‘Suavecita’, en Nün Teatro Bar

Dulce encanto de la consolación

 


‘Suavecita’. Libro y dirección: Martín Bontempo. Arte: Uriel Cistaro. Maquillaje: Adam Efron. Luces: Fernando Chacoma. Música: Germán Severina. Con: Camila Peralta. En Nün Teatro Bar (Juan Ramírez de Velasco 419).


¿Cómo contar la historia de Suavecita sin herir susceptibilidades? Quizás ubicándose en modo fantasía y refugiándose en este ser menudo, cálido, que como disculpándose aparece en el escenario descorriendo un telón. Casi como un soliloquio, con voz aniñada y ademanes tímidos, ella cuenta que está sola con su pequeña hija, que gana apenas para vivir y detalla su oficio, viejo como el mundo, que simplemente consiste en dar placer a los que sufren. Claro que el lugar elegido para la actividad no es el ideal. Nunca se asocia un hospital con un lugar de disfrute, y menos cuando los pacientes, convertidos por un anónimo doctor en “clientes”, se multiplican, casi llegados a su hora final para recibir los “favores” de Suavecita.

DIFERENTE

Monólogo que entremezcla elementos cómicos y dramáticos, la narrativa de Martín Bontempo viaja por situaciones casi siempre al borde, que amenazan con el ridículo o el mal gusto, pero que el giro cómico y el toque justo de una estupenda actriz como Camila Peralta (Suavecita) salvan en todo momento.

Ninguno puede imaginar que ese pequeño ser de voz fina pueda convertirse en el accionar de su peregrinaje por enfermos, algunos terminales, en personajes mágicos. Ya por la imaginación de la protagonista, ya por la de los enfermos, el contacto carnal que desencadena el deseo convierte a Suavecita en vampiresa exótica, Mujer Maravilla o seductora desatada.

Ayudada por sencillos juegos cromáticos, toques de luz y sombra, la fantasía se produce y lo que luego generará el misterio de la reanimación de los desahuciados se convertirá en un milagro popular del que Suavecita se asombra de protagonizar entre rezos y convocatorias barriales.

GELSOMINA

La obra, que se representa todos los jueves en el Nün Teatro Bar, va a ser recordada siempre por su protagonista. Suerte de Gelsomina escapada de ‘La Strada’ de Federico Fellini, que con el nombre de Suavecita, como aquella, supera un pasado de miseria y olvido. Las dos sufren la ignorancia y la pobreza en un contexto social difícil, pero ambas parecen haber convertido su oficio en un imaginario fantástico que les permite sobrevivir a pesar de todo.

Calificación: Muy Buena.