El 23 de noviembre de 2023, Daniel Roy Gilchrist Noboa Azín (más conocido como Daniel Noboa) asumió la presidencia de la República del Ecuador luego de haber vencido el 15 de octubre, en segunda vuelta, a Luisa Magdalena González, candidata del ex presidente Rafael Correa, miembro conspicuo del Foro de San Pablo y del Socialismo del Siglo XXI, inspirado por Lula da Silva, Fidel Castro y Chávez.
Una elección muy particular, porque llegó para completar el mandato del presidente Guillermo Lasso, quien dimitió el año pasado mediante un original mecanismo constitucional llamado muerte cruzada
, el cual consiste en una decisión presidencial para disolver la Asamblea y, simultáneamente, presentar su renuncia a la Presidencia. El mandato del señor Lasso duraba inicialmente hasta mayo de 2025, de manera que el actual período presidencial de Daniel Noboa finalizará dentro de 18 meses.
EL JOVEN PRESIDENTE
A la semana de asumir como presidente, Daniel Noboa cumplió 36 años de edad, el 30 de noviembre. Cuarenta días después de haber tomado posesión de la Primera Magistratura, se ha producido el primer gran estallido de este gran polvorín andino en el cual se ha convertido la República del Ecuador.
Sería muy ingenuo pensar que Daniel Noboa fue quien provocó esta conmoción militar, social y política donde, en este momento, tiene dos fuerzas enfrentadas: por un lado, los narcotraficantes, cuyas fuerzas se calculan en unos 20.000 sicarios y operadores varios; por el otro, las Fuerzas Armadas Ecuatorianas, con unos 22.000 efectivos armados en pie de guerra desplegados en las calles de las principales ciudades de este bellísimo país sudamericano.
Este conflicto se fue gestando desde principios del siglo XXI, durante más de veinte años en los cuales, luego de la aparición de los primeros narcotraficantes, se asistió a la consolidación y crecimiento imparable de esta actividad delictiva muchas veces asociada con el terrorismo e, inclusive, con el terrorismo de Estado.
La República del Ecuador tiene aproximadamente 256.000 kilómetros cuadrados, con lo cual tiene 50.000 kilómetros cuadrados menos que la provincia de Buenos Aires ( con 306.000 Km2, la más grande de la Argentina). Está ubicada sobre la Línea del Ecuador, que la divide en dos, siendo la parte del sur más extensa.
Tiene dos grandes cordilleras andinas que la recorren aproximadamente de Sur a Norte, una llamada Cordillera Occidental que corre más cercana al Océano Pacífico, y otra Cordillera Oriental, orientada hacia la Selva Amazónica.
Cada tanto, algunos nudos cordilleranos unen a ambos cordones, dando la imagen de una inmensa escalera al Cielo donde se destacan como estrellas de una diadema dos famosos cerros volcánicos: el imponente Chimborazo, con 6.263 metros de altura sobre el nivel del mar; y el Cotopaxi, con 5.897 metros, también muy bello.
Estos gigantescos cordones andinos separan a Ecuador en tres regiones: la Región Litoral o costera; la Región Interandina, o Sierra; y la Región Amazónica, cuyo río más famoso es el Río Napo, afluente del Amazonas y con un importante hinterland fluvial.
Como cuarta región del Ecuador se debe agregar el archipiélago de las Islas Galápagos, situadas mil kilómetros adentro del Pacífico, hacia Occidente y por las cuales este país andino limita también con Costa Rica.
En este formidable país andino habitan actualmente poco más de 17 millones de almas, cuya ciudad más poblada es Guayaquil, con 3,2 millones de habitantes, ubicada sobre la ribera derecha del Río Guayas, muy cerca de su desembocadura sobre el Pacífico. En su puerto se recibe el 92% de las importaciones ecuatorianas y de sus muelles parte el 52% de sus exportaciones. La capital política del país, en cambio, es la muy bella ciudad de Quito, en la región centro norte serrana, a 2.850 metros de altura sobre el nivel del mar, donde actualmente viven 2,8 millones de seres humanos.
PROBLEMA GEOPOLÍTICO
Para poder ver cómo se fue armando, poco a poco, día a día, durante los últimos veinte años, este gigantesco polvorín ahora en pleno estallido, hay que leer con detenimiento los siguientes párrafos:
La principal problemática de Ecuador con respecto a la geopolítica del narcotráfico, está dada por su ubicación territorial junto a Colombia y el Perú, los dos principales productores de cocaína del mundo, así como también por la fragilidad en los controles integrados de frontera que facilitan el ingreso de droga que posteriormente es transportada a puntos estratégicos del perfil costero, incluido Guayaquil.
En su dilatado litoral marítimo sobre el Océano Pacífico, este castigado país andino tiene muchos refugios, pasos, caletas, y puertos inmejorables para el reenvío de droga a terceros países.
Evidentemente, ninguno de los gobiernos ecuatorianos del siglo XXI hizo demasiado para combatir este flagelo. Ni Correa desde 2007 hasta 2017, ni Lenín Moreno (su ex vicepresidente y luego enemigo político mortal) desde 2017 hasta 2021, ni Guillermo Lasso entre su asunción en 2021 y su -muerte cruzada- en 2023, mejoraron en nada las performances anteriores.
Frankenstein ya camina solo y pone en jaque a 17 millones de almas.
Y ahora le toca a Daniel Noboa, con 36 años recién cumplidos, apagar semejante incendio.
Prisiones con capacidad para 30.000 reclusos que actualmente albergan 40.000 presos. Jefes de carteles salen de celdas de máxima seguridad como Pedro por su casa. Veinte mil sicarios en pie de guerra al servicio de los jefes narcos. Las Fuerzas Armadas podrán dar una mano, es cierto, pero no son fuerzas policiales, donde lo crucial es la información. El Estado ecuatoriano se ve en la necesidad de enfrentar a un enemigo tan solapado y criminal como las peores bandas terroristas del planeta. De todos modos, son balas que pican cerca, aterradoramente cerca.