko, recibió a La Prensa en sus instalaciones y habló del presente y el futuro de la empresa.
El Astillero Río Santiago fue elegido por otro de bandera italiana para la reparación de su fragata insignia, la Américo Vespuccio. Desde el país europeo valoraron no solamente las capacidades de la mano de obra que tiene nuestro astillero, sino la infraestructura productiva que posee para llevar adelante el trabajo, lo que ubica a la empresa provincial en un lugar de privilegio que no muchas en América del Sur pueden ocupar.
Para hablar sobre este tema, el titular del Astillero Río Santiago, Pedro Wasiejko, recibió a La Prensa y permitió ver la impresionante fragata italiana en cuyo interior figura el lema “No es el que comienza, sino el que persevera”.
- La incertidumbre que se ve en la calle con la gente, con el ciudadano de a pie, ¿cómo se traduce con los trabajadores del astillero?
- Bueno, los trabajadores ya sufrieron entre 2015 y 2019 acá lo que significa no poner un solo peso y dejar que el astillero no haga ningún trabajo, ninguna iniciativa. Evidentemente hay un nivel de conciencia mucho más alto de lo que había en el 2016 con respecto a este tipo de políticas. Creo que también hay que entrar en una etapa en la cual no solo hay que derrotar esas ideas. Fundamentalmente lo importante es el día después. A partir de ahí hay que generar las condiciones para evitar que una gestión nuestra, una gestión en el astillero en particular, no tenga debilidades en cuanto a la opinión pública en general.
- ¿Y cómo se logra eso?
- Esto es un poco el gran debate. Cómo convertimos las empresas públicas, cómo empezamos un camino de recuperación que no debe suspenderse nunca, que debe continuar mirando al futuro, al siglo XXI. Entre 2007 y 2015 el astillero hizo muchas cosas, recuperó su capacidad para crear navíos, vendiéndole a Venezuela, y a otras naciones. También en La Plata realizó el techo del estadio único, mostrando que había capacidad para hacer cosas que excedieran lo naval.
DISTINTAS ACTIVIDADES
- ¿Qué tipo de actividades puede afrontar con la infraestructura que posee?
- Hoy el país se encuentra ante la posibilidad de Vaca Muerta, de la extracción petrolera offshore, y el astillero también está preparado para eso y tiene que seguir ese camino. Porque también es el camino que siguieron los astilleros a nivel global, salvo en algún lugar específico como China, que tiene unas dimensiones particulares para concentrarse solamente en la construcción naval. Pero en el resto, los astilleros han tenido una diversificación de su actividad productiva. O sea, han recuperado capacidad de pérdida, o se han orientado a todo lo que tiene que ver con la energía renovable, caso la eólica en el mar o en la tierra. La cuestión que tienen los centros de mecanizado, o las naves que están fundamentalmente con metalmecánica, orientadas también al sector de las infraestructuras de gran porte. Entonces, en este sentido, un astillero como Río Santiago, que tiene una nave enorme con dos puentes de grúa de 75 toneladas, con capacidad de manipular piezas de hasta 100 toneladas, eso no existe en el país. Esa capacidad hay que ponerla al servicio de la recuperación y segunda vida de las turbinas hidroeléctricas, de tener una estrategia de producción de parte de los molinos eólicos. En el país se hacen algunas, pero hay otras partes que no se hacen, entonces, bueno, acá está el lugar donde se puede llevar adelante y realizar. Lo mismo pasa con las estructuras de gran porte que necesita el sector petrolero, los desarrollos que hay que hacer sobre el offshore, frente a Mar del Plata, que implican, a partir del 2025, casi 20 mil millones de dólares en equipamiento naval de diferente tipo, embarcaciones para transportar personal, de seguridad, de protección para transportar suministros, las perforadoras, lo que es llamado drill, las embarcaciones más grandes de todas que valen casi 3 mil millones de dólares que son para extraer el recurso, separar petróleo, gas, procesarlo inclusive, acumularlo, y después entregarlo, o sea, que es casi una minidistilería que está en el mar.
- ¿Se pueden construir acá ese tipo de navíos?
