Desafíos estratégicos de la Argentina en el siglo XXI

Es un tema de voluntad política terminar con el narcotráfico, señaló el ex candidato presidencial Juan José Gómez Centurión. Urge la reafirmación del Estado-Nación, y la dirigencia política debe actualizar su modelo de soberanía. Hace falta el reenfoque de la Política Exterior, y la seguridad del Atlántico sur tiene que ser militarizada, dijo el veterano de la Guerra de Malvinas.

“Con una Argentina mendicante que celebra contratos internacionales buscando la inmediatez de un préstamo para pagarle a un deudor anterior, es muy difícil tener un país que se proyecte estratégicamente”.
Los conceptos pertenecen al mayor (R) EA Juan José Gómez Centurión, veterano de la Guerra de Malvinas y ex candidato a presidente de la Nación, quien brindó una conferencia sobre “Desafíos estratégicos de la Argentina en el siglo XXI”. La disertación tuvo lugar en el Centro de Oficiales de las Fuerzas Armadas (COFA) y actuó como moderador el Dr. Guillermo J. Fogg, presidente del CERIC (Centro de Estudios de Relaciones Internacionales y Ceremonial) y miembro de la Comisión de Cultura del COFA.
A continuación, una síntesis de los tramos más significativos de la conferencia:
* “La Argentina está en una situación terminal desde muchos puntos de vista, y debe transformar en forma urgente todo su sistema de poder político. El país viene desarrollando, desde hace 30 ó 40 años, un modelo de política institucional basado en lo que la politología moderna llama el modelo de política `patrimonial´ (en contra del modelo de política institucional). En la Argentina se ha perdido la distinción entre Gobierno y Estado desde hace muchísimo tiempo. El Estado es la institución estratégica que a lo largo del tiempo va a desarrollar, contener y proteger el proyecto de una Nación. En cambio, el Gobierno es la administración transitoria del Estado”.
* “En ese modelo de política `patrimonial´, cuando alguien llega al poder dice: `El Estado es mío´. Divide los ministerios entre distintas `tribus´ propias, y no tan propias. Desmenuza al Estado. Lo asigna a determinados sectores políticos. En la Argentina ya nos parece natural que quien llega a ejercer la cabeza de un Gobierno -durante 4 u 8 años- asuma que `el Estado es de él´. Y detrás de este avasallamiento está la destrucción de las instituciones: Poder Judicial, Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad, etc. Se trata de un modelo de política `patrimonial´ que ha destruido a la Argentina”.
* “Si no revertimos esa tendencia es imposible que nuestro país piense en un modelo estratégico. Tenemos un Estado fallido que no puede cumplir con las necesidades básicas que marca la Constitución Nacional. Por ejemplo, dar seguridad a los ciudadanos, cuidar las fronteras, o defender el proyecto de Nación. Es un Estado destartalado. Un Estado compartimentado (sin conexión entre sus reparticiones)”.
* “Esto lo digo con la enorme serenidad que da no ser candidato. No estoy hablando desde el punto de vista de una candidatura política. Hoy me asiste la absoluta neutralidad de hacer un diagnóstico y decir lo que pienso de la Argentina”.

ESTADO INTELIGENTE
Aparte de su trayectoria como oficial del Ejército Argentino, Gómez Centurión posee amplia experiencia de gestión en empresas privadas. Desde ese modelo de trabajo -y sin temor a la polémica- considera que la Argentina es un Estado que no fue. Es un Estado inmensamente grande. Inmensamente pesado. Inmensamente ineficiente. Y lo peor, inmensamente ineficaz. No cumple con la función para la cual fue diseñado:
* “La contracara (de ese Estado `patrimonial´) es el modelo de un Estado inteligente. El Estado que sabe lo que pasa dentro del territorio, porque tiene información, la procesa, y cada área está al tanto de lo que se gestiona en otra. Pero hoy la Dirección General de Aduanas no sabe lo que gestiona el Renaper (Registro Nacional de las Personas). Y el Renaper no sabe lo que gestiona la Dirección General de Aduanas. Esta particularidad no es solo de este Gobierno. Es una cultura del sistema político argentino”.
* “El segundo desafío estratégico que tiene la Argentina, es la reafirmación del Estado-Nación. Su clase dirigente se encuentra enrolada en corrientes de política exterior, que directamente niegan la validez del Estado-Nación. En estos casos, el Estado pasa a ser un modo gerencial de políticas internacionales que se generan desde otro lugar. Por ejemplo, hoy en América latina nos encontramos con el ejemplo de los Estados plurinacionales. El máximo exponente es Canadá”.

