Un tres de febrero un mulato correntino salvó la vida de un teniente coronel nacido en la misma provincia pero educado en la madre patria como un oficial del rey.
El combate de San Lorenzo, a pesar de sus reducidas dimensiones (120 granaderos contra 250 godos), adquirió un valor simbólico en la formación de la argentinidad: el bautismo de fuego de los bizarros granaderos, destinados a convertirse en tropa de elite de los ejércitos patrios, comandado por su creador, herido mientras peleaba al frente de sus tropas y rescatado a último momento por el "soldado heroico'', cuya entrega será exaltada en todos los actos escolares de nuestra infancia.
En esta tarea lo acompañó el teniente Manuel Díaz Vélez (miembro de una destacada familia patricia) y el sargento Domingo Porteau.
Bermúdez fue herido por una bala de cañón que le destrozó la pierna, dejándolo fuera de combate. El joven Díaz Vélez cayó por la barranca, siendo herido por balas enemigas pero tomado prisionero por los españoles. El sargento Porteau murió al pie de la barranca.
Díaz Vélez fue intercambiado por prisioneros paraguayos y atendido por el Dr. Francisco Cosme Argerich. Dada la gravedad de las heridas fue conducido a Buenos Aires, donde falleció a causa de estas el 20 de mayo de 1813.
Bermúdez fue conducido al convento donde el Dr. Argerich se vio obligado a amputarle la pierna. Incapaz de tolerar una vida de lisiado, Bermúdez se abrió los vendajes y se dejó morir.
De estos jóvenes soldados que dieron su vida por la causa que defendían , se guarda un borroso recuerdo, eclipsada su gesta por la defensa que tanto Cabral como Baigorria hicieron de su jefe.
LOS ARTIFICES
Bermúdez y Díaz Vélez son los artífices de la victoria, los hombres que tomaron el mando y terminaron de cumplir las disposiciones de su comandante. pero ellos no tuvieron la suerte de ser cantados por poetas ni su gesta evocada en marchas patrióticas, "haciéndose inmortal''.
"Dulce es morir por la patria'', cantaban los romanos y muchas marchas patrióticas de las naciones emancipadas evocan este sacrificios aunque omitan nombres y circunstancias.