¿Cuestionar la propiedad privada?

La propiedad es la facultad o el derecho de poseer algo, como propio, es algo particular, personal, un poder jurídico de una persona sobre algo,  puede actuar por iniciativa propia sin dar explicaciones a nadie más, o puede llegar a acuerdos de cooperación con otros. De ahí, se asienta la noción de propietario.

La propiedad privada es un concepto de derecho natural, un derecho que emana de la naturaleza humana, como bien se puede ver en Aristóteles, y filósofos como David Hume, y John Looke.

La aparición de este concepto legal se construyó a partir del derecho romano, en el que se distinguía entre la res pública (la cosa pública) y los intereses individuales (privados). De ahí, que uno permita decir, que se atiende en institutos de salud, de carácter privado, o de carácter público.

Hoy día, como tantos conceptos, en nuestro país, parece un concepto en revisión, cuestionado, amenazado, discutible, y puesto en duda por nuestras autoridades.

Veamos definiciones:

  • El Consejo Deliberante de Avellaneda aprobó una ordenanza que establece que los dueños de terrenos vacíos o con edificaciones frenadas tienen un plazo máximo de ocho años para construir o terminarlas En caso de que no lo hicieran, el municipio podría declarar la utilidad pública y expropiar.
  •  El Presidente dijo que ``los particulares'' deben ser solidarios y entender que ``no tiene sentido tener tierras improductivas cuando alguien está necesitando un terreno... No tiene sentido guardarlo para que el día que se muera, un hijo lo herede. Tiene mucho más sentido volverla productiva hoy, y que en ese lugar alguien construya el techo en el que van a crecer sus hijos''.

NO HAY ALTERNATIVA

En primer lugar, con el colapso de los sistemas socialistas en Europa del Este y la ex Unión Soviética, y el triunfo de las economías de mercado en todo el mundo, es tentador concluir que, dado que el colectivismo económico ha sido completamente desacreditado, el problema de justificar la propiedad privada se ha resuelto por defecto, simplemente no hay alternativa.

En segundo lugar, el acaparamiento de tierras privadas y reclamarlas como propias, convierte al Estado en un usurpador, cuando debería ser el garante del principio de respeto hacia la propiedad privada. Fiel reflejo de esta situación es Venezuela.

En tercer lugar, la Constitución argentina, en su artículo 73, inciso 1, establece claramente: ``La propiedad es inviolable. Nadie puede ser obligado a desprenderse de su propiedad si no es por causa de utilidad pública. La expropiación sólo podrá tener lugar en virtud de una ley y mediante la correspondiente indemnización''.

Aunque la propiedad privada es un sistema de toma de decisiones individual, sigue siendo un sistema de reglas sociales, si determinadas personas ocupan una propiedad personal, uno tiene derecho a exigir la restitución por el orden público; en primer lugar, porque permite a las personas tomar decisiones sobre el uso de recursos escasos de una manera que no es necesariamente sensible a las necesidades de los demás o al bien público; y segundo, porque no se limita a permitir eso, sino que utiliza la fuerza pública a expensas públicas para mantenerlo.

ENSEÑANZAS DE LA IGLESIA

Ahora, qué dice la Doctrina Social de la Iglesia. El principio es claro, y se asienta en la Rerum Novarum, una encíclica muy actual en el análisis de la cuestión social, escrita por León XIII, y promulgada el 5 de mayo de 1891.

La Iglesia siempre ha defendido el derecho de la propiedad privada, incluso la de los medios de producción, como algo legítimo al hombre y que debe ser adquirida por los frutos del trabajo de éste. Afirmando y no en pocas ocasiones, que la supresión de este derecho o su transformación en la propiedad de lo colectivo, es una completa ruina para la clase trabajadora y constituye la más importante de las injusticias sociales.

Este derecho, se aparta radicalmente de cualquier idea colectivista, proclamada por las corrientes marxistas.

Es misión capital del Estado velar por el bien común. Debe buscarse, la solución en el reconocimiento de la propiedad como algo individual y justo (pues es adquirida por el trabajo de uno mismo), y que debe de servir de herramienta de construcción del bien común,

Es necesario, que el derecho natural de poseer en privado, y el de transmitir los bienes por herencia, permanezca siempre intacto e inviolable, no pudiendo quitarlo el Estado (Pio XI, Quadragesimus Annus, 1931), porque ``el hombre es anterior al Estado'' (Rerum Novarum, 6) y también ``la familia es realmente anterior a la sociedad civil'' (Rerum Novarum, 10).

Por ahora reina la ambigüedad y el silencio por parte de nuestras autoridades, que da pie, a usurpaciones y violencia, como, por ejemplo, la toma de Guernica, y otras que se vienen replicando en distintos puntos del país.

Nuestra original forma de ver las cosas es cuestionada en el libro Por qué fracasan los países de D. Acemoglu y J. Robinson, en donde se desarrolla el concepto de economías inclusivas como motor del desarrollo, con respeto a la propiedad privada y la seguridad jurídica como eje de prosperidad. Nuestra originalidad radica, en ser una ``economía extractiva'' y en que ``los gobiernos argentinos del siglo XXI, todavía pueden expropiar la tierra con total impunidad''.

Sin duda, vamos camino a eliminar dos pecados capitales: la meritocracia y el esfuerzo, y ahora la propiedad privada. ¿Por qué nos va tan mal? Simple, porque seguimos cometiendo los mismos errores.