EE.UU. lanzó misiles Tomahawk y bombas antibunker contra 3 objetivos nucleares de Irán

El presidente Donald Trump anunció anoche que Estados Unidos había completado "con éxito" un ataque contra tres instalaciones nucleares iraníes, los primeros bombardeos estadounidenses que se producen en el marco del conflicto actual entre Israel e Irán.

"Hemos completado con gran éxito nuestro ataque contra las tres instalaciones nucleares de Irán, incluyendo Fordow, Natanz e Isfahán", explicó el presidente en la red Truth Social.

"Todos los aviones se encuentran ahora fuera del espacio aéreo iraní. Se lanzó una carga completa de bombas sobre la instalación principal, Fordow. Todos los aviones regresan sanos y salvos a casa. Felicitaciones a nuestros grandes guerreros estadounidenses. Ningún otro ejército en el mundo podría haber hecho esto. ¡AHORA ES LA HORA DE LA PAZ! Gracias por su atención a este asunto", agregó el mandatario estadounidense.

DETALLES DEL ATAQUE

Estados Unidos empleó "entre cinco y seis bombas antibúnker", lanzadas desde bombarderos B-2, además de una treintena de misiles Tomahawk lanzados desde submarinos y destructores en el ataque contra tres instalaciones nucleares en Irán, según informó el presentador de Fox News Sean Hannity, después de haber hablado con el presidente estadounidense, Donald Trump.

"Inicialmente se especuló que solo se necesitarían dos (bombas antibúnker). Resulta que usaron de cinco a seis, lanzadas desde los bombarderos furtivos B2 estadounidenses", dijo Hannity tras su conversación con el mandatario.

Además, afirmó que las instalaciones nucleares de Natanz y Estefan "fueron destruidas con 30 misiles Tomahawk lanzados por submarinos estadounidenses a unos 640 kilómetros de distancia", así como desde navíos de la Armada.

Aparte de estas dos infraestructuras, Estados Unidos también bombardeó la instalación de Fordow, de gran valor dentro del programa nuclear iraní que Washington pretende destruir.

Según fuentes consultadas por Fox News, Fordó, la principal fortificación iraní en el programa de enriquecimiento de uranio, fue completamente destruida en los ataques, algo que Trump secundó al republicar a una fuente de internet que aseguraba, sin fuentes, que "Fordó ha desaparecido".

El hecho de que EE.UU. usara seis bombas antibúnker de gran tonelaje implicaría que sobrevoló Irán con tres bombarderos de última generación B-2, que según el mismo Trump al momento de su anuncio ya estaban fuera del espacio aéreo iraní.

DECISION PELIGROSA

Los ataques son una decisión peligrosa para Estados Unidos, ya que Irán ha prometido tomar represalias si se une al ataque israelí, y para Trump personalmente, tras ganar la Casa Blanca con la promesa de mantener a Estados Unidos fuera de costosos conflictos extranjeros y burlarse del intervencionismo estadounidense.

Trump había indicado a los periodistas el viernes que no estaba interesado en enviar fuerzas terrestres a Irán. Anteriormente había afirmado que tomaría una decisión final en el transcurso de dos semanas, un plazo que parecía prolongado a medida que la situación evolucionaba rápidamente.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, advirtió el miércoles a Estados Unidos que los ataques dirigidos a la República Islámica "resultarán en un daño irreparable para ellos". Y el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Esmail Baghaei, declaró que "cualquier intervención estadounidense será una receta para una guerra total en la región".

Trump ha prometido que no permitirá que Irán obtenga un arma nuclear y había esperado inicialmente que la amenaza de usar la fuerza llevaría a las autoridades iraníes a renunciar pacíficamente a su programa nuclear.

 

GUERRA PROLONGADA

El ejército de Israel dijo ayer que se estaba preparando para la posibilidad de una guerra prolongada, al tiempo que el canciller de Irán advirtió antes del ataque estadounidense que la participación militar estadounidense "sería muy, muy peligrosa para todos".

La perspectiva de una guerra más amplia también flota en el aire viciado de Medio Oriente. Los rebeldes hutíes respaldados por Irán en Yemen indicaron que reanudarán los ataques contra buques estadounidenses en el Mar Rojo si el gobierno de Trump se unía a la campaña militar de Israel. Los hutíes pausaron tales ataques en mayo bajo un acuerdo con Estados Unidos.

El embajador de Estados Unidos en Israel anunció que su país había comenzado "vuelos de salida asistida", los primeros desde Israel desde el ataque liderado por Hamas el 7 de octubre de 2023, que desató la guerra en Gaza.

Pero Trump parece haber hecho el cálculo, a instancias de las autoridades israelíes y muchos legisladores republicanos, de que la operación de Israel había suavizado el terreno y presentado una oportunidad quizás sin igual para retrasar el programa nuclear de Irán, tal vez de manera permanente.

Los israelíes aseguran que su ofensiva ya ha paralizado las defensas aéreas de Irán, permitiéndoles degradar considerablemente múltiples sitios nucleares iraníes.

Pero para destruir la planta de enriquecimiento de combustible nuclear de Fordo, Israel ha apelado a Trump para obtener bombas antibúnkeres estadounidenses, la GBU-57 Massive Ordnance Penetrator de 13.600 kilogramos, que utiliza su peso y fuerza cinética pura para alcanzar objetivos profundamente enterrados y luego explotar. El penetrador actualmente sólo es lanzado por el bombardero furtivo B-2, que forma parte exclusivamente del arsenal estadounidense.

La bomba lleva una ojiva convencional y se cree que puede penetrar unos 61 metros por debajo de la superficie antes de explotar, y las bombas pueden ser lanzadas una tras otra, perforando efectivamente más y más profundo con cada explosión sucesiva.

La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha confirmado que Irán está produciendo uranio altamente enriquecido en Fordo, lo que aumenta la posibilidad de que se libere material nuclear en el área si se utilizara la GBU-57 A/B para golpear la instalación.