El ensamble se lució con un notable programa
Deleite holandés en el Colón
Concertgebouw Chamber Orchestra. Concierto con obras de Edvard Grieg, Felix Mendelssohn-Bartholdy, Maurice Ravel y Dmitri Shostakovich. Programado por el Mozarteum Argentino en el Teatro Colón, el lunes 28 de julio.
Tuvo considerable lucimiento este nuevo concierto del Mozarteum Argentino en el Colón, en su ciclo anual que está cumpliendo desde hace unos años siempre el primer día de la semana con buena música. Y en esta oportunidad se verificó esto debido a la agrupación invitada, integrada por miembros de la Orquesta Real de esa prestigiosa institución de Amsterdam, cuyo nombre, Concertgebouw significa “sala de conciertos” en neerlandés. Cabe aclarar que durante años la agrupación de músicos de esta orquesta, que actúan con dirección de su concertino que en este caso fue Alessandro Di Giacomo y que está conformada por cinco primeros violines y cinco segundos también, cuatro violas, tres violonchelos y un contrabajo.
Ademas vino con ellos la violinista germana, de cincuenta y nueve años, Antje Weithaas, de carrera destacada donde ha sido directora y concertino y vinculada a la Camerata Bern donde hizo sus estudios,
De manera que la velada, comenzada con la obra del noruego Edward Grieg comenzó mostrando la precisión y amalgama de sus músicos vertiendo con notable fluidez del compases de esta pieza del compositor noruego que vivio entre los años 1843 y 1907.
PURO VIRTUOSISMO
A renglón seguido vino uno de las mas impactantes momentos del programa, con el concierto de Felix Mendelssohn-Bartholdy para violín y orquesta de cuerdas en re menor. Allí comenzó el lucimiento de la violinista demostrando su notable manejo del arco con acentuados movimientos corporales en su personal “toucher.”
Repitió su valiosa actuación en “Tzigane” (o sea, gitana) que es la conocida rapsodia de concierto para violín y orquesta de cuerdas de Maurice Ravel, que compuso y estreno en 1924, y como se documenta claramente en el programa de mano proporcionado al público, el compositor francés lo compuso y estrenó para una violinista húngara llamada Jelly d’Aranyi. Aquí, la violinista germana, desplegó todo su virtuosismo para los giros típicos de la música gitana ,siendo muy aplaudida por el publico.
Finalmente, la orquesta visitante de dieciocho integrantes interpretó en buen estilo la Sinfonía de cámara en do menor, opus 110, del compositor ruso Dmitri Shostakovich muy notoriamente expuesta ,ya para cerrar el programa. Ante los aplausos del público tenían que surgir los “encores” dados por los visitantes.
Que fueron en el caso de la violinista germana Antje Weithaas , una pieza que fue del virtuoso del violín del pasado, el belga Eugéne Ysaye, el cuarto movimiento de “Les furies” ,de la sonata Nº2 para violín solo en la menor “Jaques Thibaud”.
En tanto, la orquesta ejecutó de Mozart el tercer movimiento del Divertimento en re mayor, K 136 y de Anton Bruckner el “Locus iste” en versión para orquesta de cuerdas. En resumidas cuentas, un deleite, en impecable sesión del Mozarteum.
Calificación: Excelente