Doble femicidio de Córdoba: hallan ileso al niño desaparecido y detienen a su padre

Pablo Laurta fue arrestado en Entre Ríos acusado de matar la madre y a la abuela del menor, de 5 años, quien quedó bajo el cuidado de la Justicia. Tras el operativo, el niño abrazó a los policías.

El niño Pedro Rodríguez Laurta de 5 años que había sido tomado cautivo por su padre y permanecía desaparecido fue hallado ileso en la ciudad entrerriana de Concordia, mientras que su padre Pablo Laurta fue detenido en Gualeguaychú por estar acusado de asesinar a la madre y a la abuela del niño en Córdoba.

Fuentes policiales informaron que las víctimas fatales fueron identificadas como Luna Giardina y Mariel Zamudio y el femicida sería Laurta, quien ya tenía antecedentes por violencia de género contra su ex pareja.

El padre del niño fue detenido en el Hotel Berlín de Gualeguaychú cuando organizaba el traslado hacia la frontera uruguaya en taxi.

Fuentes judiciales informaron que en el accionar actuaron la Policía de Córdoba y de Entre Ríos.

Por su parte, la Fiscalía de Instrucción de Violencia Familia a cargo de Gerardo Reyes informó que el menor fue encontrado en Concordia Entre Ríos sano y salvo.

El niño estaba desaparecido desde el sábado, en un hecho directamente vinculado a una investigación por homicidio doblemente calificado ocurrido en la misma fecha y lugar.

La Fiscalía de Instrucción de Violencia Familiar y de Género del 2º Turno, a cargo de la causa, había activado el Alerta Sofía y los pedidos de captura a Interpol.

El Ministerio de Seguridad de la Nación se había sumado a la búsqueda del menor, por medio del Sistema Federal de Búsqueda de Personas desaparecidas y extraviadas (SIFEBU), en el que detalla características físicas y particulares del niño.

El presunto responsable de los crímenes y del secuestro del niño es Pablo Laurta, padre del menor y de nacionalidad uruguaya.

Según los informes policiales, Laurta habría ingresado a la casa de su ex pareja en la calle San Pedro de Toyos el sábado por la mañana y mató a Luna Giardina y a su madre, Mariel Zamudio, utilizando un arma de fuego.

La tragedia fue el desenlace de una hottoria violenta que había generado que Luna Giardina  escapara de Uruguay con su hijo Pedro hacía casi tres años, luego de que Pablo Laurta intentara ahorcarla.

Tras las denuncias contra el agresor, a Giardina le otorgaron un botón antipánico, que no pudo accionar al momento del ataque fatal.

Fuentes del caso informaron que el acusado sería el creador de una cuenta en redes sociales  denominada “Varones Unidos”.

 

LA INVESTIGACIÓN DIO SUS FRUTOS

La detención de Laurta comenzó a tejerse a partir de una pieza clave: un Toyota Corolla que apareció incinerado en Córdoba el pasado 9 de octubre. El vehículo pertenecía a Martín Palacios, un remisero de 49 años de Concordia, cuya familia había denunciado su desaparición dos días antes, el 7 de octubre, luego de que Laurta lo contratara para un viaje.

Este hallazgo conectó a la policía de Córdoba con la de Entre Ríos, desatando un "intercambio dinámico de información", según fuentes de la investigación. Aunque en un principio se creía que el prófugo estaba en Gualeguaychú, la pista definitiva llegó gracias al rastreo de las celdas telefónicas del celular de Laurta, un dato aportado por las autoridades cordobesas que ubicó al prófugo en el Hotel Berlín, en la calle Bolívar 733 de Concordia.

Con el lugar rodeado, la policía montó una vigilancia discreta. La espera terminó cuando Laurta salió de la habitación 209. Fue detenido en el pasillo, sin darle tiempo a reaccionar. Detrás de él caminaba el pequeño Pedro, quien fue inmediatamente puesto a resguardo por los efectivos.

Tras su captura, Laurta se descompensó y tuvo que ser trasladado a un hospital local para recibir atención médica, donde permanece bajo custodia. Mientras tanto, su hijo Pedro fue llevado a la Comisaría del Menor para su contención y cuidado. La habitación del hotel fue asegurada a la espera de una orden de requisa.

 

LA REACCION DEL NIÑO

Tras la detención de su padre, el pequeño Pedro, quien tiene un diagnóstico de trastorno del espectro autista (TEA), fue puesto inmediatamente bajo el cuidado de personal policial femenino.

En una de las imágenes más conmovedoras de la jornada, se ve al niño abrazando con una sonrisa a una de las agentes, un gesto que simboliza el fin de la pesadilla.

“El niño está en buen estado”, confirmó la Fiscalía de Instrucción de Violencia Familiar a cargo de Gerardo Reyes, que lidera la investigación.