Historias del conurbano

Dónde y cómo se paran los intendentes con miras al 2025

Javier Milei llegó a ser presidente rompiendo una serie de reglas preestablecidas en la política argentina. Además de no contar con anclaje territorial en ninguna jurisdicción del país, arribó a la primera magistratura sin haber ganado la provincia de Buenos Aires, algo similar a lo que ocurrió con Macri en 2015, cuando su candidatura a presidente tuvo menos votos que la de Daniel Scioli en la segunda vuelta, aunque María Eugenia Vidal pudo quedarse con la gobernación bonaerense en el mes de octubre de aquel año.

Esa particularidad de origen lleva a que, para la fuerza política gobernante, se convierta en una colina a conquistar en el primer turno electoral posterior que será en 2025. El tablero político bonaerense asoma fragmentado.

El peronismo dividido en varias tribus, el radicalismo con sus propias internas y la Libertad Avanza en camino a construir con representantes propios, pero no exenta de dificultades. En esa geografía, es clave cómo se posicionan los intendentes del conurbano y de los principales distritos del interior. Las definiciones del PJ se estiran para otro momento.

EN EL GRAN BUENOS AIRES

Para la fuerza política del Presidente la construcción propia en el Gran Buenos Aires depende de actores que se han sumado en 2023 y que ahora busca ampliar con acuerdos puntuales e incluso en la seducción de jefes comunales peronistas y del pro con objetivos distintos. En el caso de los alcaldes vinculados al PJ, la tarea es trabajar sobre sus diferencias internas y lograr que se abra una o más ventanillas electorales para discutir el liderazgo de Cristina Kirchner.

Ya hemos dado cuenta que ese trabajo comenzó de la mano de Guillermo Francos, pero sobre todo de su hombre de confianza, Lisandro Catalán quien despliega una agenda en el diálogo con varios de ellos. Por sus oficinas ya pasaron Ariel Sujarchuk (Escobar), Julio Zamora (Tigre), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Guillermo Montenegro (General Pueyrredón), además de Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Ramón Lanús (San Isidro) o Jaime Méndez (San Miguel). Algunas reuniones trascendieron públicamente, otras no. Pero existieron y existirán.

Para el gobierno nacional, estos encuentros tienen distintas finalidades políticas. Poder estructurar una opción opositora “amigable” es tarea que se lleva adelante con intendentes peronistas, mientras que con aquellos que ingresaron en las listas de Juntos por el Cambio, las afinidades pasan por otro lado.

En este último lote, el que se ha mostrado más proclive a sumarse a la Libertad Avanza desde su cercanía con Patricia Bullrich, pero sobre todo con el propio Javier Milei, es Diego Valenzuela, el alcalde de Tres de Febrero. De hecho, se lo vio en los palcos del Congreso el domingo cuando Milei fue a presentar el presupuesto 2025. Ante una publicación de este medio y su posible incorporación a “las fuerzas del cielo”, Valenzuela contestó: “Formo parte de las fuerzas del cambio, y trato de ayudar al Presidente del cambio que votaron los argentinos”.

En el GBA, los distritos que son gobernados por afuera del peronismo son, además de Tres de Febrero, San Miguel, Vicente López y San Isidro. Fuera de ese radio pero dentro de la primera sección electoral se podría agregar a Campana.¿Cómo se ubican esos intendentes ahora? En el caso de San Miguel, Jaime Méndez, quien aún responde a la conducción política de Joaquín De La Torre, espera e intenta mostrarse como un vecinalista.

ALINEAMIENTO

En algún momento, al tener representantes en el gabinete nacional el alineamiento con La Libertad Avanza era obvio, pero la salida en muy malos términos de Pablo de La Torre (actual concejal del distrito) del gabinete de Sandra Petovello, lesionó la relación, más allá que el senador provincial Joaquín De La Torre suele reunirse con el poderoso asesor Santiago Caputo.

Así como están las cosas, si las elecciones fueran este fin de semana, el oficialismo sanmiguelino se presentaría como una opción netamente local. Pero todavía falta mucho tiempo.

En el caso de San Isidro, el intendente Ramón Lanús, que esta semana recibió en su distrito a Axel Kicillof en muy buenos términos, mantiene equilibrio entre sus vínculos políticos con Patricia Bullrich y Mauricio Macri, al mismo tiempo que sostiene una buena relación con el gobierno nacional y afinidad con Milei. Esto quedó demostrado en varias oportunidades, pero sobre todo cuando se reunió con el ministro de economía Luis Caputo y anunció que en el distrito ya no se cobrará la tasa vial en la venta de combustible.

Desde sectores de La Libertad Avanza miran con detenimiento estos movimientos y no descartan desplegar sus propios armados que, al final del camino, podrían confluir o no electoralmente. En tanto, Soledad Martínez gobierna Vicente López y es vicepresidente del PRO, por ende su alineamiento es muy claro: es con Macri.