MODELO DE SOBERANIA
Según Gómez Centurión, la defensa de un país se desarrolla con efecto disuasivo y en resguardo de su herencia histórica. El Gobierno tiene la obligación de ser el garante de la gestión del Estado. Y, a su vez, el Estado es la herramienta que asegura la continuidad histórica de la Nación Argentina:
* “Aquí tenemos dos cuestiones: primero, la clase dirigente política argentina debe actualizar su modelo de soberanía. En el siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX, era la preservación de los límites. Pero el Estado inteligente tiene otra concepción de la soberanía. Hoy es en las fronteras donde hace falta el control de la interacción de diversos flujos (de índole cultural, migratorios, financieros, etc.)”.
* “En relación con lo que antecede, cabe consignar aspectos de la demografía. No solo en cantidad, sino en distribución. La Argentina está enrolada en todo tipo de política internacional antinatalista. Es un país deshabitado. Un país vacío. Y adhiere a cuestiones como el aborto o la ideología de género. Además hace falta una política migratoria a corto plazo, abonada por una ley de inmigración, y no inmigración espontánea. La Argentina tampoco puede seguir con la Patagonia deshabitada. Por ejemplo, Brasil -en la década del 60- se desarrolló hacia el oeste (en medio del desierto). Nuestro país tiene que desarrollarse necesariamente hacia el sur. También trasladar su Capital. Lo propuse en 2019. No es admisible un conurbano de 25.000.000 de habitantes. No hay posibilidades de darle servicios, educación, trabajo, a semejante conglomerado humano”.

POLITICA EXTERIOR
En materia de Relaciones Exteriores, la Argentina es capaz de ir desde las “relaciones carnales” con Estados Unidos, a la afinidad con países de posiciones diametralmente opuestas. Eso genera un desorden interno en materia de gestión de recursos. Y también de visiones estratégicas. Sobre este aspecto, Gómez Centurión puntualizó:
“Finalmente hace falta, como enorme desafío, el reenfoque de la Política Exterior. El mundo presenta conflictos de supremacía. Intereses contrapuestos de dos superpotencias: China y Estados Unidos. Y un actor que juega como ensamble: Rusia. Los países no tienen ideología, sino interés nacional. Los países serios no tienen `relaciones carnales´. Lo que tienen son aliados. Y no pueden estar detrás de quien solo les dio plata. En un principio, Argentina tuvo `relaciones carnales´ con Estados Unidos. Y luego con Irán y Venezuela, en un modelo de promiscuidad. La Argentina ha perdido su política exterior desde hace muchísimo tiempo. Sufrimos las consecuencias. Hoy el mundo prácticamente nos está imponiendo que los argentinos nos pongamos de acuerdo, en cuál es el perfil de nuestro país en materia de relaciones internacionales. El perfil de la Argentina deberá ser el de un país exportador”.

DISCUSION SOBRE MALVINAS
En su calidad de mayor (R) del Ejército Argentino y veterano de la Guerra de Malvinas, Gómez Centurión se identifica con los valores históricos que contribuyeron al engrandecimiento del país. Suele recordar en sus presentaciones que, el Preámbulo de la Carta Magna es la piedra angular, y el esquema filosófico y antropológico que nutre a la Nación Argentina:
* “Desde 1904, nuestro país fue el único en el mundo que tuvo, durante 40 años, bases permanentes en la Antártida. Después el flete naval quedó a expensas de los fletes extranjeros. Y se entregó el mar argentino a la pesca ilegal. La Argentina debe recuperar su potencial naval. Que nuestro país sea un aliado fiable para los actores principales del planeta, en el Atlántico sur. Y eso necesariamente se relaciona con el tema Malvinas. En algún momento la Argentina podrá decir: `Quiero discutir sobre Malvinas´. Hemos abandonado un astillero que fue insignia en América latina. Allí se armaron dos naves que actuaron en la guerra en el Atlántico sur”.
* “En cuanto al narcotráfico, la Argentina es un país de tránsito de la cocaína que viene de Perú y Bolivia, y sale hacia Europa. Controlando la frontera terrestre y aérea, nuestro país soluciona el problema. La seguridad del Atlántico sur tiene que ser militarizada. La defensa aérea de la frontera debe estar a cargo de la Fuerza Aérea. Es un tema de voluntad política terminar con el narcotráfico. No hay un impedimento de carácter territorial, ni de límites terrestres de control aéreo, que no pueda derrotar al narcotráfico”.