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Drogas: ¿drama sin solución?

Un colega uruguayo mantiene conmigo una relación de complementación e intercambio de trabajos en drogadependencia.
Uruguay tiene venta libre de marihuana en farmacias y existen multitud de ‘clubes cannábicos’. La venta en farmacias es superada totalmente por la venta ilegal que produce un producto más potente en los principios psicoactivos y es más barata. Además, aumentó el consumo de cocaína. La marihuana libera zonas cerebrales y la cocaína es como una ‘pera’ que se cae de madura ante este nuevo escenario neuroquímico y máxime si existen ciertas vulnerabilidades individuales y sociales.
Junto a la Argentina son los países de América latina de mayor consumo de cocaína (informe Unodoc - Naciones Unidas agosto 2022). Hay un Supra Estado que supera a los Estados formales con un poder económico que parece imponer sus reglas. Solo una cultura adversa al consumo de drogas desde los primeros años parece dar resultado. En lo demás, el Supra Estado posee recursos enormes, pero no debemos olvidar lo que K. Chesterton nos enseñó: “El primer Estado es la familia”.
Además, subió en Uruguay la población carcelaria ligada a la venta de drogas y las instalaciones no alcanzan, aumentan las cantidades de muertes en esos ámbitos penitenciarios, todo esto unido al analfabetismo. Colombia pasó a exportar en los últimos años más cocaína que petróleo (esto habla a las claras del problema que se viene).
La solución, muy parecida a la nuestra es aumentar la represión del narcotráfico, pero olvidan la prevención y la asistencia precoz. A esto va dedicado este trabajo en homenaje a la preocupación de nuestro colega uruguayo. Además, recordar a la máxima autoridad del mundo en drogas, la doctora Nora Volkow que desde el NIDA nos enseña sobre los daños cerebrales, que la enfermedad adictiva, en sí, no tiene cura, pero sí tratamiento y rehabilitación, pero esto demanda un gran esfuerzo y múltiples actividades conexas. El cerebro no está conformado para el consumo de drogas y se asiste a un proceso de neurodegeneración.
 

