El filme, plagado de buenos actores, maneja varias líneas temporales que se van superponiendo.
‘El colibrí’ (‘Il colibrì’, Italia, 2022). Dirección: Francesca Archibugi. Guion: F. Archibugi, Laura Paolucci, Francesco Piccolo. Actores: Pierfrancesco Favino, Bérénice Bejo, Kasia Smutniak, Nanni Moretti, Laura Morante, Sergio Albelli. Duración: 126 minutos. Clasificación: apta para mayores de 16 años.
La guionista y directora italiana Francesca Archibugi -discípula del probado Paolo Virzì- siempre apuesta fuerte en cada una de sus películas. Filmes corales, donde se tocan temas sensibles y antipáticos, pero siempre con una vuelta de tuerca para encontrar rápidamente la complicidad del espectador. Ya sea con sus protagonistas o con su modo narrativo de drama y humor en iguales dosis. Definió su estilo con ‘Vivere’ y ‘El nombre del bambino’; sin embargo, con ‘El colibrí’ se lanza al vacío de las emociones, sin seguros y planeando un verdadero temporal.
El resultado es heroico, pero el vuelo es signado por magullones que muchas veces la platea prefiere evitar. Aquellos que sepan resistir los peores embates que la vida ofrece, estarán frente una interesante propuesta.
RELATO
‘El colibrí’ maneja muchas líneas temporales que se superponen en todo momento, desde el inicio hasta el final, sin concesiones. A veces son escenas largas, otras son simplemente imágenes sueltas, pero todo unido cuenta una conmovedora historia. Aquí la distracción es pecado capital. Y tal vez el detalle de los lentes del protagonista, por ejemplo, sea la única guía para situarnos en tiempo y espacio.
“Tener a Nanni Moretti como actor de un filme que no es suyo, habla de la expectativa de la cinta.”
Si hablamos del sello de la directora, de conformar elencos magnánimos, ‘El colibrí’ supera lo esperado. Ya tener a Nanni Moretti como actor de un filme que no es suyo, habla de la expectativa de la cinta; la cual es la adaptación de la novela homónima de Sandro Veronesi. La vida de Marco Carrara, más conocido como ‘el colibrí’ porque en su infancia era muy pequeño y tuvieron que hacerle un tratamiento para que crezca. Dieciséis centímetros en nueve meses. Pero poco incide esta cuestión en el personaje. La historia habla de amores inmensos, tragedias innombrables y reflexiones filosóficas que obligan a seguir cuando no hay fuerzas ni ganas.
Marco Carrara es el consagrado actor Pierfrancesco Favino y desde él se ramifica una verdadera alfombra roja. Su madre es Laura Morante, caracterizada a la perfección en las etapas de madre, nonna y amante. Su esposa es Kasia Smutniak; su hija en un momento es Benedetta Porcaroli; su hermana, Fotinì Peluso; su amor no correspondido es nuestra Bérénice Bejo, y el psicólogo de su esposa, Nanni Moretti, con quien tiene diálogos memorables que erizan la piel.
Una infancia al mar donde Marco descubre el amor, una vida conyugal en Roma, unos revoloteos por París, otra instancia en Florencia; padres que no son lo que parecen: una madre de mayor vuelo, un padre más terrenal; un hermano distante y un destino plagado de claroscuros. La vida, que como dice el personaje de Moretti en una escena, “sólo vale por el esfuerzo que le pongamos”.
Calificación: Muy buena