El 17 de octubre visto por testigos de época

Fecha bisagra en la historia argentina, para muchos fue el triunfo de la barbarie, donde "en el centro de Buenos Aires, porteños de punta en blanco se paraban en las aceras y miraban embobados la invasión. Los intrusos de cabello y piel oscura vestían overoles y otros tipos de ropa de trabajo" -según Joseph Page en su obra sobre Perón-, pero para otros la valoración fue satisfactoria, sosteniendo José Vasconcelos que "los argentinos efectúan el 17 de octubre la primera aportación política de contenido universal".
 
Diversas voces hay testimoniado sobre dicha fecha. Elijo dos significativas: un marino y un obrero. El primero el almirante Isaac Francisco Rojas, protagonista del golpe de 1955 y figura relevante de la Marina local, el otro Alcides Montiel, Secretario General de la Federación de Obreros Cerveceros y Afines de esos años.
 
EL TESTIMONIO DE ROJAS
Según Rojas: "En octubre de 1945, yo ocupaba el cargo de Jefe de la Primera División d ela Marina, en el Ministerio de Marina en la Casa de Gobierno. Perón había sido arrestado por el Ministro de Marina Vernengo Lima y por el Ministro de guerra, general Avalos. Yo creo que estos dos hombres, de buena fe y de honestidad a toda prueba, cometieron un grave error. En lugar de andar buscando a la Corte - como se decía: Gobierno a la Corte - debían haberse hecho cargo ellos del gobierno en una Junta Militar como hicimos nosotros, en 1955. Y debieron haberlo mantenido arrestado a perpetuidad a Perón, con lo cual hubiesen extirpado el cáncer de raíz. Diez años después yo lo hice."
 
Continuó Rojas, en sus memorias de 1993, recordando: "la multitud desbordó (el 17) la plaza de Mayo y tiró la puerta abajo. Entraron los policías a caballo, era un revuelo increíble. la genet sacó de sus goznes las enormes puertas y yo me tuve que correr a un lado pues de lo contrario se me caían encima. De inmediato entraron unos muchachos sudorosos y que se veían muy cansados. se acercó uno y me dijo: `¿Dónde está Perón?, lo queremos ver, venimos cansados de Ensenada'. Le respondí: `No sé dónde está Perón, debe estar arriba'. En realidad Perón estaba en el Hospital Militar, pero yo no lo sabía.
 
Al tiempo, había acudido un teniente con un pelotón. dio una orden y los soldados pusieron rodilla en tierra, dieron vuelta sus fusiles - con la culata para adelante - y comenzaron a sacudirles las cabezas a los revoltosos. Sonaban sus cabezas que parecían mates. Así fueron saliendo todos, quedamos desalojando el lugar y se pusieron de nuevo las puertas en su lugar. Por supuesto, permanecí en el Ministerio toda la noche y, a eso de las once, escuché el discurso demagógico de Perón".
 
EL RECUERDO DE UN OBRERO
Para los que valoran positivamente esa jornada, de la que se cumplen su 75 aniversario, donde el pueblo con "las patas en la fuente" fue protagonista, la sumatoria de testimonios y vivencias aportan el tono del sentir profundo de aquello que participaron activamente y vieron nacer al peronismo como movimiento nacional. Uno de ellos fue Alcides Montiel, que valoró positivamente la jornada, expresó: "Yo soy un obrero que trabajé más de veinte años en la Cervecería Quilmes, en la ciudad de Quilmes. Me incorporé a la CGT como miembro de Comité Confederal. En el año 43 se produce la revolución del 4 de junio de ese mismo año. y se creó la Secretaría de Trabajo. La Secretaría de Trabajo fue un bicho que asustó a mucha gente; se decía que era el vehículo por el cual el gobierno iba a someter a la clase trabajadora. Nos acercamos a la Secretaría de Trabajo, y a colaborar con ella. Se produce la detención del Coronel Perón, y se inicia un movimiento de que sí y de que no, de titubeos, la CGT en ese momento ya estaba de nuevo en manos de la Unión Ferroviaria. fueron a ver al General Avalos... Y bueno, ellos estaban en la duda, porque Avalos les había prometido una serie de cosas.
 
Ahora, en ese ínterin de vacilaciones y cosas, nosotros hicimos una reunión en la ribera de Quilmes, en un local de los Cerveceros, un campo de deportes. Había una cantidad de dirigentes de la Capital Federal y de la provincia, para declarar la huelga general ya que la CGT no la declaraba. Y la declaramos para el día de 18 de octubre. Y la Confederación General del Trabajo, después de muchos titubeos, también declaró la huelga general para el de 18 de octubre. Y la huelga salió el 17 de octubre.
 
Fue un acontecimiento que nadie puede explicar con exactitud. Porque la gente salió el 17 de octubre, un día antes de la fecha fijada por la central obrera, y por otro grupo de hombres que nos reunimos al margen de la central obrera. La gente desbordó, pasó por encima de la dirección, de los dirigentes. Ese movimiento del 17 de octubre nadie puede decir yo lo hice: lo hizo el Pueblo movido por un instinto propio y por una voluntad propia. Salió por Perón. La gente hablaba solamente de Perón. Perón fue el que movió las masas con ese poder invisible que sigue ejerciendo sobre la masa trabajadora. ¿Cómo? Nadie puede explicarlo tampoco, porque nadie sabe; pero la gente salió a la calle, y se paró los ferrocarriles, se paró los transportes y se paró las fábricas, se paró todo el mundo. Y la gente caminaba para la Plaza de Mayo. Pero sin dirigentes. Que dicen que Cipriano Reyes hizo, que los otros hicieron, que los de más allá hicieron más: no es exacto. Era un Pueblo atrás de Perón, y una vez que estuvo en la plaza no quería salir de la plaza. Intentaron decirle una cosa, otra, pero el Pueblo no quiso sal i r de la plaza hasta que no apareciera Perón.
 
Entonces lo trajeron a Perón de donde estaba, y hasta que Perón apareció, después el pueblo se fue. Esa es la historia, más o menos a grandes rasgos del 17 de octubre. Nadie puede arrogarse la paternidad de ese acto del Pueblo".
 
El fragmento del testimonio sobre el 17 lo podría cerrar con esta expresión de Montiel: "El 17 de octubre es el nacimiento de una criatura y resultó muy linda, sana, robusta. Como consecuencia muchos se arrojan la paternidad del chico. Pero esa criatura tiene un solo padre, como debe ser: es el Coronel Perón". Su testimonio fue publicado en el Boletín de Difusión Interna para el Encuadramiento de la Juventud Peronista n° 6, de 1973.
 
HITO DIFICIL DE IGUALAR
Mujeres y varones vivieron una jornada única que hoy, a 75 años de su concreción, marca un hito difícil de igualar. Espero que estos testimonios den una idea de los pareceres y disputas de esos años, en donde, para bien o para mal, se forjó otra Argentina.
 
 
* Pablo Vázquez es licenciado en Ciencia Política; Docente de la UCES; Secretario del Instituto Nacional Juan Manuel de Rosas.