- Se puede empezar el proceso para lograr el mayor grado de construcción acá, como lo hizo Brasil a partir del 2001. Y nosotros tenemos una plataforma, una base, mucho más alta que la que Brasil tenía en el 2001. Tenemos el Astillero Río Santiago, tenemos Tandanor, hay astilleros privados y podemos encarar una etapa para dar respuesta a esa necesidad. Y eso es trabajo para la provincia de Buenos Aires fuera de su área de jurisdicción. La provincia tiene jurisdicción hasta los 12 kilómetros. Pero fuera de esa área de jurisdicción, quienes se llevan la renta son YPF, Equinor, el Estado... Pero en este caso, si nosotros tenemos la producción de todas estas embarcaciones, si nosotros podemos encarar una generación que va a ser muy importante, es empleo de calidad con ingresos a largo plazo porque todo lo que tiene que ver con la construcción naval requiere varios años de planificación. Ahí hay un aporte importante para la provincia y para el país.
FORMACIÓN PROFESIONAL
- También es necesaria la formación y actualización permanente del personal...
- La cuestión de la formación en el lugar de trabajo con los cambios tecnológicos que hoy hay, es una evolución permanente. Uno no se puede quedar con que hay cosas que se hacían hace 20, 30 o 40 años de esa manera porque ya hay cosas que se siguen haciendo como hace décadas y otras nuevas que hay que aprender hacerlas y hay que empezar a trabajar sobre eso. Entonces la cuestión de la formación es una evolución permanente. Tiene que ser un instrumento para generar divisas. Estamos en una nueva etapa y es importante ser bueno en algunas cuestiones, en este caso un astillero, ser bueno en la construcción y la ensamble de las embarcaciones que se necesitan y mandar al agua lo más rápido que se pueda.
La empresa necesita tener su equilibrio económico y generar los recursos para hacer el mantenimiento adecuado, la inversión, y si genera un resto adicional, bueno, eso volverlo al Estado provincial para que lo use en donde requiera el accionista principal que es el pueblo de la provincia de Buenos Aires.
- ¿Qué implica que Italia elija esta empresa para reparar su fragata?
- En principio es estar agradecido de Fincantieri, un astillero público italiano. En Europa también están Navantia, en España, y Naval Grute, en Francia. Nosotros con los tres estamos teniendo relaciones; inclusive estamos avanzando con Navantia con la idea de que nos den apoyo para la cuestión de recuperar capacidades, todo el tema que tiene que ver con motores. En muy pocos días vamos a recibir una misión de ellos que nos van a asesorar sobre nuestras capacidades y también cuáles serían las directrices que tenemos que tomar para poder recuperar capacidades en todo lo que tiene que ver con este astillero. Acá se construían motores con licencia y eso se perdió y hay que recuperarlo. Con Fincantieri encaramos una misma conversación con la idea de que nos apoye en la integración y el desarrollo en el offshore y eso significa un apoyo para avanzar mucho más rápido en esa posibilidad. La fragata Américo Vespucio es una belleza, es una construcción del principio del siglo XX y es una joya desde el punto de vista de la arquitectura navaja.
- ¿Qué expectativas tiene a futuro?
- Muy grandes. Desde el punto de vista del astillero, hemos firmado con la Armada la construcción de un dique para Ushuaia que necesita para el mantenimiento de su propio equipo. Estamos, junto con Tandanor, aunque la construcción se va a hacer acá en el orden del 80%, de un buque multipropósito para la Armada. También hemos trabajado en un acuerdo con un astillero privado de la provincia de Buenos Aires para ir a la licitación que plantea el Inide para un buque de investigación pesquera que tiene crédito del BID. Estamos también avanzando con ciencia y tecnología, lo que busca el Conicet, y lo importante es que se empiece un proceso para que se generen otras opciones laborales y así fortalecer la cadena de proveedores. La Prefectura nos pidió cotización para uno de entrenamiento de sus cadetes y otro como prototipo de los guardacostas. Necesita cambiar los 22 guardacostas que tiene, que ya tienen más de 40 años. Si nosotros queremos evitar un ARA San Juan, hay que ir a reemplazar esos buques. También estamos en tratativas con la Armada Boliviana para dos, también de patrullaje en los ríos Amazónicos o Paraguay. Estamos también en conversaciones con Brasil, ofreciéndoles para los cadetes de la Armada brasilera. Y lo hemos ofrecido en Uruguay, pero nos pidieron otra cosa. Y por último, estamos discutiendo también la necesidad de construcción de barcazas que se necesitan para la Hidrovía. Lo importante es que la actividad de construcción naval se potencialice al máximo y que eso permita al Astillero Río Santiago volver a recuperar al máximo sus capacidades, orientada de otra manera, pero que se convierta en una herramienta productiva para el país y para la provincia.