EL PULSO DE LOS MERCADOS

De la crisis sistémica al manoteo de los bonos

­  Una semana tormentosa, en la que la Reserva Federal anunció la suba de la tasa de interés en un cuarto de punto. El mercado global se mantiene con una espada de Damócles sobre su cabeza: la fragilidad de los bancos. Es tal la preocupación que Janet Yellen ha debido convocar a representantes de instituciones importantes para tratar el tema de la liquidez y la solvencia de la instituciones financieras.

Lo que usted debe saber, estimado lector, es que hay un enorme problema en el Primer Mundo de liquidez en el corto plazo. La duratión de los negocios bancarios ha contrastado siempre con la liquidez que proporcionan los depósitos que capta el banco de los ahorristas. Esos negocios, por lo general, son razonablemente buenos pero necesitan un tiempo de maduración y ahora se han visto perjudicados por el spread causado por la brutal escalada de la tasa de interés en Estados Unidos y Europa para frenar la inflación. Súmese la impiadosa lucha de las autoridades estadounidenses contras las criptomonedas, que describimos la semana pasada. No es casualidad que los tres primeros bancos que cayeron en EE.UU. estaban fuertemente vinculados a esta nueva forma de inversión.

  Tengamos en cuenta también que desde septiembre de 2022 hemos visto que los resultados de las entidades financieras han sido muy pobres. Especialmente en los balances de bancos de inversión. ¿Qué es esto? Las entidades que sólo manejan cuentas de inversores financieros y no pueden dar préstamos y otros servicios comerciales con esos fondos, sino destinarlos a las compras de acciones, bonos, criptos, etc, lo que los aportantes prefieran. Tienen básicamente un esquema de doble cuenta: en una tienen los dineros propios y en la número dos, los fondos de los clientes.

La situación delicada de los bancos mantiene bajo presión a Wall Street. Impulsa al dólar al alza; y a los commodities a la baja. El Dow Jones no logra despegar de los 33 mil puntos; el Standard & Poor's encuentra resistencias en los 3.900 pb. El bitcoin en torno de los 28.000 dólares y el ethereum en u$s 1.750, también sufren la tormenta.

  El euro perdió terreno el viernes, cerró apenas por encima de la franja de los 1,07 dólares, en una jornada marcada por las turbulencias en la gran banca, con la caída en picada de las acciones del Deutsche Bank, líder del sector en Alemania, y del Commerbank, por efecto contagio. Estamos a las puertas de una crisis sistémica: mientras la Reserva Federal siga subiendo la tasa y ajustando su hoja de balance, romperá más entidades bancarias por las razones que detallábamos más arriba. ¿Cuánto más podrán resistir los bancos, aunque tengan negocios sanos, si la tasa que le deben pagar a los ahorristas es cada vez más alta?

  En el panorama latinoamericano veo dos circunstancias de peligro. El progre de Lula mantiene bajo presión a la autoridad monetaria para que baje las tasas, hasta ahora sin éxito. En efecto, el Banco Central de Brasil decidió el miércoles mantener, por quinta vez consecutiva, el costo de dinero básico en el 13,75 % anual, su mayor nivel desde 2016. Justificó su decisión en el temor de que la situación inflacionaria se agrave en nuestro vecino por los malos vientos que soplan desde el extranjero. En mi opinión, está haciendo un trabajo excelente el BCdB, pero como la política mete la cola para intentar repartir platita al votante el tipo de cambio vuelve ahora a la zona crítica de 5,40 reales por dólar.

  Tenemos otra luz amarilla en el tablero, amigos. Si Lula le tuerce el brazo a los técnicos del Banco Central, el real será la próxima víctima del maldito populismo. Esa corriente de pensamiento ha hecho estragos en la Argentina. Cien años, casi, de desdichas. Ahora vemos el intento descarado de manotear los bonos en dólares del fondo de los jubilados. Triquiñuelas de un Sergio Massa auténtico que ha confesado que será capaz de hacer cualquier cosa con tal de no devaluar. Esfuerzo inútil, por otro lado. El dólar seguirá subiendo hasta la estratósfera pues este gobierno procrastinador serial no ataca las causas reales de la degradación de nuestra moneda.