Estos alcaldes tendrán que tomar definiciones electorales en el momento en que se establezcan los acuerdos provinciales. Si hay frente común entre la Libertad Avanza -esta semana ya es oficialmente un partido político en Buenos Aires- y el PRO y un sector del radicalismo, será una historia. Si van por caminos separados, deberían decidir en qué espacio van a inscribir las candidaturas. Quizá sirva de aproximación a los movimientos que se están dando en el congreso.

EL PERONISMO: UN MUNDO APARTE

Al poseer casi el monopolio de la representación territorial del conurbano, los intendentes procedentes del peronismo se dividen en varias tribus. Desde ya, los que forman parte de La Cámpora responden a la conducción de Máximo Kirchner y no discuten en nada a Cristina Kirchner, al tiempo que tensaron su relación con el gobernador Axel Kicillof.

Ninguno de ellos estuvo en el acto del gobernador en Mar Chiquita el sábado pasado. Ellos son Mayra Mendoza (Quilmes), Julián Alvarez (Lanús), Damián Selci (Hurlingham). Fuera del Gran Buenos Aires, la agrupación tiene intendentes propios en Mercedes, Olavarría, Bahía Blanca, Azul y Carmen de Areco.

En la puja que ya no se disimula con Axel Kicillof, el gobernador hace equilibrio con Cristina Kirchner -estuvo en Merlo el viernes pasado- pero no con La Cámpora.

El “task force” del mandatario provincial lo encabezan Jorge Ferraresi (Avellaneda), Gabriel Katopodis, Ministro provincial y jefe político de San Martín donde gobierna Fernando Moreira y Mario Secco de Ensenada. También en esa lista podría sumarse a Pablo Descalzo, el mandamás de Ituzaingó.

Luego hay que mirar el grupo de alcaldes que mantiene línea con La Plata y el Instituto Patria y logran hacer equilibrio entre ambos. Allí se anotan Gustavo Menéndez (Merlo), Federico Achaval (Pilar), Nicolas Mantegazza (San Vicente), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Federico Otermín (Lomas de Zamora), estos últimos casos siempre muy vinculados a quién ha salido del primer plano de la política bonaerense pero no se ha retirado ni mucho menos: Martín Insaurralde. Y además, así como pueden hablar con Kicillof o Cristina Kirchner, pueden sentarse con el gobierno nacional.

Entre quienes no forman parte de La Cámpora pero sí están más cerca del Instituto Patria, se ubica Mariel Fernández (Moreno) o Lucas Ghi (Morón), sobre todo por su padrino político, Martín Sabatella. Por supuesto que Julio Alak está en este grupo, sin perder sus lazos con Kicillof.

CASOS PUNTUALES

En tanto, hay casos puntuales para mirar de cerca. Uno de ellos es el de Leonardo Nardini, el intendente de Malvinas Argentinas que fue ministro hasta diciembre en la Provincia. El último fin de semana no se lo vio en ninguno de los actos, ni en Merlo ni en Mar Chiquita. Sí estuvo con Cristina Kirchner el senador provincial Luis Vivona y en el peronismo bonaerense les destacan a los referentes de Malvinas su capacidad para dialogar con todos los sectores, incluso con Sergio Massa. En las filas del Frente Renovador se mantiene el Intendente de San Fernando Juan Andreotti.

Mario Ishii, el jefe político de José C. Paz no saca los pies del plato del peronismo, pero ha decidido, hace tiempo, no participar en “roscas”. Sostiene que es tiempo de gestión y de estar “cerca de la gente, en momentos de fuerte ajuste”. Algo similar hace Gastón Granados (Ezeiza).  El fino equilibrio también lo practican desde La Matanza. El intendente Fernando Espinoza no ha participado últimamente de ningún acto político fuera de su distrito, pero días atrás en un plenario del PJ local, envió un mensaje directo. Cerró el con la clásica arenga: “Viva Perón, viva Evita, viva Néstor y viva Cristina, pero sólo Cristina”. Más claro el mensaje, imposible. En tanto, Veronica Magario, vicegobernadora mantiene los lazos con CFK y Axel Kicillof. Saben que, al final del cambio, el distrito tendrá el peso excepcional de siempre.

El que ahora se busca desmarcar y establecer un perfil propio es Ariel Sujarchuk (Escobar) quien ha salido a cuestionar tanto a La Cámpora como a diferenciarse del gobierno provincial en materia de políticas como la seguridad.

Lejos de estos esquemas está, desde hace tiempo, Fernando Gray (Esteban Echeverría) quien junto al ex alcalde Juan Zabaleta ya construyen un espacio que confronte con La Cámpora abiertamente. En ese lote parecen haber sumado a Guillermo Britos, el intendente de Chivilcoy, quien estuvo a punto de ser el candidato a gobernador de Javier Milei. Esos movimientos podrían confluir con otros que se están dando y tiene como protagonista a Julio Zamora, el intendente de Tigre. El mismo alcalde niega que esté construyendo una nueva “ancha avenida del medio”, y suele ironizar sobre esa historia que nació, justamente, en Tigre con Massa. Fotos recientes con Juan Schiaretti, Florencio Randazzo, Facundo Manes y pronto con Horacio Rodríguez Larreta aumentan las especulaciones. Sin dudas, el 2025 ya comenzó.