Cuando Gardel cosechó un enorme éxito en Colombia

Por Walter Santoro *

La gira seguía en Barranquilla, Colombia, y es importante destacar que casi todas las ciudades colombianas se encuentran rodeadas de montañas, y que en esa época muchos caminos solo podían hacerse a lomo de burro, por lo que el uso del avión se volvió prácticamente inevitable.
Gardel y su comitiva llegaron a Barranquilla, Colombia, el 2 de junio de 1935, y se alojan en el “Hotel del Prado”. La primera presentación del Zorzal en ese país fue en el teatro Apolo los días 4 y 5.
El día 6, Gardel y parte de su comitiva viajan a Cartagena en un hidroavión de la empresa SCADTA. El teatro Variedades de esa ciudad resultó insuficiente para albergar a la cantidad de público que lo quería ver en persona.
Desde el Hotel del Prado, en Barranquilla, Gardel le escribe una carta a su apoderado Armando Defino, contándole detalles de la gira. Dice Gardel en la carta: “La gira continúa con buen resultado económico, aunque ahora me ha tocado un país de moneda desvalorizada. Unas van maduras y otras… En Venezuela el resultado fue macanudo por la situación buenísima del bolívar y por la mayor importancia de las ciudades. Estuve una semana casi varado en Curacao debido a que el barco que debía llevarme a esta se atrasó cinco días. Los aproveché para dar una función popular (a más de cuatro otras a dos cólares la butaca) y para hacer una función doble en una isla petrolera cercana, Aruba, adonde fuimos en avión. Tanto Curacao como Aruba son islas holandesas. Sin embargo, todo el mundo me conoce allí y me quieren. Me llaman ‘el patrón’. Hablan una mezcla rara de español y mis películas baten todos los récords. En Aruba me dieron por un día 900 dólares. De Barranquilla sigo en avión a Cartagena, Medellín y Bogotá. Estaré en esta ciudad alrededor del doce. Luego iré a Cali y por fin a Panamá”.
“En Venezuela tiene una popularidad formidable el tango ‘Golondrinas’. Pero yo creo que con las músicas de ‘El día que me quieras’ todo el mundo boca abajo. Dice Le Pera que has hecho bien en registrar como podías las músicas que te mandó y que le alegra saber que has recibido los recortes. El mismo entusiasmo o más que habrás visto en esos recortes se advierten en todas partes y te prevengo que no es tarea fácil zafarse de empujones y entusiasmos excesivos. En Caracas fue el delirio”.

*Presidente de la Fundación Internacional Carlos Gardel