HISTORIANDO
El consumo adictivo de drogas y alcohol se daba dentro de un marco evolutivo especial, como es la pubertad, la adolescencia y la juventud (el ochenta por ciento de las enfermedades de ese momento refiriéndome a la década del ‘90 y los 2000), pero progresivamente el mundo adulto y joven empieza a consumir dentro de un marco cultural de banalización de los daños y de la devaluación del concepto de salud pública.
Al mismo tiempo a fines de la década del 90 los principales institutos de estudio del cerebro, NIDA, por ejemplo en los Estados Unidos, muestran los daños funcionales y estructurales que se dan en zonas muy finas de control de impulsos y del pensamiento en general (lóbulo frontal, ganglios basales y lóbulo temporal). Se descubren infartos, zonas mudas en el funcionamiento, hipo flujos y todo esto se convierte en daños cognitivos (memoria, atención, descontrol y también delirios y alucinaciones).
Lo contradictorio de los descubrimientos se contrapone con un mercado de oferta cada vez mayor y un narco-marketing poderoso.
LA ADOLESCENCIA HOY ¿Qué es la adolescencia hoy? Esta pregunta hace referencia a un momento en donde la personalización se tensa buscando un afecto fuera del circuito familiar, un lugar en la sociedad.
Esta personalización se hará más crítica si en el ser humano hay trastornos en sus raíces familiares (disolución familiar, ausencia y/o perversión de los representantes de la Ley que distorsiona una transmisión generacional). Los griegos nos enseñaron que la ley, cuando es heterónoma (mera muestra de un poder externo) falla; la ley sólo es útil y pacificadora cuando surge de un diálogo generacional que constituye al factor elemental de la transformación de la cultura.
La ley era, para los griegos, camino para crecer. En un marco familiar disuelto o inexistente (típico en situaciones de marginación ética, económica, social y/o efectiva) esta ley como camino para crecer falla por carencias, precisamente, en sus representantes.
Esta alteración de los marcos familiares, de la cual el marginal urbano da hoy testimonio, se acompaña de un retraso escolar o defecciones notorias de la escuela como institución contenedora y que en la práctica funciona como expulsora.
El fracaso escolar está relacionado con distintas alteraciones de desarrollo de un niño y de un púber ya que la escuela socializa al reforzar la asunción de roles dentro de un código grupal, permite a través de un proceso de estimulación el desarrollo de las pautas simbólicas y facilita el desarrollo ético y moral.
En los marginales es común observar la destrucción de estas pautas legales; así aparece la niñez cautiva en la calle o mejor dicho la niñez de la calle.
Estas patologías, como he mostrado en mis anteriores textos: ‘Abordaje psicoterapéutico de las psicosis’ y ‘El adicto, las comunidades terapéuticas y sus familias’ conforma un cuadro en donde la prevención y la asistencia se complementan mutuamente.
La prevención está enfocada como un aspecto que toca a los elementos de perdurabilidad del sistema social y político. Prevenir, es en este aspecto, un compromiso social que atiende a los más carentes de afecto, ética, y también a todos aquellos que quedan fuera del circuito educativo y económico social.
La prevención merece ser revalorizada teóricamente. Es atacada desde la intelectualidad ya que la prevención, desde esta postura, es imposible. La enfermedad está entonces unida a una ‘noción de algo ineluctable’ a un destino. Se la cancela y especialmente la detección precoz (en los primeros momentos del consumo), ya que se refuerza la ideología de la banalización de los daños y de la libertad de consumir aun en edades puberales.
La sociedad se encuentra cada vez más débil pero la nuestra y en crisis permanente que hace que el mundo adulto elija frente a su perplejidad, la alternativa del descuido del otro, el infantilismo y la adolescentización de sus vínculos; van surgiendo padres-niños y niños-solos.
Frente a todo esto es natural que la sociedad se autoconvoque para protegerse de sí misma y del suicidio de toda una generación. Adicciones y suicidio van de la mano.
Convocar a toda una sociedad municipio por municipio, escuela por escuela, familias, aula por aula parece una utopía porque el consumo ya está instalado en cada escuela. En el ámbito familiar también, pero habrá que hacerlo.
Nuestra única función es ser partero y escucha de una autonomía que el otro no puede asumir. Ser partero de un lenguaje que en sí mismo no puede escuchar.
En la asistencia privilegiamos la atención a través de sistemas sociales educativos y terapéuticos. La comunidad terapéutica estructurada surge entonces como una de las mejores alternativas para enfrentar las modernas enfermedades sociales. Hoy con el correr de los años las comunidades terapéuticas se convierten en ‘casas de vida’ (la inermidad de muchos es uno de los hechos, solos de toda soledad). Nadie se interesa por ellos.

MES DE LA RECUPERACION
El NIDA desde 1989 celebra en cada septiembre la promoción y el apoyo a nuevas prácticas de tratamiento y recuperación basadas en evidencia.
Nora Volkow refleja cómo el consumo de sustancias y los trastornos por consumo de sustancias cambian el cerebro, pero esa maleabilidad (plasticidad) es multifacética.
Si bien las drogas cambian el cerebro, las experiencias vividas, el envejecimiento y el tratamiento también lo cambian.
El cese o incluso la reducción del consumo de sustancias, por ejemplo, mediante tratamiento, puede mejorar el funcionamiento del cerebro y, al hacerlo, generar cambios positivos en las emociones, la cognición y el comportamiento que pueden facilitar la recuperación. Cuando las personas inician tratamiento, deben hacerlo con el conocimiento y la comprensión de que el tratamiento es posible.
Los cambios en el cerebro y el comportamiento toman tiempo, al igual que resolver los impactos irradiados de un trastorno por abuso de sustancias: pérdida de empleo, pérdida de vivienda, relaciones fracturadas con familiares y amigos y participación en el sistema de justicia penal. Es posible que las personas necesiten apoyo y ayuda continuos con estos problemas para mantener y sostener su recuperación.